domingo, 26 de junio de 2011

Masonería y los aceros


<Por: Julio Torres>

Los masones utilizan espadas como símbolo de honor, ciencia y protección, por lo tanto se obliga al masón a manejar ese instrumento con un protocolo de acuerdo a los usos y costumbres.

Una espada de fuego es utilizada por el jefe del taller y solo por él, también se conoce como espada flamearía, porque su hoja es ondulada en forma de lengua de fuego.

Sobre esa espada se prestan juramentos, se presenta en la memoria que entre el pueblo druida le conocían como espada de Be lino, el dios del sol.

En la biblia también aparece la espada de fuego, un ángel con la espada flamearía expulsa del paraíso a los primeros habitantes.

Esta espada simboliza el castigo del mal cuando sobre él triunfa el bien, por lo tanto, en los templos masónicos esta espada adquiere un valor muy importante.

Todos los masones que se dan cita en logia utilizan una espada, pero con mayor frecuencia son: el guarda templo interior, los expertos primero y segundo y el maestro de ceremonias.

La forma de manejar la espada está sujeta a lo que determinen los encargados de la instrucción que para ello fueron designados por la asamblea de maestros.

Existen logias que muestran un excelente manejo de los aceros, producto de la práctica repetida y optimizada en cada una de las reuniones por los maestros.

En ceremonias blancas, es en las que todo visitante sea masón o no, puede apreciar el manejo de los aceros, lo cual proporciona un espectáculo que impacta por su disciplina.

En eventos eminente mente masónicos, únicamente quienes han sido autentificados, pueden hacer gala de sus habilidades con el acero, por medio de los mecanismos que para ello ha establecido la orden como medida de seguridad.

Lo que puedo describir de la forma de manejar los aceros es que la disciplina y la imagen estética se hace a la manera militar.

Existe un momento en las reuniones que requiere de la formación de algo que se conoce como bóveda de acero, esto quiere decir que las puntas de las espadas deben formar una cúpula que solo el jefe del taller puede desintegrar.

La bóveda de acero se forma cuando se realiza un momento solemne que exige formalidad para exaltar a un miembro de la logia. 

Compromiso de toda logia es integrar un programa de aprendizaje en el manejo de los aceros que debe aplicar con los aprendices desde el momento de su ingreso.

La mejor inversión que una logia puede hacer es en la columna del norte, la historia ha demostrado que cuando se descuida esa columna por sistema surge la desintegración.

Siempre he pensado que una forma efectiva para mantener vigente a una logia se logra con una buena enseñanza de los aprendices.

Si ese aprendizaje es por medio de la práctica de los protocolos para manejar los aceros, puedo afirmar que la logia que así lo determine, su vida puede llegar a los 100 años.

No hay comentarios: