Cuando ingenieros y
médicos se decidieron a trabajar juntos en un proyecto, es cuando se inician
los grandes avances en la medicina y en la ingeniería y la mejor prueba de ello
es la carrera espacial, bastaron unos cuantos años de trabajo y la conquista del
espacio no se hizo esperar, actualmente se han agregado a estos proyectos
muchas personas de distintas disciplinas y el avance continúa a pasos
acelerados, en muchas conferencias he escuchado que el asunto es más noble de
lo que parece pues ahora se han integrado a esos estudiosos, algunos
especialistas en el concepto espiritualidad de distintas corrientes y han
logrado avances insospechados sobre todo en la psiquiatría.
La espiritualidad
tiene muchas aristas y desde luego que no pretendo hacer una relación de cada
una de ellas, lo que deseo mostrar es la buena disposición de unos y otros a
trabajar unidos, evitando ser arrastrados por su fanatismo o por costumbres
arraigadas, muchas veces son las que impiden los avances en la ciencia y la
tecnología tan necesarias en la vida moderna, entendemos que cuando religiosos,
científicos, técnicos, filósofos con laicos y no laicos juntos, llegarán a
niveles insospechados, los resultados serán benéficos en toda sociedad humana y
experimentar la emoción de conocer lo desconocido hasta ahora.
Cuando a alguien se
le ocurrió decir que el concepto espíritu es solo una manera de etiquetar algo
que en realidad no sabemos que es, pero que estamos seguros que existe, se
desplegaron muchas críticas y tal vez todas ella válidas, pero como decía
Galileo, “y sin embargo se mueve”, entonces, el espíritu “se mueve” es decir,
pudiéramos afirmar que en verdad existe, claro que no vamos a poder describir
como es, porque no creo que tengamos ni la más remota idea, como si fuera una
similitud con el concepto “electrón” ya que tampoco sabemos realmente como es
un electrón, pero en ambos casos sabemos que existen porque es un punto de
partida en el conocimiento técnico y científico.
Creo que va a ser
muy novedoso el día que los técnicos, los científicos y los espiritualistas se
unan realmente a estudiar la función del espíritu como lo hicieron quienes se
unieron en el proyecto “viaje a la luna”, en este siglo se va a poder hablar abiertamente
de los tres aspectos fundamentales que rigen al ser humano: La materia, la
espiritualidad y la personalidad, con lo que va quedar establecido que
curiosamente volvemos a encontrar una trilogía que contiene toda la información
de lo que somos y de lo que estamos hechos, con respuestas tantas veces
anheladas: ¿De donde venimos y adonde vamos?
Algunas veces nos
han dicho que la materia no es otra cosa que la unión de electrones fuertemente
cohesionados, que solo algún agente externo puede lograr romper esa cohesión y
transformar dicha materia en alguna otra forma pero sigue siendo materia de lo
mismo, así ocurre con los cuerpos que definimos como vivientes, donde la
cohesión de células hace que un cuerpo viviente pueda manifestar una fuerza
superior a su forma y complexión, capaz de levantar una masa superior a si
mismo o transformarla a voluntad, lo que resulta muchas veces increíble.
Pero quien es el
responsable de que esa cohesión se conserve y funcione de esa manera y sea
capaz de resistir, mover, modificar y un abanico de posibilidades que a veces
resultan infinitas y a la vez maravillosas,
pareciera que el hecho de estar cohesionadas desde el principio lo resolvemos afirmando que así fueron creadas, pero entonces quien se encarga de que en el correr del tiempo la forma subsista, esto es, que el funcionamiento subsista, desde un principio hasta un fin, será que todo funciona como una empresa que es dirigida por un ingeniero en jefe o por un administrador o por un engranaje de administradores.
pareciera que el hecho de estar cohesionadas desde el principio lo resolvemos afirmando que así fueron creadas, pero entonces quien se encarga de que en el correr del tiempo la forma subsista, esto es, que el funcionamiento subsista, desde un principio hasta un fin, será que todo funciona como una empresa que es dirigida por un ingeniero en jefe o por un administrador o por un engranaje de administradores.
Si es así, entonces
así debe funcionar un cuerpo humano, que desde su concepción se le encarga a
alguien que vigile el funcionamiento, desde el principio y hasta el fin, que
cuando un agente externo altere el trabajo de cohesión celular, acontecen los
trastornos y hasta la muerte, o que por medio de un tratamiento se logra la
remisión, es decir, que el cuerpo vuelve a funcionar casi de la misma forma en
que fue creado, ¿será eso entonces lo que definimos como espíritu? ¿Qué alguien
vigila el funcionamiento de nuestro cuerpo, que no es otra cosa que una máquina
muy eficiente y a la vez delicada?
Tal vez con lo dicho
podamos comprender lo que se define como espíritu o espiritualidad, aunque
parezca que el cuerpo es autónomo, supongo que siempre hay alguien que vigila
su buen funcionamiento y si observamos, cuando ingerimos algo que no se
encuentra en buen estado el mismo cuerpo se encarga de provocar la expulsión
por mecanismos que en la medicina se conocen, pero no sabemos quien los
controla o maneja, a cada razonamiento vamos a concluir en el mismo punto,
alguien debe estar encargado de ese trabajo hasta que el cuerpo deja de
funcionar con la perfección que fue creado.
En una conferencia
escuché que un especialista declaraba que la espiritualidad en la recuperación
persistente de trastornos mentales se convirtió en el motor efectivo que los
condujo a resultados sorprendentes, la unión de espiritualistas con psiquiatras,
arrojó datos que nunca antes se habían descubierto, de manera que en ese
momento iniciaron un nuevo camino en la terapéutica de ese tipo de trastornos
que tanto han agobiado a las generaciones precedentes, así que parece que
finalmente se han encontrado nuevos caminos.
Finalmente, quiero
concluir con una reflexión, cuando mi madre vivía, por decirlo así, las ultimas
horas de vida, manifestaba un miedo a la muerte, pude hablar al oído con la
invitación a cruzar “el portón” sin miedo, con la promesa de que pronto nos reuniríamos
en ese lugar al que llegaría y nada había que temer, pues si otras personas lo
habían cruzado, ella también podría, era simplemente un evento más en el correr
de la vida,
creo que ella no comprendía lo que pasaba, su cuerpo era el que ya no quería seguir, su mente estaba dispuesta a seguir el camino que recorría a diario, no se como funciona, pero alguien decidió en ese momento que ella debía partir, en verdad espero que la medicina y la espiritualidad entreguen una respuesta, como lo hicieron los ingenieros y los médicos cuando decidieron llegar a la luna, ¿ Tendrá lo anterior algo que ver con lo que conocemos como conciencia?
creo que ella no comprendía lo que pasaba, su cuerpo era el que ya no quería seguir, su mente estaba dispuesta a seguir el camino que recorría a diario, no se como funciona, pero alguien decidió en ese momento que ella debía partir, en verdad espero que la medicina y la espiritualidad entreguen una respuesta, como lo hicieron los ingenieros y los médicos cuando decidieron llegar a la luna, ¿ Tendrá lo anterior algo que ver con lo que conocemos como conciencia?