Por: Julio Torres.
Como fantasía, he llegado a la conclusión
de comparar las funciones del cuerpo humano con los términos modernos, y
concretamente de la tecnología computacional, desde luego, con el fin de
encontrar un punto de convergencia entre nosotros los viejos y ustedes los
jóvenes, en la manera de intercambiar conocimientos que son los mismos pero
definidos de distinta manera.
Desde luego que no pretendo emitir
conocimientos ortodoxos en ninguno de los campos, sino un tanto empíricos, con
el fin de que lleguen a mayor cantidad de personas y que sean útiles en todo
momento y encontrar de ese modo respuestas sencillas pero útiles a todos.
En un artículo anterior dejé establecido
que nuestro cuerpo desde el momento en que es concebido en el vientre materno,
está fabricado con tal precisión que no existe maquinaria alguna que se
compare, tal vez en las fábricas de motores de automóvil pudiera existir algún
punto de comparación ligeramente cercano ya que a la fecha dichos motores
funcionan casi a la perfección.
Pues así como en la fábrica de motores de
automóviles existe un ingeniero jefe, responsable absoluto, así en la
fabricación del cuerpo humano existe un responsable absoluto, del cual
hablaremos en futuros reportajes, mientras tanto nos quedamos con la idea de
que tiene que existir un responsable absoluto en la fábrica de seres humanos.
Ese responsable absoluto tanto en los
motores como en las computadoras es muy parecido al responsable de los cuerpos
humanos, entonces, conviene definirlos a ambos como los que colocan el sistema
operativo en sus máquinas, en unos ya son máquinas listas para el trabajo y en
los seres humanos listos a enfrentar la vida.
Conviene comprender que unos y otros van
a necesitar de una fuerza que no se fabrica en ninguna parte del planeta, en
realidad no sabemos donde se encuentra esa fábrica, unos van a requerir de un
elemento que conocemos como electrón y el otro, un elemento que denominamos
célula, y unidas muchas células forman un cuerpo viviente de cualquier especie,
y muchos electrones unidos forman lo que conocemos como materia, pero ambos
requieren ser tocados quizás con una varita mágica que dará vida a esas
máquinas.
El motor de automóvil requiere electrones
que produzcan una chispa y que el combustible explote y de esa manera mueva los
pistones, la computadora requiere también de electrones y con ellos funciona la
fuente de alimentación y el sistema operativo se activa, el cuerpo viviente
requiere que las células comiencen a vibrar y entonces se vuelve autónomo y así
se pueda mover con entera libertad.
Solo falta que alguien ordene como y a
que velocidad debe funcionar el motor del automóvil o que alguien le diga a la
computadora lo que quiere que haga y en que forma, el cuerpo viviente tiene el
mismo problema, necesita que le digan que es lo que debe hacer y como, en los
tres aparatos se necesita entonces lo mismo, un software que determine como y
en que momento, cada aparato se moverá conforme a su software que serán
ejecutados por el hardware que se defina para cada caso.
Ese software organizará los movimientos
que haya de hacer el motor y en la computadora, su software le indicará lo que
deben hacer sus elementos en el trabajo que requiera y finalmente el software
del cuerpo viviente resolverá el manejo de los datos de ida y vuelta durante
cada orden que ejecutará el hardware designado, porque ya sabemos que poseemos
cinco: guato, olfato, vista, oído y tacto, el software designará que hardware
trabajará y en que momento.
Ya tenemos entonces respuestas que nos
definen perfectamente la dualidad en las máquinas propuestas y su similitud es
asombrosa, esa es la dualidad que vamos a encontrar en todas las disciplinas
descubiertas en el transcurso de los años, en el transcurso de la vida, y son
datos que aunque se pierden en la noche de los tiempos, de alguna manera
prevalecen en el proceso generacional y se repiten.
Un dato agregado es el hecho de que dos
seres vivientes que en apariencia tienen el mismo software, actúan de distinta
manera ante un mismo evento, una computadora actúa de la misma manera que el
motor del automóvil, pero cada uno con diferencias notorias, entonces se
desprende de lo anterior que cada ejemplo tiene su propia personalidad, creo
que comienzan a tener sentido algunos términos y teorías que están plasmadas en
muchos textos por demás atractivos, y una vez que pueda razonar con mayor
pulcritud lo que ahora he estado escribiendo, trataré de ampliar lo aquí
expuesto a mi saber y entender en futuros escritos.