Por: Juan Hernández
A través de la historia, siempre se le ha dado al número Tres un significado muy especial, trátese de pueblos prácticamente sin conocimientos, hasta las culturas más avanzadas de la historia antigua.
Era el número por excelencia, el predilecto de los filósofos; todos los sabios de la antigüedad lo veneraban y consagraban en sus misterios.
Nos asombraríamos de conocer los numerosos atributos con que le han revestido la razón, la imaginación y el sentimiento. Fue el número preferido de Pitágoras, para quien era la imagen de la armonía perfecta.
Los griegos como Sócrates, Platón, Pitágoras, Aristóteles, Se negaban a enseñar Filosofía si no se conocía la ciencia de los números. Solo a través de los números se puede conocer el universo, Pitágoras elaboraba una teología racional mediante los números.
Pitágoras formó una sociedad secreta que fueron conocidos como Los Pitagóricos, donde llamaba a sus alumnos “matemáticos”, quienes después de años de sacrificados estudios aprendían la ciencia de los números.
A través de los números, Pitágoras, tenía la intención de dar la clave del ser, de las ciencias, y de la vida, haciendo surgir a los seres a partir de los arquetipos.
Después de un largo camino, los alumnos lograban armonizar su pensamiento y voluntad y antes de llegar al nombre escondido, debían mencionar letra por letra y sílaba por sílaba el nombre que formaba la palabra que solo ellos conocían.
Vamos a revisar brevemente el pensamiento de Pitágoras relacionado con los números y algunos aspectos filosóficos:
El número 1, significa la Unidad, el principio de todo. Todos los números tienen como inicio el uno y el uno está contenido en todos los números.
Pitágoras aseguraba que el Uno lo es todo y todo esta contenido en el Uno, lo cual, se interpreta de la siguiente forma: el universo es la unidad, y en él se encuentra todo, y el Universo se encuentra en cada parte.
El número 2, es la dualidad, todo en el universo es doble, es dual, el frío y el calor, el bien y el mal, el día y la noche, el hombre y la mujer, el positivo y el negativo, el principio masculino y femenino.
El Uno, empieza a conocerse cuando se polariza como dualidad: Creador y Creación, la imperfección del hombre frente al universo; es el reflejo, el conflicto, el movimiento, la verdad y el error, el dulce y el amargo, la luz y las tinieblas, la vida y la muerte.
El Dos es la manifestación del Uno, es la capacidad generadora, reproductiva, es el florecimiento visible del Uno en el espacio y el tiempo, la Unidad, es cuando el Uno se empieza a conocer.
Todo es doble: todo tiene dos polos; todo su par de opuestos; los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado.
El número Tres es ya el resultado de la suma del Uno y el Dos, esto es, ya es el primer producto real y tangible.
El Tres representa la continuidad, el florecimiento, el primer producto. El Padre, la Madre y su creación, el resultado de su unión, su continuidad: el Hijo. El Tres representa finalmente la Armonía y la Perfección: Es el principio, la dualidad y el resultado de su amor y su unión.
En resumen: El Todo es la unidad, el principio es el número uno (1), su dualidad esta representada por el número dos (2), y la suma de estos dos números da como resultado el número tres, el producto de la unión del Uno y el Dos.
En todas las tradiciones antiguas, el número Tres tenía un significado mágico y místico, ya que éste número reina en toda la naturaleza.
Pitágoras dijo:
“Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.”
“Los números gobiernan el mundo”