Nuestro mundo correspondería llamarse planeta océano y no planeta tierra, ya que el 75 por ciento
se encuentra cubierto por agua, la gran promesa de la subsistencia humana. El
hombre, está comenzando a ver el mundo acuático como proveedor de alimentos y
como refugio adecuado y seguro ante un futuro incierto.
“Literalmente es otro mundo, es como entrar en
un sueño surrealista de percepción espacial, podemos sentir cada respiración,
lo significa la confirmación de nuestra existencia, quedando en éxtasis en un
mundo mágico de tonos azulados, con criaturas nunca vistas y solo descritas por
el intrépido y legendario “Cousteau”, después de una hora de contemplación,
emergemos a la superficie para caminar en la tierra y sentirnos bípedos una vez
más” “se dice que en el mar no caminamos, solo flotamos”.
En la costas del golfo de México, se encuentra el complejo de arrecifes veracruzano, a cuatro horas
de la ciudad de México, por la autopista Puebla - Veracruz, se encuentra la
Bella ciudad “puerto de Veracruz”, con verdadero sabor costeño y con las
comodidades de una ciudad moderna, existen muchas atracciones, el puerto nos
regala un abanico de posibilidades susceptibles de ejecutar en sus costas, sin
embargo, quienes han practicado el buceo dicen haberse se iniciado en este
puerto maravilloso.
La
ciudad cuenta con hoteles para todos los presupuestos, hoteles de tres y
cuatros estrellas, o incluso una zona con hoteles de gran turismo para los muy
exigentes. Además del Buceo, en Veracruz podemos disfrutar de una gran variedad
de atractivos turísticos: como “el Baluarte de Santiago” “la casa del Santo
Oficio” “el ex-convento de San Francisco” “el Faro Venustiano Carranza” “el
Hospital San Sebastián” “Catedral, Palacio Municipal, Santuario de la Reforma”
“Templo del Cristo del Buen Viaje” “edificio de la Aduana” “edificio de Correos
y Telégrafos y los Portales.
Entre
los museos de la ciudad, mencionaremos el de arqueología, historia, cultura de
la ciudad y el fuerte de “San Juan de Ulúa”. Además de un importante atractivo
que no podemos dejar de visitar, el Acuario de Veracruz, que se inauguró en
1992 y que nos da un pequeño adelanto de lo que veremos en sus arrecifes, ahora
es tiempo de dirigimos a la tienda de buceo y ordenar nuestros equipos, algunos
están en su viaje de certificación, es decir, es la primera vez que
experimentarán el buceo en el mar, se percibe sensación de nerviosismo y
expectación de que estamos a punto de realizar algo nuevo en nuestra vida.
Cada
uno de nosotros revisa: aletas, “máscara de buceo”, “snorkel”, neopreno,
regulador, chaleco compensador y tanque de aire, ahora es momento de acudir a
la embarcación equipada y acondicionada que nos brindará la oportunidad de una
nueva experiencia, viajaremos una hora y media aproximadamente, hasta llegar a
lugares lejanos del arrecife,: la Anegada de afuera y “Santi guillo”, con mar
en calma, recorremos el trecho que nos separa de la aventura, pasamos entre la
Isla verde y la Isla pájaros para después dirigirnos un poco mas al sur hacia
el área de “Antón Lizardi”. En el camino armamos nuestros equipos de buceo
colocando el tanque en el arnés del chaleco y colocando el regulador en el
tanque. Probamos que cada pieza funcione a la perfección, ya que nuestra
seguridad y disfrute depende de su perfecto funcionamiento.
Por
seguridad nos organizamos en parejas y así nos tiramos al agua, al mejor estilo
de los buzos: hacia atrás y ya que estamos todos en la superficie, damos las
últimas indicaciones y comenzamos la inmersión por el cabo del ancla que nos
ayuda a mantenernos juntos de dos en dos, desfilamos el chaleco compensador y
nos adentramos en un mundo en donde el sonido viaja 25 veces mas rápido que en
aire, las cosas se ven 25 por ciento mas grandes y 33 por ciento mas cerca,
esto debido a un fenómeno provocado por el cristal del visor, tal vez de ahí
viene la fama de los buzos de ser exagerados.
