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viernes, 17 de junio de 2011

Masonería y la regla

Mejores hombres para cada actividad social

Por: Julio Torres.

Uno de los primeros compromisos a los que se compromete quien ingresa a la masonería es el respeto a las reglas y para ello se diseñó el símbolo de la regla de 24 pulgadas.

Son 24 pulgadas que corresponden a las 24 horas que tiene el día e indica que se dividen en tres partes, cada una de ellas comprende ocho horas, para distribuir las actividades.

Ocho horas para el trabajo, ocho para el descanso o el estudio y las ocho restantes para dormir, con esta distribución entendemos que también en este asunto el número tres adquiere gran relevancia.

Una indicación primaria, al candidato que es recibido en una logia, se le compara con un niño de tres años, desde luego que se trata de una edad simbólica, pues recién ha nacido a la masonería.

Tres pasos, debe dar un aprendiz para ingresar en un templo masónico, tres niveles le esperan en tres peldaños para conocer las cualidades necesarias de un masón, ese es el símbolo inicial.

Se explica entonces que se hace necesario respetar lo que la regla indica con la división en tres partes y que las tres deben ser equitativas, cada una de ocho horas.
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Hacer una distribución exacta de cada parte de ocho horas, ocho horas para el trabajo, ocho para el descanso y el estudio y las ocho restantes para el sueño.

Cuando ocupamos una hora más en el tiempo de trabajo, estamos restando una hora al tiempo al descanso o estudio, es posible que no sea de gran trascendencia, pero ¿que pasa cuando esa hora la restamos al tiempo de sueño?

Deseablemente, sacrificar una hora de sueño, puede resultar que al día siguiente el cuerpo se cobre esa hora de descanso que le hemos quitado y pierda un porcentaje de eficiencia en el trabajo.

Quitar dos o tres horas al tiempo de sueño, siempre va a repercutir en el rendimiento de las actividades laborales, no es difícil imaginar las consecuencias que esto conlleva.

Esto se parece mucho al momento en que probamos una copa de vino fuerte, luego otras, hasta que nos embriagamos sin sentir como pasó, así ocurre si comenzamos por robar una hora y luego dos.

Podemos pensar que es mejor no sacrificar las horas de sueño y lo hacemos con las horas de descanso, haciendo a un lado el estudio, es posible que nada ocurra, solo el retraso en el avance profesional.

El problema se agudiza cuando en el libro de los haberes y deberes cotidianos existe un déficit que no podremos resolver de ninguna manera.
La simbología masónica ha diseñado el tema de la regla de 24 pulgadas, parece sencillo y sencillo es también respetar esa división, comenzamos con una hora y luego dos o tres o más.

Una vez que aprendemos a respetar los lineamientos de esta regla, va a resultar muy fácil acatar todas las reglas que la masonería ha preparado para el estudio completo de la carrera.

El camino es largo, nos esperan treinta y tres peldaños y cada uno con sus cualidades y exigencias, lo mejor será desde el ingreso, respetar la auto disciplina de la regla de 24 pulgadas.