miércoles, 3 de agosto de 2011

Astrología, astronomía y masonería


Por: Julio Torres. La astronomía se enseñaba en base a la astrología porque estos eran los conocimientos más antiguos que sirvieron como base para el avance científico de la época.

La masonería no puede mantenerse alejada de todo cuanto al ser humano se refiere, es por eso que los meses eran equivalentes a cada nombre de los signos del zodiaco.

Las pruebas de lo dicho han quedado a la vista, en esos tiempos que solo los podemos imaginar con un proceso deductivo ya que es muy poca la información de que se dispone, cada símbolo, cada sujeto es la imagen más o menos palpitante de una verdad oscura o la representativa de un modo positivo.

El inteligente estudia la historia de los conocimientos humanos, religiones, cultos, moral, legislación, ciencias, artes e industria, los 12 signos del zodiaco servían de base para medir el tiempo transcurrido, en lo que hoy conocemos como un año, cada signo mide 30° que multiplicados por 12 resultan los 360°.

Iniciaban con el signo de Aries y eso no se ha podido cambiar porque cada signo comienza a la altura del día 20 o 21 de cada mes como lo conocemos hoy día

Tomaremos como muestra el signo de Aries que comienza a mitad de mes de marzo y termina a mitad de mes de abril y así sucesivamente hasta completar los doce signos que hoy conocemos como los doce meses del año.

La agricultura era la fuente de su riqueza, el conocimiento de los fenómenos celestes y de las estaciones no solo los hacía útiles a su país para dirigirle en sus empresas agrícolas, sino que aumentaba su prestigio, creyendo el vulgo que por sus relaciones con la divinidad predecían los cambios meteorológicos, los eclipses y los resultados de la cosecha.

La población con estímulo natural de proveer cuidaban aquellas tierras que abastecían, con poco trabajo, las necesidades materiales, permitió dormir la inteligencia y lentamente el gobierno patriarcal que lo regía compuesto de hombres excepcionales concluyó dominado a todos.

Se entregaban al estudio de las ciencias y pensaban por los demás, se convirtió en poder soberano, que con el transcurso del tiempo se organizó en casta legisladora, sacerdotal y guerra, para unir a la pericia del saber la pujanza audaz y el esplendor de la opulencia.

Su máxima era: todo para el pueblo y nada para el pueblo, querían que la extensión de los conocimientos estuviera siempre acompañada de la elevación del alma, y que no se prostituyera la doctrina reservada a los corazones generosos no comunicarla a los que no sabían emplearla.

Por eso daban sus lecciones en emblemas astronómicos, apólogos y jeroglíficos que solo entendían los iniciados, debemos meditar sobre el secreto de los misterios y dogmas de las distintas religiones antiguas y modernas, que se visten de aquel o este ropaje para encantar la imaginación o aterrar.

Contener al pueblo por medio del temor a la cólera divina es más sencillo que con la educación, para aterrar no se requiere sabiduría.

Como vemos, parece que sigue vigente la forma de controlar a los pueblos, la fórmula de aterrar por medio del temor divino está viva.

La masonería retoma todos estos conocimientos para enseñar a todos los seres humanos que se puede disfrutar de la felicidad y no es necesario esperar a obtener esa felicidad en la vida eterna.

Por lo tanto, la masonería sugiere que por medio del estudio se puede erradicar la ignorancia, que asegura la felicidad en esta vida, con astrología combinada con ciencia junto con el gran deseo de buscar la felicidad propia y de nuestros semejantes.

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