Por: Julio Torres
Se dice que en asuntos divinos la regla debe ser que si se está triste se debe cantar, que si es alegría lo que nos invade, se debe cantar, que si existe algún dolor o alguna carencia, que es mejor solicitar la solución cantando.
No puedo en este momento afirmar que lo que digo es absolutamente cierto, pero me propongo experimentarlo en los próximos días o meses para saber si lo que digo tiene sustento.
En el libro de los salmos del compendio bíblico así queda establecido, muchos son los canticos que se atribuyen al Rey David y curiosamente también se les otorga un cierto grado de efectividad.
Son 150 los salmos que integran el libro que a eso se dedica y cada estudioso de su tiempo le ha asignado a cada salmo un efecto no solo curativo, sino de vehículo de fe y salvación.
Existen cabalistas de todas la épocas que aseguran una virtud para cada salmo, recuerdo uno que es muy pequeño y que aseguran garantiza la reunión entre hermanos o amigos.
Esas reuniones no solo son de carácter amistoso, también resultan muy útiles para fines perfectamente definidos tanto de manera privada como pública y vale la pena descifrarlos.
Como simple curiosidad, le invito a leer alguno de los canticos graduales, no importa cual de ellos escoja usted, lo fundamental es encontrar alguna respuesta satisfactoria.
Abra el libro de los salmos, en este momento lo estoy haciendo y casualmente veo el salmo 140 que habla de la manera de contrarrestar la ira, la envidia y la lujuria, que también sirve para eliminar las tendencias negativas.
El salmo en sí solicita: Líbrame oh jehová, del hombre malo, guárdame de hombres violentos, los cuales maquinan males en el corazón, cada día urden contiendas.
Termina sentenciando este salmo: El hombre deslenguado no será firme en la tierra, el mal cazará al hombre injusto para derribarle, yo se que jehová tomará a su cargo la causa del afligido, y el derecho de los necesitados.
Los justos alabarán, los rectos morarán en su presencia. El salmo completo busca la manera de defenderse del perverso, casi invita a esperar que las cosas se resuelvan mágicamente.
Solo para ejemplificar, el salmo 133 dicen los cabalistas que garantiza la reunión entre amigos, socios o simplemente familiares porque el canto es simple y muy sencillo.
Este salmo habla de lo agradable que es el que los hermanos habiten en armonía, que es como el buen oleo sobre la cabeza, que desciende sobre la barba de Aarón y baja hasta el borde de sus vestiduras.
Dentro de esa sencillez, parece que se logra una reunión en perfecta armonía, y que si al comenzar esa reunión se canta esa gradualidad, con entusiasmo y destreza se garantiza el éxito.
Muchos años han pasado y la mayor parte de los habitantes de este planeta han recurrido a los artificios de los salmos, entonces no está por demás que solo por curiosidad tratemos de comprender lo que en ese libro nos entregan.
Cuantas veces sentimos que de verdad necesitamos un apoyo espiritual como el que comento, por lo tanto, le invito a reflexionar sobre este tema y le espero en la próxima.