Por: Julio Torres
Desde el inicio de la carrera masónica se le enseña al candidato la manera de saludarse entre los masones, claro que esto es con el fin de establecer quien pertenece a la orden y quien no.
Esto se prevé en los usos y costumbres que la masonería practica y maneja a la perfección desde hace unos miles de años, hay quien dice que desde el tiempo en que se estaban construyendo las pirámides en Egipto.
Otros más solo afirman que se establecieron saludos para obligar a los súbditos a manifestar reverencia al paso del monarca, pero yo me quedo con otra versión.
Hoy en día, cuando se construyen obras arquitectónicas como edificios de más 50 pisos, no quiero ni imaginar como es que las compañías constructoras manejan a sus operarios.
Es claro que existen especialistas en administración, capturistas de datos y un sinfín de tecnología que simplifica todos los movimientos administrativos por magna que sea la empresa.
No puedo imaginar, la cantidad de operarios que se requirieron en la construcción de cualquiera de las pirámides en el mundo, lo impresionante es como adquirieron el sistema de control cuando la tecnología era arcaica.
Además, en todos los casos, no veo que haya diferencia en la organización de la obra, y calculo que fueron algunos miles de operarios los que participaron antes, durante y al final de la obra.
En el libro tercero de los reyes en la biblia, se dice que para la construcción del templo de Salomón se utilizó la mano de obra de muchos miles de operarios, y pregunto:
¿Cómo los controlaban y como les entregaban su salario?, ¿Cómo sabían a quien pagarle menos y a quien más? Y ¿cuanto ganaban los que diseñaban el estilo y forma? En fin, son muchas preguntas.
En la actualidad vemos que los militares ejercen un protocolo especial para saludar al símbolo de la nación, así el masón tiene un protocolo para el símbolo central de la logia.
Todo lo que el ser humano ha hecho y seguirá haciendo, es parte de un impulso natural que nadie en el mundo puede cambiar, y precisamente de eso debió nacer la idea del saludo.
No vamos a saludar de la misma manera a un patriarca que a uno igual a mí, entonces, como la masonería es jerárquica, habrá hermanos que debemos saludar de una manera y a otros en distinta forma.
En aquellos tiempos y para no provocar suspicacias, debieron comenzar a saludarse de distinta manera los operarios de primera con respecto a los operarios de segunda.
No hablo de discriminación, simplemente, el saludo de un operario de nivel inicial, por seguridad debe ignorar el saludo del siguiente nivel.
Es por eso que la masonería en determinado momento, hace suya esa costumbre, que dicho sea de paso, le ha funcionado perfectamente para definir el grado que se ostenta.
Comprenderá el lector que por razones de discreción, es imposible revelar cada una de las formas de saludarse en masonería, ese es un asunto reservado a la secrecía masónica.
Solo ingresando a la orden y al subir cada escalón de la pirámide masónica, es la única forma de conocer y comprender a cabalidad el saludo de cada nivel.
Suficiente es comprender que resulta una forma mucho más efectiva que cualquier programa de cómputo actual, para reconocer a cada integrante de una obra magna como lo es la masonería.