Por: Julio Torres
Hace más de 20 años un amigo entrañable me hizo el favor de invitarme a pertenecer a la masonería, pero entonces, nada sabía de lo que se trataba ni a que me invitaba.
Con entusiasmo insistió en convencerme y como mi curiosidad siempre ha sido estupenda, realmente fue muy poco lo que hubo que insistir, y sin saber a que me comprometía, accedí de buena gana.
Un dato reciente, fechado en el año 1875 concretamente en el mes de septiembre, se publica “El manifiesto del congreso de Lausana”
Algunos de sus párrafos lograron convencerme y ahora los transcribo
:
La masonería proclama, como proclamó desde su origen, la existencia de un principio creador, bajo el nombre de: Gran Arquitecto del Universo.
No impone límite alguno a la libre investigación de la verdad y para garantizar a todos esa libertad, exige absoluta tolerancia.
La masonería está pues, abierta a los hombres de toda nacionalidad, de toda raza, de toda creencia.
Ella prohíbe en sus talleres toda discusión política o religiosa, y acoge a todo profano, cualesquiera que sean sus opiniones en la política y en la religión, con tal de que sea libre y de buenas costumbres.
La masonería tiene por objeto combatir la ignorancia bajo todas sus formas; es una escuela mutua, cuyo programa se reduce a obedecer las leyes de su país, vivir con honor, practicar la justicia, amar a sus semejantes y trabajar sin descanso en bien de la humanidad y por su emancipación progresiva y pacífica.
De momento creo que son suficientes datos, para comenzar a descubrir los objetivos de esta fraternal institución, que como indica el manifiesto, esta abierta a todos los hombres libres y de buenas costumbres.
Muchas veces se ha criticado de manera agresiva inclusive, la presencia de los masones, pero con las reservas del caso, trataré de hacer una descripción, el objetivo principal es conocerse a si mismo.
En la medida que logramos conocernos a nosotros mismos, es posible conocer a las personas con las que nos relacionamos, muchas veces nos atrevemos a calificar a los compañeros de trabajo, vecinos y aun parientes, superficialmente.
Este es el primer gran objetivo de la masonería, el auto conocimiento, es decir, cuando logro verme realmente como soy, con defectos y virtudes y me acepto, entonces y solo entonces, entiendo a las personas que me rodean.
Ahora ya estaré en el camino correcto para aspirar a conocer al Gran Arquitecto del Universo.
No es casual que muchos personajes famosos, hayan incursionado en el saber masónico como es el caso de Gandhi, Lincoln, Maximiliano, Juárez, Mozart y muchos más.
Existen maneras de comunicar e identificar a un masón por medio de signos y saludos que solo se enseñan dentro de los templos masónicos sin importar el idioma que cada uno hable.
Los tiempos en la masonería se miden con especial cuidado, esto es con el compromiso de que prevalezca el orden y las buenas costumbres.
Todo cuanto se trata dentro de los estudios masónicos, está destinado al bien general de cada miembro, de la orden y de la humanidad en general.
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