Querer, un verbo utilizado con frecuencia porque puede tratarse de un deseo, de una ilusión y hasta de un sueño, pero la verdadera importancia de esta palabra es que se trata del primer paso, sin él, todo se mantiene en el nivel de pensamiento y lo que se mantiene en ese lugar allí se quedará, en el momento que decimos “quiero” se inicia un proyecto, exitoso o no, pero se inicia, eso es lo valioso, aplicar el valor de iniciar algo.
Querer saber, puede
ser un magnífico propósito, querer saber se convierte en el mejor de los
objetivos, querer saber suele denominarse cimiento fuerte y poderoso de lo que
será a futuro un gran edificio, que servirá de escaparate dedicado a mostrar la
personalidad, los deseos y los triunfos a que aspira todo ser pensante, pues
solo con el saber nada se construye, pero cuando se quiere y se magnifica el
saber, las ideas adquieren una dimensión excelsa.
Osar, sinónimo de atreverse, osar, determinarse a hacer o decir algo que implica un riesgo, tal vez este sea el momento más importante de toda idea nacida en el cerebro, es el momento de la duda, no sabemos si el atrevimiento será exitoso o es una aventura capaz de conducirnos al fracaso o salir exitoso, osar entonces nos coloca en un confesionario personal, cualquier consultor nos recomendará continuar o abdicar, sin embargo, solo nuestro interior es quien va a proporcionar el mejor consejo, creo que este punto es vital, ¿lo hago o no lo hago?
Cuantos deseos
frustrados padecimos desde pequeños porque nadie nos enseñó a decidir, nadie
nos dijo que primero se define que es lo que queremos, luego, la manera de
definir que es exactamente eso que queremos, el saber sobre lo que queremos, la
audacia que nos proporcione el valor de hacer o iniciar ese algo y finalmente
callar, hasta que la idea sea una realidad y no antes, pues corremos el riesgo
de un fracaso o simplemente que alguien nos gane la partida, por eso es
necesario el callar y disfrutar solo cuando todo se haya consumado.
Mi recomendación es:
Colocarse ante un espejo antes de iniciar cualquier proyecto y aplicar frente a
esa persona que aparece en el espejo las cuatro palabras del tema de hoy:
Querer, saber, osar y callar, la sorpresa puede ser magnífica, nos daremos cuenta
si esa persona que refleja el espejo es la misma que pensamos que somos, tal
vez hasta podemos descubrir los años que hemos estado equivocados y no somos
como creemos que somos y el espejo nos muestre a la verdadera persona que jamás
quise conocer, Buen principio ¿No le parece?
No hay comentarios:
Publicar un comentario