Muchos
son los tipos de cadenas: De mensajes, montaje, productivo, suministro, de
mando y la lista puede ser tan larga como actividades del ser humano que
desarrolla a lo largo de la vida.
Los
eslabones de una cadena pueden ser metálicos, de resina, de plástico y hasta de
papel como las que se utilizan para adorno de días festivos calendarizados o
con motivo de algún aniversario de todo tipo, o tal vez cadenas de
correspondencia.
Hoy me
quiero referir a una cadena poco conocida, es la cadena de la masonería, que
posee características muy especiales, pues no se trata de una cadena
convencional con eslabones convencionales.
Se
trata de una cadena que está hecha con eslabones humanos, si, eslabones
humanos, cada uno de los elementos que forman la orden a nivel mundial es un
eslabón.
Esta
cadena tiene una particularidad, permanece abierta, es decir, que no se puede
cerrar porque siempre está esperando la llegada de un nuevo eslabón en alguna
parte del mundo.
Puede
ocurrir que uno o varios eslabones no sean lo suficientemente fuertes y la
cadena se fracture, lo cual no es catastrófico, esa cadena siempre se mantiene
abierta en espera de su regreso.
Por
otro lado existe la posibilidad de que se agregue un eslabón demasiado fuerte
en sentido real o figurado, eso no importa, al integrarse va a comprender que
solo es una parte de esa maravillosa cadena.
Como en
toda asociación, un elemento de reciente ingreso quizás pretenda imponer su
voluntad porque así lo hace en su mundo profano, donde su actividad se lo
exija.
En este
caso, de forma paulatina comprenderá que solo es uno más entre sus iguales, y
cuando esa comprensión llega a su entender, estará listo para recibir todo el
conocimiento que la masonería le tiene reservado.
Muchas
veces ocurre que un eslabón siente o cree, que ya ha escalado una buena
cantidad de peldaños y ya no hay nada por aprender, o no percibe sendero alguno
que le invite a continuar.
Puede
ocurrir una ruptura involuntaria en esa cadena, me atrevo a comentar que muchas
veces el evento se produce de manera cismática, produciendo dolor entre el
resto del grupo.
Pero
ese dolor, es compensado por un nuevo eslabón que se agrega, o varios, que
coinciden de manera incidental y que logran superar el daño producido.
Lo
anterior es lo que defino como filosofía encadenada, pues todos los elementos
de una logia poseen por naturaleza conceptos filosóficos, que están dispuestos
a entregar sin esperar nada a cambio.
Concepto
que podemos reconocer como filantropía, esa es ni más ni menos la hermandad que
se configura dentro de la masonería, que en conjunto busca la verdad.
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