La Serendipia es una
práctica común en los niños, ellos no se encuentran supeditados a formulismos
convencionales, simplemente son niños y como tales, descubren fácilmente
palabras o conceptos como el que hoy nos ocupa, una Serendipia es un
descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado, se produce cuando se
busca otra cosa distinta, le pido me acompañe en esta aventura, creo que será
de su agrado.
He titulado
“Serendipia infantil” a este artículo porque considero que los niños nos
muestran Serendipia a cada momento y de manera automática, él niño está libre
de inducciones y pasiones, que nuestros padres y el medio ambiente se ocuparon
de inculcarnos desde temprana edad, si esta palabra la hubiese descubierto
desde mis años primeros, tal vez hoy sería mucho más feliz de lo que he sido a
lo largo de mi existencia que no es poca cosa, pero nunca es tarde.
Serendipia se puede
entender cuando un niño busca una galleta en la despensa y descubre deliciosos
dulces, también puede referirse a la habilidad de reconocer que ha hecho un
descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca, hasta podríamos
describir la Serendipia como sinónimo de la casualidad, coincidencia o
accidente, algunos autores han escrito sobre algo que han imaginado y que no se
conoce en su época, a futuro se demuestra que eso existe tal como lo definió el
escritor y con los mismos detalles.
Ocurre en muchas
familias que mamá, por razones educativas, a la hora de comer le sirve a papá
un suculento trozo de carne y al niño solo un pequeño fragmento, desde luego
que lo hace por razones convenientes a la constitución física de cada uno, pero
el niño simplemente protesta porque supone que debe repartirse la comida en
partes iguales aunque no se consuma de inmediato, a la sazón descubre por
Serendipia que el mundo no es igual para todos, algunas veces le han hablado de la igualdad y la
fraternidad en familia, ahora ha descubierto que el mundo es distinto.
El niño todavía no
sabe lo que es la democracia, solo sabe que la estructura familiar es de arriba
hacia abajo, que las ordenes se dictan de mamá a hijo y de papá a mamá e hijo,
de manera que le desconcierta infinitamente el lugar que ocupa en la familia y
como desconoce los mecanismos de “presión” que debe ejercer, no le queda más
remedio que aplicar en primer término algo que conocerá a futuro como
“tolerancia”, sin embargo, una situación de este tipo desencadena evidentemente
una serie de acciones que afectan el buen funcionamiento familiar.
Muchas veces no
damos importancia a los “pequeños detalles cotidianos”, no computamos los
efectos de estas causas o lo que causa un efecto como el descrito, pasado el
tiempo ocurrirá una Serendipia, cuando ya se hayan descompuesto tanto las
relaciones familiares, que descubrir una solución aceptable implicará una tarea
difícil como el encontrar una aguja en un granero.
En tiempos remotos
se entregaba todo el poder en un Rey que prácticamente era dueño de vidas y
haciendas, entonces, los súbditos solo se preocupaban por obedecer mandatos,
muchas veces injustos, pero a cambio recibía un pedazo de pan y un poco de agua
con unos granos de sal, eso era suficiente en su vida y no se daba cuenta de
que el rey, si degustaba los manjares más sofisticados y caros, esta situación
prevaleció muchos años hasta que un día, alguien aplicó la Serendipia y
descubrió que el Rey era distinto, que comía muchas cosas además de pan agua y
sal.
Imagino entonces
que, por Serendipia, se descubrió lo que hoy conocemos como el poder tripartita
o sea: La democracia, donde el Rey, ministro o presidente no puede ejercer el
poder de manera absoluta, así el niño, cuando no entendía la marcada diferencia
a la hora de comer, donde la decisión se tomaba de manera “autoritaria”, es
decir, en un solo sentido, es posible que los problemas del mundo en este
momento se deban a que no todos tenemos el mismo tamaño del trozo de carne a la
hora de la comida.