Por: Julio Torres.
La fuerza, el poder y la energía que está
en cada electrón y lo mantienen vibrando y moviéndose, es el espíritu, por lo
tanto la definición podría ser: “El espíritu es la energía vibrante que
fortalece las manifestaciones de toda materia” en su momento hablaremos de todo
lo que se refiere a naturaleza y origen.
Si aceptamos que todos los electrones
están compuestos de este espíritu, muy pocos de los millones y millones en un
espacio pequeño están compuestos de la misma cantidad de espíritu, aunque
tienen la misma calidad o en pequeñas diferencias, pero esas pequeñas
diferencias en espíritu hace que cada electrón vibre o se estremezca más rápido
o más lento que otros.
Por ahora resulta imposible ser exactos
en el número de vibraciones, porque varían de cuatrillones a quintillones por
segundo, parece que existe una diferencia de solo dos o tres vibraciones por
segundo en algunos casos, pero un dato de mayor importancia es que unos vibran
con número impar y otros con número par.
Lo anterior es medido en vibraciones por
segundo, el resultado se confirma porque algunos se atraen y otros se repelen,
los que son número par atraen o son atraídos por los que vibran con un número
impar, lo mismo ocurre a la inversa.
Creo que la pregunta sigue siendo: ¿Por
qué tratar estos temas materiales cuando hablamos de alma y espíritu,
conciencia y demás asuntos? Pues se tratan porque están relacionados, pues la
composición de la materia y la naturaleza del electrón están en el mismo
estudio.
Es fundamental mantener en la mente que
el espíritu, el alma y la consciencia se manifiestan en este plano terrenal a
través de la materia, ya que ignorarla y decir que todo es espíritu, que todo
es alma, que todo es mente y que todo es Dios es un tanto desventajoso, es como
decir la mitad de la verdad.
Ninguna media verdad es suficiente, tal
vez una media verdad invite más a la ignorancia que al conocimiento,
apartándose de la inquietud y requerimientos del ser humano que siempre
antepone el ¿Por qué?
El hombre no crea materia, por lo tanto,
no es su privilegio hacerla a un lado y decir que no tiene valor ni utilidad,
por otro lado, debido a su ignorancia, el hombre le ha dado mucho crédito a la
materia dándole un lugar tan grande en su vida que no hay razón para que gire
su actitud hacia ella y se apasione en acaparar.
El hombre primitivo vivió en condiciones
deplorables, permitió la insalubridad y gradualmente sufrió las enfermedades
con los resultados conocidos, hoy día el ser humano ha demostrado el dominio
que ejerce sobre las condiciones antihigiénicas, pero no por medio de negar la
existencia sino dominándolas.
Esa es la manera racional en que debemos
enfocar el asunto, la materia es un valioso servidor nuestro y en tanto más
sepamos de ella, más nos daremos cuenta de nuestra habilidad para controlar y
dominar la naturaleza de la materia, que junto con lo aprendido sobre
conciencia, mente, alma y espíritu, continuaremos entendiendo esas partículas
vibratorias llamadas electrones.
Ahora comenzaremos a comprender que la
materia es el teatro del movimiento, en el que la fuerza que produce a la
materia y que constituye la esencia misma de la materia, es el movimiento o
vibración del espíritu, pero eso lo iniciaremos en el próximo reportaje,
gracias y hasta entonces.
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