Por: Julio Torres
Por lo menos se requieren 15 años de estudio para merecer la distinción de gran maestro masón, cuando ya se han tocado puntos muy importantes como los que veremos ahora.
Sembrar la duda en todo lo que se escucha, es el espíritu de quien se inicia con el objetivo de hacerle tocar con el dedo de la esclavitud en que ha vivido para impulsarlo en el estudio de la verdad.
Todos conocemos las facultades intelectuales y morales con que hemos sido dotados desde el nacimiento, solo que ahora aprenderemos a utilizarlos debidamente.
El estudio de la vida y de la muerte es el objetivo a demostrar, y que la inteligencia sola constituye y distingue al hombre para conservarle toda su integridad.
Luego entendemos que la conciencia es nuestro verdadero juez, buscando la equidad interna y externa, cuando la conciencia es convenientemente ilustrada es suficiente para conocer lo bueno y lo justo.
También entendemos la eternidad, no la temporalidad de la existencia de la humanidad, entender que el hombre es un ser finito.
No podría arrancar a la naturaleza sus más ocultos secretos ni crear las ciencias y las artes si la inteligencia no fuese una emanación directa del gran arquitecto del universo.
Conocer el secreto del mal, es vencerlo y evitarlo, proponerse despertar la curiosidad sobre el estudio de las miserias sociales e investigar cuales son sus causas reales.
Entender que no hay más derecho que el derecho natural, el objeto es poner en claro, el derecho de dictar leyes y hacerlas efectivas.
La optimización pertenece exclusivamente al pueblo y a éste toca discutirlas, ponerlas en vigor, así se proclama la soberanía popular como base de la organización social y política.
La libertad es el único vínculo sólido y legítimo entre el trabajo y la propiedad, estudiando las bases más sólidas en que descansa el edificio de la asociación humana.
Investigar los medios prácticos para llegar al mejor modo de elección de los agentes encargados de ejecutar la voluntad del pueblo y corregir los abusos en que puedan incurrir.
El estudio de las relaciones internacionales consideradas desde el punto de vista de la libertad, la igualdad y la fraternidad, todo para obtener el mayor progreso de la especie humana.
Entender las líneas que separan a la familia del municipio, al municipio de la provincia y a la provincia de la nación, para estudiar los medios eficaces para armonizar las diversas autonomías necesarias.
El estudio del tributo e investigación de los medios eficaces y prácticos para hacer de él, un elemento real de la riqueza pública.
Examinar las nociones que tenemos sobre “la causa primera” de su origen y de cómo es en nuestro espíritu y la manera de hacerla compatible con las exigencias de la justicia universal.
Proclamar y reconocer el derecho de la libertad absoluta de la conciencia, y del pensamiento que todos los seres humanos poseen por derecho de su propia naturaleza.
Los seres humanos libres por derecho natural deben ser en verdad libres, una libertad personal no puede ser restringida por ley, la infracción de este principio engendra un conflicto entre los derechos.
El respeto a la libertad e independencia de las naciones consideradas como agrupamientos históricos o territoriales y finalmente, entender que el derecho de reunión es el factor indispensable para la marcha del progreso.
Como podemos deducir de los temas apuntados, el estudio no es pequeño, pero si muy importante, porque tiene que ver con las necesidades de los seres humanos, como objetivo fundamental de la masonería, y esto es solo una parte del compromiso.
El camino es largo, pero muy interesante, vale la pena incursionar en esta carrera, por el bien general de la humanidad.