Por: Julio Torres.
Por alguna razón
este día he recordado mis siete años, cuando me encontraba en la escuela de
enseñanza primaria en mi pueblo natal y debo reconocer que resultaba muy
emocionante, se acostumbraba entonces acudir de las nueve de la mañana a las 12
del día y regresábamos a las tres de la tarde cerrando el día de clase a las
cinco, o 17 horas, lo que me parece muy acertado ya que los maestros cumplían
eficientemente el encargo de educarnos.
Unos años atrás me
di cuenta que desarrollaba cosas que nunca antes comprendía, algo que ahora
entiendo que se trata simplemente de inteligencia, que me fue entregada desde
niño, gracias al cariño de mi madre que se mantenía atenta a cada uno de sus
hijos aunque era viuda, no puedo imaginar como lograba mantenerse a la
expectativa a cada paso que dábamos en la evolución familiar, también nos
inculcaba la rectitud en cada uno de nuestros actos.
Ella era de un gran
valor que se incrementó cuando murió nuestro padre, hubo que enfrentar los
retos conducentes, pero eso nos obligaba a hacer las cosas con valor y con la
prudencia necesaria en cada uno de los eventos familiares, no me explico como
es que se mostraba filantrópica si en realidad era muy poco lo que se podía
compartir con vecinos y parientes, imagino que su preparación académica aunque
precaria, era suficiente como herramienta de influencia en nosotros.
La gramática ocupaba
un espacio de gran importancia en el desarrollo de la enseñanza, pues era
indispensable grabar en nuestra mente cada una de las reglas gramaticales
necesarias en el buen uso del idioma, sin gramática resulta difícil transmitir
una opinión con respeto y dignidad, la gramática, es
una descripción sincrónica del sistema de una lengua, constituye el estudio
científico de su funcionamiento y sus características, hoy y siempre resulta
fundamental en todos los medios sociales y económicos.
Es necesaria también la retórica, como disciplina
que estudia la forma y las características de los discursos hablados o
escritos, entendiéndose como la manera de expresarse una persona, artificiosa o
no, el asunto es que resulte agradable a quien la escucha, pero aplicada con
lógica, reconocida como una de las ciencias más antiguas, se dice que un
discurso que carece de lógica simplemente no se puede reconocer como discurso,
simplemente es ruido carente de sentido.
Desde hace mucho
tiempo se ha establecido que el estudio de la aritmética es fundamental como
principio de todo estudio de la vida, sus reglas son tan precisas que no
admiten errores, los números son exactos, como exacto debe ser lo que se
pretenda comunicar, no es casual que el maestro Pitágoras haya trascendido
hasta nuestros días y su escuela sigue vigente como entonces, habremos de
comprender que sin aritmética no existe cimiento académico y social resistente.
La geometría resulta
ser un ingrediente más en el manejo de los asuntos humanos, sin ella no hay
manera de llegar a puntos finos y precisos en cada uno de los proyectos de toda
sociedad, con la aritmética y la geometría unidas, cualquier proyecto resulta
una belleza en todo su esplendor, como estructura eterna que nada ni nadie
podrá jamás derrumbar, desde luego que en aquella edad me resultaba muy difícil
comprender todo lo que en este momento describo, pero aprovecho este momento
con el fin de hacerlo extensivo a usted.
En los tiempos
antiguos hubo necesidad de buscar una descripción de lo que hoy conocemos como
música, hay quien dice que la música se describe desde hace mucho tiempo
gracias a la observación del movimiento del corazón que actúa con un ritmo
sincrónico como si fuera una emanación divina, nunca se equivoca, salvo cuando
padece alguna enfermedad, actualmente se ha descrito a la música como un
conjunto de sonidos que actúan con melodía, armonía y ritmo, de tal suerte que
es considerada una de las bellas artes primarias.
Finalmente es la
astronomía, el séptimo ingrediente que todo ser humano requiere en su andar por
la vida, sin esos principios resulta muy difícil comprender el resto de los
conocimientos que la vida nos tiene preparados, desde luego que no pretendo
afirmar que todo lo dicho en este escrito lo sabía desde pequeño, más bien,
trato de hacer una descripción de lo que vi entonces con una comprensión
limitada, pero que hoy después de muchos años he logrado comprender de esta
manera y me permito divulgar con el respeto suficiente que espero le sirva como
ocurrió conmigo.
Hoy puedo afirmar
que lo que manifestaba desde pequeño era inteligencia y rectitud con aderezo de
valor y prudencia, con ello comprendí la filantropía de mi madre, luego en la
escuela me hablaron de la gramática, la retorica y la lógica que hoy entiendo suficiente,
además de la aritmética y la geometría, con la música y la astronomía se
completan las herramientas necesarias en la comprensión de la vida y nuestro
universo, con todas estas herramientas puedo decir que estoy listo en la lucha
que debo enfrentar en esta vida y lo hago con toda la fuerza y el vigor que la
vida exige, si a los siete años hubiese comprendido lo que ahora escribo, tal
vez mi vida hubiera sido más sencilla, pero finalmente he comprendido lo que
viví a mis siete años y me complace infinitamente.