lunes, 1 de agosto de 2011

Relación amistosa


Por: Julio Torres. La palabra armonía se interpreta bajo distintas premisas, puede tratarse de la proporción y relación adecuada entre los elementos de un todo, y se ajusta para las reuniones en la masonería.

Es posible que alguien recuerde lo siguiente: Que bueno y agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía, no importa en que lugar se lleve a cabo el encuentro.

La unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes, pero acordes entre si, se puede comparar con una reunión de la masonería.

La relación amistosa y sin tensiones entre dos o más personas, se califica como vivir en armonía y en música se define como el arte de la formación y encadenamiento de los acordes.

De acuerdo con lo escrito en los párrafos anteriores, deducimos que todo conocimiento ha estado presente desde hace muchos siglos y una prueba de ello son los fragmentos que he escrito que corresponden al salmo 133, como parte del libro que comprende 150 salmos.

No solo ese cantico con las características descritas es el único sobre la invitación a reunirse, existen otros que son más específicos y cada uno con un objetivo definido.

Las reuniones en la masonería se llevan a cabo con un protocolo perfectamente definido, de tal suerte que se hace necesario que los masones asistan con cierta regularidad.

Muchas veces ocurre que por causas justificadas un masón deja de asistir dos o tres veces y después le cuesta mucho trabajo continuar asistiendo sin saber o entender lo que causa esa aparente pereza.

Sin embargo, podemos afirmar que no es la pereza lo que impide la asistencia, más bien se trata de uno de los males más arraigados en los seres humanos, es la ignorancia.

Como siempre tratamos de esconder nuestra ignorancia en determinados asuntos, cuando perdemos continuidad en las reuniones, perdemos también el entusiasmo, por no aceptar que hemos sido superados por quienes han sido constantes.

Que bueno y agradable es habitar los hermanos juntos en armonía decreta el salo 133, y que difícil resulta esa armonía en determinados momentos cuando alguno de los asistentes no ha logrado concentrarse en el trabajo y provoca desconcierto.

Sirva este comentario para explicar la importancia de seguir los protocolos establecidos con la disciplina y respeto que cada uno de los asistentes habrá de acatar con buena disposición.

Obligación de todos los asistentes es mantenerse en silencio a partir del momento en que el jefe de la logia pide ese silencio, con la energía que debe imprimir de acuerdo a su jerarquía.

A partir de ese momento, todos los asistentes seguirán como lo indica la liturgia, paso a paso cada uno de los momentos durante el desarrollo de los trabajos y con la disciplina establecida.

Suele ocurrir que alguno de los asistentes no logra la concentración necesaria para seguir la ceremonia como está prevista en la liturgia y se corre el riesgo de distraer a los demás.

La liturgia prevé momentos como el que describo y recomienda llamar la atención con suavidad, haciendo ver a quien está distraído que busque lograr la concentración adecuada.

Esta es una de las razones por la cual nos reconocemos como hermanos, porque como condición humana estamos obligados a respetar al hermano e invitarlo a reflexionar en el comportamiento que manifiesta.

En las reuniones de la masonería siempre encontramos puntos afines entre todos los asistentes.

La relación amistosa que existe en cada logia siempre será ejemplo para el bienestar social y de la familia.

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