Mostrando entradas con la etiqueta Granadas y lirios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Granadas y lirios. Mostrar todas las entradas

jueves, 21 de abril de 2011

Masonería y la red con lirios

Por: Julio Torres

Granadas y lirios, lirios y granadas, ambos perfectamente protegidos con una red parecida a la de un pescador que nos indica una manera de agrupar, o una manera de simbolizar a la masonería.

Las  clases de lirios son muy variadas tanto en colores como en formas, y las flores que de ellos emana son igualmente bellas, pero lo que conocemos como lirio parece una planta que arropa.

Más claramente se aprecia en el lirio acuático  que pareciera arropar a la flor de tal manera, que llega a impedir que se acerque cualquier otra flor, en franca actitud posesiva.

De la granada puede resultar una deducción más sencilla, no es difícil imaginar la gran cantidad de “granos” o frutos que contiene una sola granada y lo que ello puede significar.

El sabor del fruto de la granada es en verdad maravilloso, además de que se puede degustar de muchas maneras, en el arte culinario mexicano tiene gran aceptación en un platillo regional.

De manera que si la masonería dice que los masones se encuentran a lo largo y ancho del planeta, creo que no existe mejor ejemplificación que compararlo con una granada.

Tratar de contar cuantos “granos” o frutos contiene una granada de tamaño regular, me temo que sería una empresa casi imposible, porque además se corre el riesgo de destruir algunos.

Es por eso que la masonería ha tomado a las granadas y los lirios para indicar que el fruto de las granadas, arropado por los lirios y ambos protegidos por una red, es la mejor forma de simbolizar la orden masónica.

 Cuanto masón existe sobre la fas de la tierra, es arropado por medio de las formas de reconocimiento que aprenden desde el momento de su ingreso a la orden.

Esos protocolos de reconocimiento que solo los auténticos masones conocen, se convierten en la llave que abre los brazos fraternos de cada masón hasta el último rincón de la tierra.

Granadas y lirios, dos elementos físicos que la naturaleza nos entrega y protegidos por una red que los seres humanos han fabricado con destreza y habilidad como símbolo de unión.

Este símbolo se coloca en la columna del norte en un templo masónico, que es el lugar donde residen quienes recién ingresan a la masonería, para que ellos comprendan desde el principio el significado.

Que han sido arropados por la orden masónica mundial es un hecho, pero también están conscientes del compromiso adquirido, tratar de conocerse a si mismos como objetivo.

El camino va a ser largo, pero el objetivo lo vale, conocerse a si mismo no es cosa sencilla, cuanta gente lo intenta toda la vida sin lograrlo, para eso esta diseñada la simbología masónica.

Quien ingresa a una logia masónica, se convierte de inmediato en un miembro más de esa familia diseminada a lo largo y ancho del planeta.

Esa es la verdadera importancia,  comprender el símbolo de la red que contiene las granadas y lirios, y que esa red está  colocada  donde el principiante la pueda ver cada vez que asista a trabajos.

De esa forma, se va formando en la conciencia de cada masón el derecho a ser arropado, para que en su momento, él deba arropar a quien le siga en el proyecto del Gran Arquitecto.