Cuando
alguno de los principiantes manifiesta problemas, simplemente bajamos más
despacio con él, soplando por la nariz igualando la presión del agua que
aumenta una atmósfera cada 10 metros, al llegar al fondo, el grupo se reúne,
felicitamos a los principiante dándoles un fuerte apretón de manos por haber
llegado al fondo por primera vez y puntualizamos que los colores se han tornado
azulados debido a que la luz no puede penetrar en el ambiente denso del agua.
El
recorrido a quince metros de profundidad, tal como lo acordamos previamente en
nuestro plan de buceo, en ese lugar los principiantes permanecerán en el banco
de arena para realizar algunos ejercicios de práctica, mientras los demás
miembros del grupo inician su recorrido en el fondo marino, las primeras
formaciones que vemos son un grupo de corales cuerno de ciervo, registradas
así, por estar pegada al arenal, no se ve el macizo de coral blanco, conforme
avanzamos, descendemos a mayor profundidad y el banco de piedras y coral blanco
va tomando forma ante nuestros ojos, existe gran cantidad de cerebros o “coral
múcura”, corales que como su nombre común lo dice, semejan un gran cerebro que
puede llegar a medir varios metros de diámetro.
Entre
las piedra encontramos un pez cirujano y mas abajo un pez piedra, que presenta
un camuflaje perfecto, ya que tiene la capacidad de mimetizarse con la roca, y
hay que tener mucho cuidad pues sus aletas dorsales que pueden inyectar un
poderoso veneno, pero si no se le molesta o toca es inofensivo, mas adelante se
nos une una escuela de barracudas, peces que tienen un fiero aspecto, pero en
realidad no atacan a los buzos, lo que a veces provocan desconcierto y sacan de
sus casillas a los buzos, ya que por curiosidad pueden rondar por mucho tiempo
alrededor de ellos.
Entre las rocas, descubrimos también una gran cantidad de arbolillos de Navidad, en realidad son gusanos
de tubo, estos gusanos parecidos a pequeños pinitos sobresalen unos 10 o 20
centímetros de las rocas y cuando intentas tocarlos se meten en un abrir y
cerrar de ojos desapareciendo como por arte de magia, seguimos nuestro
recorrido y hemos llegado a 70 pies, equivalente a 21 metros, es la máxima
profundidad que alcanzaremos durante la inmersión, aquí descubrimos un banco
enorme de peces plateados que pasa semejando a una gran roca movible, uno de
los buzos se distrae con el espectáculo y sin querer roza un coral anaranjado,
inmediatamente siente ardor y picazón se topó con un coral de fuego, que como
protección genera una sustancia compuesta de proteínas con gran capacidad
irritante.
Durante
el recorrido vemos algunas morenas, peces loro y algunos más, uno de los buzos
se percata de que su manómetro marca bajo suministro de aire, nos agrupamos
nuevamente e iniciamos el ascenso lento hacia la superficie, para evitar la
enfermedad de la descompresión, realizamos una parada de seguridad a 5 metros
de profundidad y después emergemos a la superficie, felices de nuestro paseo
submarino. Y en la embarcación, comentamos la experiencia sobre las maravillas
que contemplamos, preguntamos al grupo de estudiantes e invitamos a describir
cómo les fue y están maravillados por su experiencia, aunque estuvieron la
mayor parte del tiempo practicando las destrezas básicas del buceo pues fue su
primer contacto con este mundo y esa primera vez nunca se olvida.
Regresamos
al puerto y nos reunimos a comer en el centro de Veracruz entre marimbas y agua
de horchata además de un festín de mariscos y seguimos contando las historias
de esta maravillosa actividad: El buceo.