viernes, 6 de marzo de 2015

Respeto al pasaje poblano

filosofía,arte,ciencia,cultura
Por: Enrique Roberto Hernández Oñate


             
  En nuestro entorno encontramos seres vivos en todos lados, aves, perros, gatos, seres humanos e incluso animales disfrazados de humanos (como el caso de los cafres que tienen el poder de manejar un autobús del transporte público) y es que en este caso en particular tengo plena certeza que muchos simios u otros primates manejarían mil veces mejor que el chofer de transporte público.

               
Algunos de los choferes de este servicio no tienen miedo de jugar con el pasaje y tomamos la función de ganado mientras estamos en sus garras. No sé bien que es lo que suceda en la administración de los concesionarios, sin embargo, quisiera pensar que sale más barato cubrir los costos hospitalarios en caso de
accidente de un montón de 50 personas que la cuota que tienen que pagar por llegar tarde a checar su tarjeta, no encuentro otra razón para que nos traten así, no la hay. Y es que simplemente me hago una pregunta ¿Qué les hemos hecho a ellos para que nos traten así? No es tan difícil respetar las señales de tránsito, ni mucho menos los límites de velocidad que el sentido común y el reglamento de tránsito permite.


Deprimente es que si alguna de las ovejas que lleva en su camión se atreve a quejarse del mal servicio que da el conductor, ¡¡Cuidado!!,  porque esa oveja corre el riesgo de que el mismo chofer se levante de su lugar para hacerle frente a lo que él considera una ofensa, indignado y molesto le reclama (bueno en el mejor de los casos dirá más de tres palabras sin decir alguna grosería, y no es que me espante pero se notan las deficiencias en su vocabulario), y resulta en algo aún peor… la oveja tiene la culpa de que a lo que resta del pasaje lo traten peor.

                El chofer se ofende pero ¿por qué? Será que si les importa ser exhibidos como lo que son, unos animales (sin ofender a las mascotas). Pero de todo esto hay alguien más que tiene la culpa y lo digo previa investigación del asunto, el principal culpable es:

USTED…


Por quejarse en silencio, por miedo al NO SABEMOS COMO VAYA A REACCIONAR, discúlpenme señores, jóvenes, niños, si no van a levantar la voz guarden sus quejas en la cabeza porque de nada sirve una persona que vaya reclamando en voz baja ¿A qué le tienen miedo? Más molestia me provoca que siendo tantos no haya eco, siendo tantos solo uno se queje (y bueno tampoco espere a que lo apoyen, hágase responsable de su reclamo). Tampoco la solución está en cerrar calles y mucho menos robar, hay perdón, tomar lo que es nuestro de otras tiendas de conveniencia con el pretexto de que en toda revolución hay saqueos, ni siquiera intento arengar a nadie solo expresar lo que he visto.

                Muy notoria es la ausencia de progenitora en los conductores, en el peatón que cruza por donde no debe hacerlo, en el pasajero que se va drogando en el camión, el que va fumando, el chofer que no respeta el paso peatonal, el que no entiende que el amarillo es para reducir velocidad, el que se estaciona (unos segundos) donde dice NO ESTACIONARSE.




Sé que a muchos les ha tocado escuchar o ver en el Facebook una imagen que dicta algo así como “antes no había internet, antes había hombres” ¿Dónde están?. Yo personalmente no tengo la culpa de que las generaciones anteriores se hayan quedado calladas, hoy con riesgo de que me deformen aún más la cara seguiré poniéndolos en evidencia de forma amable o con mi ronco pecho.

Si alguien tiene un número donde quejarme y funcione la queja déjelo como comentario, estoy seguro que ni el gobierno del estado de Puebla y mucho menos el municipal han hecho o harán algo haciendo más evidente que los concesionarios los tienen agarrados de… algún convenio (no se alboroten), para saber todo esto habría que bajar del trono y observar con sus propios ojos el entorno. Los gobiernos estatal y municipal poblanos no tienen solución, hagamos que nos traten con dignidad y respeto los choferes.


                ¿Qué gano con esto? Seguramente nada, pero si tres lo leen, uno dará el primer paso…

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