Por: Julio Torres.
Lo justo y necesario requiere de un tercer elemento para que pueda cumplir su cometido y ese es nada menos que la inteligencia, facultad del ser humanos que le distingue del resto de las especies vivas.
Lo justo y necesario lo podemos comparar con la ley hermética de causa y efecto pues como declara dicha ley: todo efecto tiene una causa y toda causa tiene un efecto.
Para que un efecto cumpla con el objetivo para el que fue creado, se necesita que la causa cumpla con los elementos necesarios para que ambos entreguen el resultado deseado.
Cuando iniciamos una idea con todos los elementos necesarios para sostener dicha idea, lo más seguro es que el efecto que lograremos será justo y necesario.
Si por alguna causa intentamos obtener alguna cosa por métodos poco ortodoxos, de ninguna manera podemos esperar resultados positivos.
Esto quiere decir que para una causa cualquiera, es decir, un proyecto cualquiera, es necesario que el proceso contemple los ingredientes necesarios, o los que sean designados para ese fin.
Cuando se cumple cada uno de los requisitos que el proyecto exige, decimos que la causa que nos mueva es la adecuada y si además ejercemos cada punto con la destreza, habilidad y la honestidad necesaria, podemos adivinar el efecto.
Esta ley de causa y efecto que he querido comparar con lo justo y necesario me complace plenamente porque trato de establecer que una ley puede por si sola no puede lograr lo que promete.
Solo cuando una ley contiene los elementos necesarios para dar a cada quien lo que le corresponde, es cuando se cumple lo justo y necesario, de no ser así se convierte en injusticia.
Es lamentable que muchas veces nazcan leyes con la mejor intención y a la hora de aplicar esa ley, el resultado es totalmente contrario a la filosofía para lo que fue creada.
Es por eso que me permito sugerir la necesidad de tomarse el tiempo necesario para emitir alguna ley o reglamento desde el seno familiar hasta el de gobierno para que resulte justa y necesaria.
Se requiere que exista algún mecanismo de prueba y resultado para implementar cualquier movimiento en los usos y costumbres de familia y ciudadanos.
La práctica nos indica que no siempre lo que deducimos mediante la causa y el efecto resulta adecuado para el fin que perseguimos, se necesita en primer lugar analizar y obtener una respuesta sobre lo justo y necesario.
Cuando otorgamos a cada quien lo que es justo y necesario, podemos declarar que hemos cumplido con esa ley de causa y efecto que tanto hemos estudiado y analizado.
Pienso que ley de causa y efecto podemos decir que es sinónimo de lo justo y necesario o viceversa, por el bien de la humanidad.