Hoy estamos de
fiesta, hoy se cumplen tres años de la llegada de un ciudadano, que no por su
corta edad es menos importante, pues su lógica es muy interesante, tal vez se
trata de una lógica natural o automática, una lógica kínder, que podríamos
imitar y con ella acreditar la solución a todo aquello que nos causa tanto
apuro rebuscado, ya que fácilmente olvidamos los principios de la convivencia
humana, le invito a descubrir de lo que se trata esta lógica kínder Garden.
A los tres años
somos efectivamente libres, de alguna manera sabemos que mamá y papá adquieren
la tarea de proporcionarnos seguridad de acuerdo a sus posibilidades,
pero estamos seguros de que nada desagradable nos puede ocurrir si nos mantenemos bajo la protección de la familia, lo que entendemos como la disciplina familiar que aunque no sabemos de qué se trata exactamente, entendemos que si respetamos las reglas que papá y mamá han establecido, todo se desenvolverá con perfecto orden.
pero estamos seguros de que nada desagradable nos puede ocurrir si nos mantenemos bajo la protección de la familia, lo que entendemos como la disciplina familiar que aunque no sabemos de qué se trata exactamente, entendemos que si respetamos las reglas que papá y mamá han establecido, todo se desenvolverá con perfecto orden.
A los tres años nada
sabemos sobre la salud y sin embargo, nos mantenemos sanos la mayor parte del
tiempo gracias al cuidado de mamá, ella prepara los alimentos, de su pulcritud
depende que nuestra salud se mantenga estable, contra la amenaza de virus y bacterias
y cuantas veces nos obligan a ingerir alimentos aun sin apetito, mamá entonces
aplica la magia de la ternura y el amor, no podemos resistirnos a la ingestión
de alimentos que finalmente nos proporciona la salud necesaria que nuestro
cuerpo necesita.
A los tres años
recibimos las primeras lecciones educativas, aprendemos que debemos higienizar
las manos antes de ingerir alimentos y los dientes después de cada comida,
además de otras disciplinas como el baño diario, la forma de vestir, la manera
de utilizar los utensilios de comida con el protocolo adecuado, la forma de
comportarnos en la mesa y cada uno de los asuntos necesarios inclusive lo que
los juegos determinan, sin olvidar el lenguaje adecuado y el respeto a las
reglas de convivencia en toda ocasión.
Mamá y papá se
ocupan también de los mecanismos de protección que debemos obedecer, con el
único objetivo de evitar accidentes, como parte complementaria del encargo de
la seguridad que se les ha conferido, pues los peligros en casa son igualmente
delicados como los que se enfrentan en la calle o en cualquier otro lado, el
manejo del fuego de la estufa de cocina o la electricidad, las puertas, el
jardín si existe o las herramientas de cualquier tipo, que lamentablemente
algunas veces se encuentran en lugares poco estratégicos.
En el renglón de la
salud, uno de los obstáculos embarazosos resultan los juegos que se practican a
los tres años, resulta muy complicado para el niño abandonar la distracción de
estar jugando frente a la hora de la comida, es oportuno entonces utilizar la
técnica del kínder y con ello “convencer” al niño
que renuncie al juego a cambio de un alimento y dicha técnica bien aplicada entrega resultados óptimos.
que renuncie al juego a cambio de un alimento y dicha técnica bien aplicada entrega resultados óptimos.
Importante entonces
será que mamá y papá traten de aprender técnica Kínder Garden con lo que
obtendrán excelentes resultados en el terreno de la educación, una buena
práctica puede ser utilizar un momento del día en revisar cualquier libro de
dibujos, y que el niño comience a imaginar lo que dichos dibujos tratan de
decir, de esa forma se establecerá como una ceremonia de iniciación, al estilo
de vida familiar apropiado, y así, el niño o la niña comprenderán el futuro que
les espera, a favor de la libertad y las buenas costumbres, por una vida limpia
y sin mancha.
Cuando en familia se
practican las buenas costumbres, ejercitando la seguridad familiar, cuidando la
buena salud y trabajando en la conquista de una buena educación, es entonces
que el trabajo de ser papá y mamá puede declararse como “misión cumplida” a manera
de gobernantes elegidos por los mismos niños, que solo exigen: Seguridad, salud
y educación, como objetivo de felicidad compartida.