lunes, 16 de julio de 2012

Oración sencilla

filosofía,arte,ciencia,cultura

Por: Julio Torres.
Mi señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras y con ello ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón, si me das éxito, no me quites la humildad, si me das humildad, no me quites la dignidad, ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo, enséñame a querer a la gente como a mi mismo.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso, más bien, recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo, enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso, si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
Señor: Si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí.
Pareciera increíble que un hombre que pudo escribir la oración anterior hubiera caminado por muchas tierras de este planeta, un hombre que no perdió la fe en la humanidad, reflexionando en el mañana, cuando tal vez al sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados y sin atrevernos a decirles que viven así porque no nos animamos a pelear.
Ese hombre fue nada menos que Mahatma Gandhi.
Martin Luther King declaró: “Cristo nos enseñó devolver bien por mal y Mahatma Gandhi nos demostró que ese principio si era operativo”.
Muy grande es el legado que Gandhi nos heredó al partir, pero dejó consejos como el siguiente: “humildemente me esforzaré en amar, en decir la verdad, en ser honesto y puro, en no poseer nada que no me sea necesario, en ganarme el sueldo con el trabajo, en estar atento siempre a lo que como y bebo, en no tener nunca miedo, en respetar las creencias de los demás, en buscar siempre lo mejor para todos, en ser un hermano para todos mis hermanos”.
“estoy absolutamente convencido de que ningún hombre pierde su libertad sino por su propia debilidad, en materia de consciencia, la ley de la mayoría no cuenta, tu debes ser el cambio que quieras ver en el mundo, primero, ellos te ignoran, más tarde se ríen de ti, luego, te hacen la pelea y entonces, tú ganas, no hay camino para la paz, la paz es el camino”.
He dejado para el final seis de sus pensamientos que encierran tal vez el epilogo de su sabiduría: “Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras”
“Cuida tus palabras porque se volverán actos”
“Cuida tus actos porque se harán costumbre”
“Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter”
“Cuida tu carácter porque formará tu destino”
“Y cuida tu destino, será tu vida”
Los pensamientos y reflexiones de Gandhi son mucho más extensos, en este espacio he tratado de agrupar algunos de ellos no porque sean los mejores, sino porque son los que he podido integrar en este momento que espero sean suficientes para exaltar esa gran figura que fue Gandhi.

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