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jueves, 17 de julio de 2014

Una comedia de equivocaciones

filosofía,arte,ciencia,cultura
Los resbalones
Equivocarse provoca muchas veces los conflictos más difíciles de controlar, tantos como sinónimos encontramos en el diccionario, tales como: Resbalones, traspiés, deslices, pifias y más, lo cual se parece mucho a lo que ocurre en el teatro cuando alguno de los actores presenta problemas de concentración, es cuando una palabra se olvida en el escenario y se tiene que recurrir a sinónimos o simplemente a “morcillas”, recursos teatrales que resuelven de momento las equivocaciones.
En la vida diaria ocurre con mucha frecuencia esa comedia de
equivocaciones, cuando en el engranaje social se equivoca alguno de sus personajes, se recurre a la búsqueda de un “culpable” porque nunca podemos aceptar en su totalidad que somos nosotros mismos los culpables en el escenario social al que pertenecemos, solo por aprovechar el momento del fútbol que se vive, al momento de escribir esto, describo una de las “justificaciones utilizadas” cuando el seleccionado de México resultó eliminado de Brasil 2014.
Se dijo que el técnico estratega de la selección se equivocó en las
medidas tomadas al final del partido que le mantenía victorioso, que además el árbitro mostró una tendencia a favor del contrincante, que fulano se confió y eso causó la derrota, en fin, el número de justificaciones resultó excesivo y tal vez incongruente, pero en ningún momento se comentó que la causa principal es, la carga histórica de México y los mexicanos y de muchos países latinoamericanos.
En México, me temo que lo que se debe revisar es “la historia oficial” de los últimos 300 años de manera profunda, nos han obligado a creer en héroes que fueron traicionados, fusilados y hasta tratados como traidores a la patria, una historia oficial que ha sido implantada como una religión que dista mucho de una realidad congruente, pareciera que la historia oficial se encuentra en franca competencia con la religión oficial implantada desde los
más de trecientos años en que se consumó la conquista de estas tierras.
Hasta el presente siglo encuentro autores que han tratado de exaltar la figura de muchos personajes que por desgracia no aparecen como grandes personajes, ya que están fuera de la historia oficial, pero considero que estamos en el principio de una evolución, el principio de la creación de una identidad que tanta falta le hace al país, pero lo que todavía no se toca es lo referente a una nueva constitución política, una constitución actualizada ya que la que existe fue muy
buena en el siglo pasado, hoy las condiciones son distintas.
En el siglo pasado era necesario que el estado se hiciera cargo de una paternidad de gobierno controlando todo, desde luego con tintes democráticos, hoy día, ya se puede establecer una verdadera democracia que estimule la libre competencia, que los monopolios dejen de funcionar como tales, que “la propiedad de aire, suelo y subsuelo” deje de ser propiedad intocable del estado y que la libertad de empresa y la libertad de comercio se
conviertan en una realidad, que los capitales de todo el mundo puedan invertir en el país creando fuentes de producción, acordes al consenso mundial y de esa forma erradicar la fábrica de pobres, utilizada como bandera de partidos políticos, mostrándose sin escrúpulos.
Que las reformas tan mencionadas no queden sujetas a la voluntad de colores políticos, que retrasan el avance social y que es más
importante que ellos, los políticos, de vez en cuando nos pregunten qué es lo que en verdad necesitamos, que es en verdad lo que pensamos y que es en verdad lo que le hace falta al país y con ello, erradicar por fin y por siempre la comedia de las equivocaciones que debe estar cumpliendo cuatro siglos, y nuestros hijos dejen de sentir que somos un pueblo de perdedores, que solo estamos a un paso del triunfo, de manera que nuestros sucesores, trabajen libremente como arquitectos del nuevo México, triunfador en todos los terrenos.

viernes, 11 de enero de 2013

Palabra de honor

filosofía,arte,ciencia,cultura

Por: Julio Torres.
Palabra de honor, término que muchas veces hemos pronunciado sin siquiera haber meditado la importancia del significado de esas tres palabras y las hemos escuchado miles de veces en ese orden de tal suerte que en este momento me parecen tan lejanas y tan cercanas a la vez que difícilmente me atrevería a descalificarlas por un simple hecho no comprendido.
Tal parece que esas tres palabras indicara el respeto a los derechos de las personas o tal vez me sugieren solo cumplir con mis deberes o tratar de estudiarme a mí mismo, con el fin de corregir mis defectos, al mismo tiempo debo tratar de disimular los de mis hermanos, amigos, socios o parientes.
Ejercitar la razón es una muy buena práctica, sobre todo cuando ese ejercicio destruye los sofismas que atentan contra la inteligencia, lo cual nos conduce a buscar la brújula que nos guía en esta vida y cuando esa brújula nos guía adecuadamente, esa facultad desarrolla los principios de la moral.
Muchas veces es importante recurrir a los simbolismos que permitan simplificar los mensajes que la vida misma nos presenta, hay quien afirma que estudiando el origen de las cosas nos abre el camino y descubrimos aquello que parecía poco comprensible, y que no es otra cosa que la gran luz del conocimiento que nos eleva a la base fundamental del deber y del derecho.
Palabra de honor que todo lo que queremos saber está más cerca de lo que pensamos, palabra de honor que todo lo que imaginamos ya alguien lo imaginó antes que nosotros, pero no importa, puesto que hoy, soy yo quien lo está imaginando y aunque parezca que es igual a como lo imaginó quien vivió antes que yo no es así, pues mi manera de imaginar simplemente es distinta y nunca existirá alguien que lo imagine igual que yo, palabra de honor que en un futuro alguien imaginará lo mismo o más bien parecido porque se tratará de otra persona con su propia palabra de honor, pues nunca existirá alguien idéntico a mí, solo parecido. Palabra de honor.