Por: Julio Torres
Los fenómenos místicos y psíquicos
resultan muy atractivos para muchas personas y entusiasman tanto que de
inmediato surgen deseos de obtener resultados que luego traducen o interpretan
como experiencias cósmicas cuyo fundamento solo es fisiológico.
El escuchar un sonido extraño supone que
se trata de un mensaje y en circunstancias o condiciones inusuales, refieren
que se trata de una señal o al menos un mensaje psíquico que bien puede
convertirse en una exageración de prácticas supersticiosas.
Resulta desafortunado para muchas
personas con tendencia al misticismo o a los fenómenos psíquicos se ilusionen
cuando que es más recomendable prepararse antes adquiriendo una instrucción
sencilla o básica en psicología, fisiología y en las ciencias físicas antes de
incursionar en los aspectos superiores de la existencia del ser humano.
Muchas veces percibimos colores o
imágenes que no tienen un duplicado exacto fuera de nosotros mismos y ni
siquiera están relacionados en ese momento con una impresión visual externa y
no por ello son psíquicos en el sentido literal, puede tratarse de lo que se
conoce como imágenes consecutivas.
Debemos interpretarlo como una repetición
inmediata de sensaciones causadas por algo similar que se ha visto y que queda
grabado aún después que desaparece el estímulo que produjo la sensación, las
imágenes consecutivas se distinguen en dos clases: Negativas y positivas y se
menciona que las negativas son las más comunes.
Cuando fijamos la mirada intensamente en
un objeto de colores durante 30 segundos y luego cambia la vista hacia otro
lado a un fondo neutral, tal vez con pintura color pastel, aparecerá la misma imagen, pero con distinto matiz,
apreciaremos que las imágenes negativas permanecerán grabadas durante algunos
minutos antes de desaparecer totalmente.
Las imágenes consecutivas positivas
tienen el mismo color y brillantez que el objeto que se percibió originalmente,
pero solo duran dos o tres segundos, las imágenes negativas son causadas por un
intenso estímulo del nervio óptico, parecido a lo que ocurre cuando
contemplamos fijamente una luz brillante cerca de nuestros ojos.
Podemos deducir que las imágenes
consecutivas negativas son producto de la continuación del estímulo original y
aunque las imágenes consecutivas positivas son causadas algunas veces por
impresiones visuales verdaderas, pueden ser también producidas por estímulo
artificial.
Una fuerte presión sobre los parpados
pueden producir ante los ojos ya sean diseños o figuras geométricas de varios
tonos brillantes tal vez de rojo profundo o verdes conforme a la experiencia de
quien lo percibe, los cambios súbitos en la temperatura y los movimientos del
cuerpo pueden provocar que se retenga una imagen durante mucho tiempo después
que el estímulo ha terminado.
Por todo lo anterior, considero que no
debemos confundir los términos, todo cuanto se ha descrito son fenómenos
físicos y no experiencias psíquicas.
Existe una manera de comprobar lo
expuesto en este escrito, se puede experimentar siempre que no exista
padecimiento alguno en los ojos o por prescripción médica y se realiza con luz
normal, se presiona el parpado derecho con la yema del dedo índice derecho.
La misma operación con el parpado
izquierdo con la yema del dedo índice izquierdo, y a medida que se ejerce una
determinada presión sin provocar daño a los ojos, habrá que hacer una rotación
en ambos ojos con los dedos de manera circular, observaremos entonces los
diversos colores brillantes y las imágenes consecutivas positivas resultantes
del estímulo.
Dejaremos el tema en este punto y le
invito al siguiente artículo, en el que expondré la diferencia que existe entre
la realidad como la percibimos y la forma de interpretarla.