Aceptar
sin investigar que en nuestros cielos aparecen ovnis o platillos voladores,
resulta muy aventurado, aceptar que haya cosas que el observador ordinario, o
incluso el observador experto no entiende, es inevitable.
Pero,
¿Por qué, si vemos algo que no reconocemos, llegamos a la conclusión de que es
una nave espacial? ¿Por qué imaginar que un grupo de seres de otro planeta nos
vigilan?
Hay
casos de los que se informa con fiabilidad que no son raros, y casos raros que
no sean fiables, no hay ningún caso en que la declaración de algo extraño que
solo pueda ser una aeronave, sea tan fidedigna que permita excluir una mala
interpretación.
Regularmente
nos bombardean con declaraciones sobre ovnis que nos vendes en pequeñas
porciones, pero rara vez nos dicen algo que permita confirmar resultados.
No es
difícil comprender que las publicaciones que de esto se encargan venden más, ya
sean periódicos, libros, documentales fílmicos o programas de radio y
televisión, que resulta más divertido creer que investigar.
Una
nota sobre un accidente entre naves espaciales, cualquier estafador
experimentado se aprovecha de los crédulos, afirmando que extraterrestres de
poderes inmensos vienen a jugar con la especie humana.
Con el
ejemplo anterior se confirma el propósito de la masonería cuando indica al
iniciado que no debe creer a pié juntillas lo que le dicen, que debe dudar y
analizar para emitir un juicio que resulte convincente en todos sus aspectos.
En el
siglo XIX, Thomas Henry Huxley declara: “Confíe en un testigo, en todo aquello
en lo que no esté fuertemente involucrado ni su propio interés, ni sus
pasiones, ni sus prejuicios, ni su amor por lo maravilloso”.
“Si lo
están, exija una prueba que lo corrobore en proporción exacta a la
contravención de la probabilidad por la cosa atestiguada”.
Mucha
gente esta convencida de que el testimonio de un testigo ocular es fiable, que
la gente no inventa cosas, que las alucinaciones a este nivel son imposibles.
La
credibilidad en el tema de los ovnis aumenta cuando imaginamos que el gobierno
o quien sea, nos oculta la verdad en asuntos delicados y hasta pensamos que
surgen noticias de ovnis cuando es necesario ocultar algo importante.
Pero,
lo importante es haber tomado este asunto de los ovnis, y ejemplificar el
principio de la masonería, que nos invita a dudar de todo aquello que no
sabemos, o no entendemos, o simplemente de aquello que nos produce una duda.
Es lo
que se denomina la duda filosófica, que sugiere: ¡Analiza! Antes de tomar una
decisión, ¡Investiga! Antes de aceptar lo que escuchas, ¡Analiza e investiga!
Lo que te quieran transmitir, es posible que lo dicho esté fincado sobre una
especulación.
Recuerda
que existen muchas personas ambiciosas que solo esperan el momento de obtener
lo que les satisface sin importar el daño que provocarán al difundir asuntos
como el de los ovnis.
Si los
ovnis existen, solo debemos preguntarnos: ¿Por qué no se dejan ver? ¿Por qué no
nos dicen que es lo que quieren? ¿Será que no existen y nunca han existido?
Recuerda, duda de todo, analiza.