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miércoles, 19 de enero de 2011

Masonería y cualidades

Por: Julio Torres

Hemos dicho que una de las cualidades inmediatas que debe mostrar toda persona que desea ingresar a la orden es mostrar que es libre y de buenas costumbres.

En realidad esa es la primera condición y es fundamental que se cumpla, pues de otra suerte solo se convertirá en la producción de un daño a sí mismo que nada le beneficia.

Al caminar por los senderos de la masonería va a ser imprescindible que muestre el grado de inteligencia que le ha sido otorgada desde su nacimiento como al resto de nosotros.

En el seno familiar, quiero pensar que se le ha entregado la herramienta para conducirse con rectitud y con valor ante cualquier situación por difícil que sea.

Ser prudente no hace daño, ser prudente habla muy bien de cualquier persona, ser prudente abre muchas puertas, ser prudente garantiza que es posible entender a los iguales.

La prudencia también garantiza la discreción, y la masonería necesita que sus masones se comporten discretos, que actúen con sigilo, para practicar la filantropía.

La forma de hablar, la forma de comunicarse, es otra de las cualidades necesarias para quien se precie de ser masón, no hace daño el dominio de la gramática con todas sus reglas.

Con un buen manejo de la gramática va a resultar sencillo aplicar la retórica necesaria para que la comunicación cumpla con las expectativas y los mensajes se comprendan perfectamente.

Eso quiere decir que dichos mensajes serán transmitidos con toda la lógica necesaria y con ello no quedará duda alguna que descalifique un mensaje dado.

Todo lo anterior debe aplicarse con toda la fuerza de que sea capaz el masón en su larga carrera dentro de la orden y todas las herramientas mencionadas crean belleza.

Esa belleza se nota aderezada con el candor que muestra quien esta aprendiendo algo, ese candor es posible solo cuando se realiza la tarea de aprender dudando de todo cuanto se diga.

Es claro que si se acepta todo sin analizarlo, ya no es una cualidad, solo se transforma en defecto que a corto plazo convierte a la persona que no analiza en vasallo del más listo.

Pitágoras dejó establecido que la aritmética es vital para que el ser humano pueda medir su entorno y pueda contar sus cosas, sus propiedades e inclusive medir el tiempo.

Pero también se debe ser geómetra, es decir, que solo al conocer la geometría puede entender este mundo de formas, lo que vemos tiene una forma determinada que hay que entender.

El ser humano escucha el canto de los pájaros, el ruido que produce el viento o el agua en su movimiento, todo lo que se mueve produce sonidos, unos con armonía y otros con ritmo.

Pero todo parece ser melódico, y el ser humano bautiza a esos efectos con el título de música y entiende que combinando esos ruidos o sonidos melódicos con armonía se aprecian con un determinado ritmo.

Más tarde así define a la música, que contiene los tres elementos que la componen: melodía, armonía y ritmo, que va a utilizar como medio de comunicarse con sus semejantes.

Luego levanta la vista y se da cuenta que la noche de ayer y la de hoy, no se han movido de su lugar una sola de las luces que se ven en el cielo y necesita bautizar esa observación.

Lo que finalmente define como astronomía, y ahora sí, ya esta listo para emprender cualquier proyecto, hasta poder viajar a la luz más cercana que bautizó como luna.

Pueden apreciar que las cualidades necesarias para un masón no provienen de ningún lugar extraño, son cualidades que están dentro de nosotros mismos, solo falta manifestarlas.

Lo anterior comprende apenas el primer objetivo de la masonería, conocerse a si mismo.