Por: Julio Torres.
En un artículo anterior nos quedó
pendiente hablar de las costumbres de los jefes de cada área y los mencionamos
como los cinco ejecutivos, cada uno con ocupación, capacidad para cumplir con
el departamento a su cargo especialmente.
El trabajo de cada uno de ellos es
mantener el edificio y sus operaciones al nivel más alto esperado por el
arquitecto y constructor, cada uno debe ver que el edificio lleve a cabo su
trabajo en forma apropiada, estos ejecutivos llegan temprano a la oficina.
El señor vista normalmente es el que
llega primero a su escritorio, pero a menudo es el primero en retirarse a
dormir, muchas veces trabaja hasta tarde en la noche cuando los otros duermen y
se cansa y debilita, los señores: Gusto y tacto normalmente llegan tarde y se
retiran temprano.
Cada vez que alguno de estos ejecutivos
se ausenta de su trabajo o se duerme en su escritorio o descuida sus
obligaciones, algo sale mal y surgen los problemas, estos cinco hombres han
establecido ciertas leyes, una de ellas es que el ingeniero jefe siempre debe
mantener el edificio activo de acuerdo a su experiencia, como todo un experto.
Tiene el mejor ingeniero que fue posible
obtener, ha sido educado con las leyes divinas y con ello todo es posible,
nadie sabe mejor que él, lo que debe hacerse para mantener el edificio en
operación en lo que concierne al funcionamiento interno.
No ha sido educado en las cosas del
mundo, esa no es su ocupación, nunca mira
al mundo exterior, ese trabajo lo deja al señor vista, nunca prueba nada
fuera del cuerpo, ese trabajo lo deja para el señor gusto.
Así es con los señores tacto, oído y
olfato, el ingeniero jefe tiene su propia oficina secreta donde a veces
descansa, pero siempre se mantiene activo en el trabajo día y noche, los
directores o ejecutivos pueden dormir, el mismo asistente principal, el jefe de
registros duerme algunas veces por algunas horas.
Pero el ingeniero jefe debe mantener los
hornos trabajando a todas horas, se encarga de que el calor circule a través de
todas las paredes y divisiones, que los sensores de peligro estén siempre
funcionando a la perfección y que ciertas piezas o máquinas como son los
pulmones, corazón, riñones, intestinos y el resto de las máquinas se mantengan
en movimiento.
Vigilará que funcione con menor velocidad
durante la noche y no importa por cuanto tiempo duerman los ejecutivos, las
máquinas continuarán su trabajo casi de
manera automática, es por eso que el ingeniero jefe está confinado a su
oficina, porque su trabajo es fundamental.
En su escritorio tiene una computadora
que permanentemente está conectada con los cinco ejecutivos en la cúpula,
además tiene conexión en su computadora con cada parte del edificio con el fin
de que no se interrumpa la energía necesaria de cada área.
Cuando quiere mover alguna parte del
cuerpo, presiona una tecla de su computadora y el trabajo se realiza casi
instantáneamente, él no sabe por qué son las cosas ordenadas por los
ejecutivos, no es su interés preguntar lo que quieren hacer, ellos tienen ojos
para ver, oídos para oír, narices para oler, bocas para gustar y nervios para
sentir, si no pueden evitar cometer errores con todas las conexiones y
facilidades, deben entonces pagar la penalidad.
El ingeniero jefe solo puede razonar de
manera deductiva, lo que se le dice hacer, lo hará lógica y localmente, fiel a
su trabajo, pero si no se le dice que hacer, él hará siempre lo que se le ha enseñado hacer, su trabajo
es constructivo, su compromiso es mantener el edificio perfectamente y
trabajando adecuadamente con mínimo desperdicio y perdida de tiempo.
Como vemos, el subconsciente es de un
poder ilimitado y de ello hablaremos en el próximo reportaje, la invitación
cordial está lista, le espero y hasta entonces.