domingo, 15 de mayo de 2011

Masonería y la mente

mejores hombres para cada actividad social

Por: Julio Torres

Los recuerdos, las ideas y las emociones son atractivas para entenderlas y entender porqué unas cosas salen bien y otras no, ¿Que es lo que pasa?

Estas interrogantes nos atacan cuando las cosas no están saliendo bien, cuando los ingresos brillan por su ausencia, cuando ya nadie nos presta ni unas monedas que sean suficientes para salir a buscar algún ingreso.

Cuando parece que se hizo de noche sin darnos cuenta y la pregunta que nos hacemos, ¿Qué es lo que está pasando, no lo entiendo, que debo hacer?

Tratando de encontrar una respuesta, comienzo a hojear un libro de mi pequeña biblioteca y luego otro y otro y nada encuentro, luego recuerdo una plática con un amigo cuando me dijo, no seas tonto, todo es mental, nada es casual.

Buen rato permanecí en silencio, tratando de pensar en esas palabras, luego de prepararme una taza con café, como si alguien tratara de golpear mi cabeza con un cincel y un martillo, sentía golpes por todos lados en la cabeza.
No, no era el café lo aseguro, simplemente sentí como cuando mi mamá me decía, piensa tonto, y “saz” me atizaba un buen cañazo que ahora comprendo como caricias.

Efectiva mente, todo es mental, dicen por ahí los que mucho saben de esto, bueno, y si todo es mental entonces que es lo que pasa ¿porqué no puedo descubrir algo que me ayude a resolver mis problemas?

Hace algunos años, alguien me enseñó una regla de comportamiento que dice: cuando quieras convencer a alguien de lo que pretendes, solo tienes que lograr concentrarte en lo que quieres lograr y luego pedirlo.

Tratando de reflexionar en lo anterior recordé la famosa regla que textual mente dice: Concentración es poner los cinco sentidos en algo, mediante un interés básico, pero esa concentración nunca debe ser absoluta.

La concentración siempre debe ser relativa, no debemos olvidar que estamos frente a quien vamos a solicitar un favor, un trabajo, o simplemente una ayuda, de modo que esa concentración de que hablamos, siempre debe ser relativa.

Pero no solo esto es lo que tenemos que hacer, la concentración nos va a ayudar a que nuestra mente verdaderamente se estacione en un solo asunto, que nada impida cambiar la petición y lograr el objetivo planteado.

Pero se necesitan otras ayudas, al solicitar algo debemos ser lo bastante convincentes para lograrlo, y la mejor manera de ser convincentes es crearnos una tarea al momento de pedir.

La actitud corporal, el movimiento de las manos, la forma de sentarse o de estar parado, cualquiera que sea la actitud, pero siempre debe estar perfecta mente convencido de lo que está tratando de conseguir, en esto no se admiten distracciones.

La palabra ocupa el otro aspecto, debe acudir a una buena gramática primero, no se valen palabras fuera de lugar, utilice el léxico que le marque quien le escucha.

Pero su retórica debe estar siempre por arriba de todo, una buena retórica siempre es agradable, y nunca se aparte de una lógica en lo que esté solicitando.

Creo que por lo pronto, con el cuidado de la retórica y la gramática podrá mantener una buena lógica, como buen principio para la solución de los problemas, por difíciles que sean.

Por lo pronto, trataremos de hacer un gran esfuerzo para lograr esa concentración lo más concreta posible y le aseguro, la solución de cualquier problema está más cerca de lo que suponemos.

Mientras  más se practique, más posibilidad es de éxito nos esperan.

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