Por: Julio Torres.
El alma, es algo que todos los seres humanos hemos tratado de entender y describir, sin embargo, resulta muy complicado encontrar una respuesta completa.
Un buen principio para encontrar una forma de explicar lo que es el alma puede ser en primer lugar, lo que es la libertad, igualdad y fraternidad del linaje humano.
Un compromiso inicial puede ser el proponerse estudiar y aprender a dominar las pasiones que tanto daño provocan cuando permanecen arraigadas dentro de nosotros.
Destruir el fanatismo, es tal vez en orden de importancia, el segundo de los propósitos dirigidos para ayudar a nuestros semejantes.
Como un deber imprescindible es el enseñar, para destruir el fanatismo que menciono, ese aprendizaje embellece el santuario del alma.
El santuario del alma no es otra cosa que el cuerpo que nos ha sido prestado para que podamos manifestar nuestras ideas y nuestras inquietudes.
En múltiples ocasiones hemos establecido que la masonería utiliza la mejor herramienta que existe para transmitir el conocimiento, el simbolismo, y en este caso utiliza el círculo y su cuadratura.
El círculo es la figura más hermosa de la geometría, limitada por un grupo de puntos que conforman una línea y esos puntos se encuentran todos, a la misma distancia del centro.
Ese círculo es el que simboliza el universo, el mundo o el cosmos, pero como todo lo que comprende al universo se complementa con otra figura geométrica: el cuadro.
Imaginemos entonces el círculo dentro del cuadro para poder entender la simbología completa, el círculo dentro del cuadro, o la cuadratura del círculo.
Un maestro masón puede calificarse como perfecto cuando conoce el círculo y su cuadratura, porque ahora puede expresar que conoce la naturaleza.
Conocer la naturaleza se refiere a que ha logrado conocerse a sí mismo, pero no solo físicamente, también se conoce a sí mismo intelectualmente.
Desde el ingreso a la masonería estudiamos la forma del templo, para que al término del estudio se comprenda el mensaje.
En la historia del maestro constructor se manifiesta el sentimiento íntimo de la inmortalidad del alma, o del hombre que se eleva por medio del pensamiento o la idea de su naturaleza.
Es entonces cuando toma posesión de su propia divinidad, y ante esto, de manera automática surge la pregunta: ¿entonces cual es la diferencia entre la maestría de la religión y la maestría de la masonería?
Ambas maestrías refieren los mismos principios, la diferencia es que la religión promete la inmortalidad después de la muerte y la ofrece como patrimonio desde que nacemos.
El objetivo es que acepten sufrir con paciencia la esclavitud en que los tienen los astutos y los tiranos, la masonería en cambio, nos hace dueños de lo que es nuestro.
Con el estudio en la masonería aprendemos a conocernos, para disfrutar de todos los bienes, porque todos somos hijos del mismo Dios, todos somos hermanos.
La perfección, es el proyecto más ambicioso que la masonería coloca ante nosotros por medio del estudio y el trabajo.