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sábado, 1 de junio de 2013

Foco de atención

filosofía,arte,ciencia,cultura
Lograr éxito y alcanzar metas se consigue con el arte de hablar, pero hablar bien es lo que hace la diferencia, existen técnicas infalibles, trucos sencillos y prácticos que permiten manejar la voz, el cuerpo, los sentimientos y las palabras en cualquier situación, por ejemplo: Perder el miedo a presentarse frente a un grupo de personas y captar la atención de los presentes, pero disfrutando el hecho de ser el foco de atención.
La oratoria es el arte de hablar bien en público y agradar, convencer o provocar un sentimiento determinado, la oratoria es un genero literario que comprende las obras escritas con el objetivo de ser proclamadas oralmente, la oratoria es el arte de hablar en público que consigue instruir, persuadir o excitar los ánimos y conmover a una acción determinada, con la oratoria se puede sacar el máximo provecho de la voz y con ella transmitir el mensaje deseado con la certeza de que será comprendido perfectamente.
Gramática, retorica y lógica son los tres elementos fundamentales que permiten comunicar una idea, sin el dominio de la gramática difícil resulta esperar que el mensaje sea captado en su destino, con la retorica como arte de hablar y escribir con eficacia y corrección se logra provocar en quien nos escucha un sentimiento determinado, además de configurar la manera de expresarnos y la lógica como ciencia formal que establece los principios de la demostración, de manera que gramática, retorica y lógica hacen de cualquier idea el carácter de cautivar a un publico de una o mil personas.
Dicción perfecta, equivale a emplear las palabras que forman oraciones con cualidad hablada, se dice que es buena dicción cuando el empleo de dichas palabras es correcto y acertado en el idioma al que pertenecen exaltando la manera de hablar, una buena dicción equivale a pronunciar correctamente, acentuar con elegancia, frasear respetando las pausas y matizar los sonidos musicales, una buena emisión de voz resulta un extraordinario apoyo en todo discurso y solo se trata de pronunciar adecuadamente cada una de las palabras, como lo dictan las reglas gramaticales.
Hablar a un público de cualquier magnitud implica lograr que la voz refleje un estado de ánimo o muchos, de acuerdo al objetivo, por lo tanto, la respiración exige un manejo apropiado, mantener una voz modulada con tonos y matices, hace que el cuerpo hable de manera brillante y convincente, proyectando sentimientos acordes al mensaje y cambiando a voluntad el ambiente y el estado de animo de quienes nos escuchan, es decir, la energía colectiva con la agilidad mental necesaria en cada caso.
Improvisar es importante, saber improvisar requiere de agilidad mental y soltura corporal, una manera sencilla es estructurar ideas a partir de una palabra de forma lógica y comprensible, con la posibilidad de adaptarse a cualquier tipo de receptor, lo cual requiere una preparación cultural aceptable que permita dar ejemplos claros y convenientes, hasta puede ser aceptable hacer uso del sentido del humor, todo con el único objetivo de practicar el arte de “salirse con la suya”.
Sinceridad, al hablar en publico nunca debemos tratar de ser distintos, lo mejor es “sacar partido” de nuestra personalidad, si tratamos de ser distintos, lo más seguro es que no se logre convencer a los que nos escuchan, iniciar con una anécdota suele ser una excelente apertura, sirve como vinculo entre el publico y nosotros, además de agradecer a la persona que nos ha invitado o presentado, todo esto con una sonrisa, luego, un silencio atrae la atención y ahora sí, comience, el público es suyo, usted es el foco de atención, exponga el arte de hablar en publico.




sábado, 16 de abril de 2011

Masonería y la oratoria

Por: Julio Torres

En una logia, el guardián y conservador nato de todas las leyes masónicas es el orador, Por mucha que sea la sabiduría y por grande que sea la prudencia del jefe de la logia, siempre esta expuesto al abuso de poder.

Esto ocurre con algunos  gobernantes, después de tomar posesión del poder que “el pueblo le haya otorgado”,  corren el riesgo de interpretar equivocadamente la ley.

De lo anterior se desprende la necesidad de un defensor de los derechos del pueblo masónico, una especie de “ministerio publico” y esa labor se le encomienda precisamente al orador.

Es quizás el cargo mas difícil de desempeñar con la eficacia requerida, pues esta obligado a conocer e interpretar debidamente la ciencia masónica.

Un buen orador debe ser sabio, es el ser humano por excelencia, y su cualidad predominante  será una inteligencia  acompañada   de un magnifico  criterio.

El orador, es un dignatario que debe oponerse a toda deliberación que sea contraria a las leyes, por lo que debe ejercer el derecho de reclamar la suspensión de todo debate, cuando la pasión intente sustituir a la moderación.

El orador es el único miembro de una logia que puede pedir la palabra directamente al jefe del cuerpo y le debe ser otorgada cuantas veces lo requiera.

Pero, tampoco puede hablar en pro o en contra de cualquier asunto a discusión, solo puede hablar del asunto a debate con entera imparcialidad, señalando las ventajas o inconvenientes del caso.

Terminada la discusión, la resume y da sus conclusiones que la logia aprobara en forma acostumbrada y a falta de instructor, el orador es el encargado de explicar la simbología de los grados.

Debe dar preferencia a los recién iniciados, sobre todo cuando es su primer día, y la  lección  será sobre la ciencia de la masonería.

El orador presenciará y firmará los escrutinios y cómputos, firmando las actas y minutas con el jefe del taller y con el secretario, y es el encargado de celebrar las ceremonias fúnebres.

La oratoria pues, no es poca cosa, por lo que se recomienda un buen estudio de la gramática, la retorica y la lógica, sin el dominio de este trívium o esos tres conceptos difícilmente se puede esperar éxito en los trabajos
.
En artículos pasados, he insistido en que el objetivo fundamental de la masonería es trabajar por el bien de la humanidad, y por eso lo repetiré una vez más.

Los conocimientos masónicos están colocados sobre la mesa, y una manera en que pueden ser muy efectivos es que en verdad le sirvan a la sociedad.

Si un gobernante, por modesto que sea su puesto, para el que fue elegido, no logra dominar  ese trívium: Gramática, retorica y lógica, es posible que nunca pueda entender a sus gobernados.

Son muchos los casos documentados, en los que el ciudadano es olvidado por completo, o casi, por quien tiene que buscar la equidad y la seguridad.

Me atrevo a asegurar que con la asesoría practica de un masón, cualquier gobernante va a comprender las causas de las miserias humanas, y la manera de combatirlas.

No debemos olvidar que el gobernante solo tiene tres encargos fundamentales: seguridad, salud y educación, aunque su oratoria sea deficiente triunfará.

Ahora que, si su oratoria es eficiente, seguro que conocerá las leyes a la perfección y finalmente serán las herramientas fundamentales para la felicidad del ciudadano.