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domingo, 12 de junio de 2011

Masonería y la ignorancia como vicio

mejores hombres para cada actividad social

Por: Julio Torres

Increíble que en el siglo de la tecnología se incremente la ignorancia a nivel mundial, cuando los sistemas para comunicar están a la vanguardia y existan estadísticas que muestran la ignorancia de los pueblos.

En el siglo pasado la ignorancia se circunscribía a un analfabetismo severo, los porcentajes de personas que no sabían leer ni escribir arrojaban cifras sumamente alarmantes.

Hoy día no es la alfabetización lo que falla, más bien es el exceso de información lo que provoca tanta ignorancia, basta con ver los mensajes que intercambian los jóvenes por medio del teléfono celular.

Para no escribir la palabra que, lo que hacen es colocar una letra k, o en el mejor de los casos utilizan la letra Q y el léxico utilizado parece sacado de los barrios paupérrimos de la ciudad.

La información que se distribuye en prensa escrita y electrónica, no ofrece garantía de veracidad ya que por años la tendencia parece inclinada a la mejor oferta.

Cuestionar a cualquier persona en asuntos históricos, geográficos o de cualquier materia resulta catastrófico, se manifiesta de inmediato la ignorancia en estos asuntos.

Lo anterior es porque los ciudadanos se entregan dóciles, a las manos de los ambiciosos, lamentando que se cumpla la actuación de los enemigos de la masonería, ambición e hipocresía.

La educación laica ha sido uno de los objetivos que la masonería persigue desde hace más de tres siglos, porque es la única forma de controlar el fanatismo religioso.

Es bueno que se entienda que no persigo desacreditar a enseñanza alguna, lo que pasa es que resulta muy sencillo fanatizar por medio de la salvación en la vida eterna.

La masonería no ofrece la salvación en la vida eterna, solo ofrece la manera de ser feliz en esta vida, para ello es que trabaja por medio de mónitas que resultan eficaces a la hora de aplicar lo aprendido.

Primero, sugiere dudar de todo cuanto le sea mostrado como verdad, es difícil que alguno posea la verdad absoluta y una vez analizado el tema, el masón tomará el camino que le indique su ser interno.

Hará uso de su inteligencia para tomar el mejor camino, pero con rectitud y valor para evitar el error en lo posible, con una dosis de prudencia evita el fracaso amenazante.

Con la filantropía, que abre puertas a la satisfacción, la vida nos permite ser rentable a nuestros semejantes, pero cuidado, los enemigos siguen y seguirán vivos.

La ignorancia es la parte más débil, reitero, es la puerta de entrada para la hipocresía y la ambición, y si la ignorancia ha tomado la estatura de un vicio, erradicarlo va a resultar casi imposible controlar.

Quien supera la ignorancia, se pueda defender de la ambición y de la hipocresía, pero al final sabemos que nos enfrentamos a tres enemigos muy poderosos, ignorancia, ambición e hipocresía.

Sugiero atacar prioritariamente a la ignorancia y una vez dominada, aunque sea parcialmente, ese enemigo bautizado como ignorancia, el primer paso hacia nuestra verdadera liberación es un hecho consumado.

La verdadera libertad es así, cuando hemos dominado la ignorancia, la hipocresía y la ambición.

sábado, 7 de mayo de 2011

Masonería e ignorancia siglo XXI

mejores hombres para cada actividad social

Por: Julio Torres

La ignorancia tiene muchas caras, la ignorancia ha existido en todos los tiempos, la ignorancia es una de las peores enfermedades que ha padecido la humanidad.

Es la gran fabrica de esclavos, es la enfermedad social más difícil de erradicar, ni el cáncer o el sida logran dañar tanto a la humanidad como lo hace la ignorancia.

Podemos enlistar los eventos más difundidos en el presente siglo, como el asunto de las torres gemelas en New York, los atentados en Madrid,  la lista es muy extensa.

La forma como algunos lideres mundiales ha logrado convencer a los ejecutores de esos atentados, solo se entiende por la magnifica ignorancia que poseen quienes se prestan a esos nefastos eventos.

Lo que se necesita para que una persona sea capaz de ejecutar un atentado donde inclusive va de por medio su vida, solo se concibe con la ignorancia en su máxima expresión.

Cuantos casos de violencia intrafamiliar se ejecutan con toda impunidad, solo porque los participantes dicen desconocer la ley, o no se atreven a denunciar este tipo de hechos.

He titulado este reporte como la ignorancia del siglo, por la lluvia de información que llega a los hogares, muchas veces con la mejor intensión, pero otras por motivos mercenarios.

Actualmente el manejo de la publicidad en general ha evolucionado de tal manera que nos cuesta mucho trabajo depurar lo que escuchamos o lo que vemos, resulta más sencillo creerlo todo, aceptarlo todo.

Es por eso que la masonería emplea una buena cantidad de herramientas para tratar de controlar esa ignorancia, que repito, no se trata de la ignorancia antigua que solo atacaba el porcentaje de analfabetismo que padecía cada país.

La masonería comienza por hacer entender al aprendiz que debe dudar de todo lo que le digan, o todo lo que escuche, que primero lo debe analizar cuantas veces sea necesario.

Tomar una decisión después de dudar y luego analizar las cosas, es  garantía de dar el primer paso para erradicar la ignorancia a nivel personal, para trasladarlo a futuro a nivel familiar.

Esto es lo que podríamos entender como el primer gran secreto que la masonería guarda celosamente, y lo guarda porque en manos de alguien no preparado para manejarlo puede revertirse y causar un mal en lugar del bien que se pretende.

Lo que sucede es que solo en trabajo de logia se puede encontrar la herramienta adecuada, para manejar la duda ante la información que se recibe.

Esa duda a la que me refiero también es bautizada como duda filosófica, recordemos que hablar de filosofía, es que hablamos de un trabajo que busca encontrar la verdad.

La razón de que mucha gente muestra ignorancia, es en función de que es un estado más cómodo, para que molestarse en hacer una reflexión a la nota periodística del día, si radio,  televisión y prensa, se encargan de difundir las notas digeridas.

De ahí que me atreví a titular este asunto como la ignorancia moderna, por lo tanto, invito no solo a todo masón a que aplique la duda filosófica en este tema.

A mis lectores en general, les invito a reflexionar de manera seria a dudar de lo que escuchen o vean, tómese un tiempo para encontrar el fondo de la noticia.