Espejo, engaño nuestro de cada día
Por: Julio Torres
El engaño, practica milenaria de los
seres humanos que se pierde en la noche de los tiempos, pero tal vez, sí
podemos establecer como inicio de esta tendencia a una fecha convencional, esa
fecha bien puede ser el día que los primeros habitantes de este planeta
descubrieron un instrumento maravilloso que dieron por nombre: “Espejo”,
inicialmente debieron sentirse atraídos
por la imagen reflejada, después, paulatinamente debieron descubrir que
esa imagen no era otra cosa que ellos mismos y el placer de ver su imagen debió
ser impresionante.
Al correr de los años, el descubrimiento
del espejo debió entregar una serie de experiencias que cambiaron las
costumbres habituales de nuestros antepasados, a tal grado que a partir del
espejo, la historia natural de la humanidad evolucionó diametralmente, pero eso
no es todo, resulta que el espejo nos colocó también ante un conflicto que a la
fecha no hemos podido resolver de manera efectiva, el espejo lamentablemente
coloca frente a nosotros a un ser que en realidad no conocemos pues nos muestra
a ese yo totalmente extraño.
La realidad es que nos vemos al espejo y
dudamos de lo que vemos, como si ese espejo mostrara gran interés en
confundirnos, lo que pasa es que no somos capaces de aceptar que lo que ese
espejo nos dice es la verdad pura y sencilla, mi nariz parece estar desviada a
la izquierda, solo que nunca lo había descubierto, porque nunca pude ver mi
realidad, ahora resulta que me he estado engañando durante muchos años, luego
descubro que no soy “esbelto” como afirmaba cuando mis amigos me sugerían que
bajara de peso y muchos descubrimientos que no quiero recordar.
Alguien dijo que un espejo es el mejor
amigo que tenemos, pero a veces tratamos de golpear a ese “amigo”, porque nunca
nos dice lo que queremos escuchar y cuando nos acercamos a él, tratamos de
verlo de “reojo” como queriendo engañar, sin pensar que solo se trata de un
“auto engaño”, de manera que la zona de engaño, es mejor que la verdad misma;
existen disciplinas donde la primera recomendación es tratar de verse al espejo
sin más equipo de defensa que la búsqueda de la verdad, poniendo como escudo
aquello de: “La verdad nos hará libres”.
“Conócete a ti mismo” “concentra tu
mirada ante un espejo y verás tu alma” y tantas formas que se han encontrado y
descrito con el fin de resolver problemas aplicando una retrospectiva personal;
“comenzando por el principio”: Tratar de conocernos a nosotros mismos, como
principio y fin de una vida placentera soportada en la verdad que aunque
dolorosa, ninguna otra medicina es efectiva en la búsqueda de la felicidad, si
aceptamos nuestra verdad en ese espejo, estamos en el umbral de esa felicidad
tan buscada.
Hoy día, la tecnología ha encontrado
inclusive una solución a la parálisis cerebral por medio de un espejo virtual,
el paciente es ayudado por medio de la computadora a crear imágenes virtuales
de personas con distintas actitudes y actuando con el interesado, el
resultado ha entregado muy buenas expectativas de solución a enfermos antes
marginados y me imagino que quienes laboran como investigadores, cada día
encontrarán terapias múltiples que poco a poco ayudará a todo tipo de enfermo.
Pero quienes nos consideramos no enfermos
o “sanos” de acuerdo a los
parámetros que nos han inculcado desde niños, debemos aceptar primero que el objetivo es “conocernos a nosotros mismos”, el engaño no cambia de cara, acepto y concluyo entonces que: “El espejo es mi mejor amigo”, el espejo siempre me dice la verdad, el espejo me hace sufrir y hasta llorar, pero nunca me engaña.
parámetros que nos han inculcado desde niños, debemos aceptar primero que el objetivo es “conocernos a nosotros mismos”, el engaño no cambia de cara, acepto y concluyo entonces que: “El espejo es mi mejor amigo”, el espejo siempre me dice la verdad, el espejo me hace sufrir y hasta llorar, pero nunca me engaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario