martes, 22 de julio de 2014

Infantes inmigrantes

filosofía,arte,ciencia,cultura
¿Niños culpables? NO
Los niños inmigrantes no son delincuentes, no son culpables, simplemente son menores de edad que por distintas causas se encuentran en tal situación y si de buscar culpables se trata, de ninguna manera podemos culpar a los Estados Unidos por tratarlos como los tratan, creo que lo que sucede es que ese país ya no cuenta con los medios suficientes con los que se pueda remediar una situación que no es de ellos, más bien debemos culpar a los gobernantes de los países que producen una pobreza que genera este tipo de conflictos.
La gente emigra por la sencilla razón de que en su lugar de origen no están habilitadas las estrategias necesarias en trabajo, estudio y creación de fuentes de riqueza, tanto urbanas como rurales, Políticas equivocadas tal vez, sean la causa principal de este fenómeno social, pero no se vale que los menores de edad sean quienes sufran dichas equivocaciones, es muy importante aceptar que este conflicto nace en los países de origen de estos niños y si no se acepta como tal, entonces durante muchos años habremos de padecer ese error.
La razón del conflicto puede ser muy compleja pero, entonces toca a
los “representantes populares” tomar las medidas pertinentes, o simplemente abrir los textos de los postulados de Simón Bolívar donde declara que: “Los legisladores necesitan ciertamente una escuela de moral”, una escuela donde puedan entender o comprender que ellos son “los representantes del pueblo” que en la medida de que diseñen leyes en favor del pueblo obtendrán el respeto irrevocable de ese pueblo que dicen representar.
La causa principal de su desprestigio es el dinero, mientas ellos reciben o se adjudican un salario “especial” el trabajador más modesto recibe veinte o treinta veces menos, basta con la comparación de los supuestos programas de apoyo donde reciben quinientos pesos mensuales de ayuda, algunas personas de pobreza extrema, mientras el legislador
recibe hasta quinientos mil en ese mismo mes, de manera que quien recibe solo quinientos, además debe contribuir con los impuestos agregados a los productos que consume.
Por otro lado, quienes producen la riqueza son los empleados y trabajadores de las empresas legalmente constituidas, pero son tantos los impuestos directos e indirectos que resulta muy difícil colocar los productos en el mercado pues dichos impuestos encarecen tanto los productos que la competencia con los precios de otros países coloca a
nuestros productos fuera de competencia y nuestros trabajadores terminan por emigrar a otros países con mejores condiciones de vida, aunque en ello pongan en riesgo su propia vida.
Señores gobernantes, en este caso latinoamericanos, en ustedes está la solución, no esperemos que nuestros problemas los resuelva el país más rico, entiéndase que no es su obligación, el problema es nuestro, la solución puede ser tan sencilla como la voluntad de trabajar en verdad en favor del pueblo que los eligió, solo tienen que preguntarnos ¿Qué es lo que realmente necesitamos? Y no lo que

ustedes creen que necesitamos visto desde su “curul” o desde su escritorio, el país es mucho más que lo que ustedes alcanzan a ver.
La fórmula ideal es que, cada ciudadano se dedique a lo que sabe hacer de la mejor manera posible y que se entienda que la razón de existir de un gobierno es ofrecer “seguridad” en primera instancia, que mi familia, mi persona, mi propiedad y mi trabajo siempre y en todo momento estén protegidos, tanto en el libre tránsito como en el hogar y el trabajo, esa es su primera obligación, pues sin seguridad nada
puede progresar, la obligación de quien esté encargado de la seguridad no debe esperar que el ciudadano busque sus propias medidas de seguridad, porque entonces las cosas no funcionan.
La salud es el segundo requisito de todo gobernante, puesto que un pueblo saludable genera la riqueza necesaria, un pueblo saludable crea familias saludables, un pueblo saludable genera ciudadanos triunfadores en todos los terrenos y en todas las actividades y ese pueblo saludable debe contribuir con impuestos saludables que el gobierno administrará con inteligencia y equidad, con el fin de que dicho gobierno también sea saludable.
El tercer requisito es la educación, el gobierno debe cuidar se realice dentro de las normas que la nación necesite, que la industria requiera, que la sociedad demande, libre de todo agente externo que trate de contaminar, porque eso retrasa el progreso y un país sin progreso es un país destinado al fracaso, que se cambie lo que no funcione y que se apliquen las medidas necesarias, pero siempre pensando en el pueblo desde el más rico y poderoso hasta el más necesitado.
Señores gobernantes, deseo fervientemente que me puedan hacer el favor de voltear a ver al ciudadano y se den cuenta de lo que en verdad necesita y como lo necesita, no critico lo que ustedes hacen, simplemente deseo que nos pregunten si lo están haciendo bien o no, creo que no es mucho lo que demando, la solución a todos los problemas de gobierno está en el ciudadano, recuerden que la constitución declara que vivimos en “una democracia” no en una monarquía, no existen títulos nobiliarios, solo existen títulos profesionales en todos los niveles, nosotros pueblo, sabemos lo que nos hace falta y como conseguirlo, solo pregunten, no quieran resolver lo que no han vivido o lo que no conocen, solo pregunten a quien deben preguntar.
Recuerden, la solución de los niños emigrantes y el resto de los problemas del país está dentro de este país y no en el país más poderoso, cada país debe resolver sus propios problemas, solo recuerden, primero necesitamos “seguridad” después “salud” y luego “educación” y con esos tres ingredientes, el país se convertirá en el paraíso que tanto hemos soñado, nuestro país es tripartita y nosotros pueblo, somos la parte más grande y ustedes solo son unos cuantos, no lo olviden.

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