Por: Julio Torres.
Difícil resulta
comprender la causa por la cual pareciera que nacemos esclavos, por sistema nos
causan daño las heridas recibidas cuando pequeños, es decir, los traumas de la
infancia, de las decisiones que toman por nosotros nuestros mayores que provocan
relaciones no satisfactorias, y al paso del tiempo nos conduce a realizar
trabajos que no disfrutamos y la vida se vuelve rutinaria.
Todo indica que
vamos cargando un costal de resentimientos, rencores y culpas que no sabemos de
donde proceden y que no queda otro remedio que cargar ese tremendo costal
herencia de nuestros padres o nuestros ancestros lejanos o cercanos.
Afortunadamente
siempre es tiempo de liberarnos, cada día aparece una oportunidad de comenzar
nuevamente, cada mañana al abrir los ojos, nacemos de nuevo, nuevas
oportunidades se presentan para cambiar lo que no nos gusta y mejorar nuestra
vida.
La felicidad no
depende de nadie más que de nosotros mismos, el miedo al fracaso, al que dirán,
a la crítica y demás eventos, es el miedo que debe guardarse en una bolsa o
recipiente y entregarse a quien recoge la basura, deshacerse de él y romper las
cadenas que nosotros mismos nos imponemos.
Lo único que debe
atemorizarnos es el miedo a no ser nosotros mismos, dejar pasar la vida sin
hacer lo que realmente queremos o debemos hacer, desaprovechar la oportunidad
de mostrarnos al mundo, de decir lo que pensamos, de compartir lo que tenemos,
de que somos parte de la vida y que podemos caminar con la frente en alto.
Muchas disciplinas
de esto hablan, tal vez cualquiera de ellas resulte adecuada a nuestro caso,
pero la libertad es algo intangible, la libertad solo se percibe de manera
personal, no se puede comprar en el supermercado, al final, la libertad se
adquiere o se rechaza y no existe manera de culpar a nadie de la adquisición o
pérdida de esa libertad porque está dentro de nosotros mismos.
Hombres libres y de
buenas costumbres se escucha en la divisa de la masonería, tal vez ese sea un
camino más por el que se puede lograr esa libertad tan soñada y tan buscada por
los seres humanos, que no comprenden el origen de ese costal de resentimientos
rencores y demás conflictos heredados quizás inconscientemente por nuestros
padres.
La vida no es lo que
sucede cuando todos los planes se cumplen, ni lo que pasará cuando conseguimos
lo que tanto se deseamos, la vida es lo que está pasando en este preciso
instante, leer este párrafo significa que estamos vivos, en este instante el
corazón está llevando sangre a todas las células de nuestro cuerpo y los
pulmones llevan oxígeno a donde se necesita y aunque no sabemos en realidad
como ocurre lo que si sabemos es que estamos vivos.
Es algo que nos
permite, pensar, expresarnos, movernos, reír y hasta llorar si es preciso, pero
el riesgo de las costumbres está latente, despertar aburrido, malhumorado, o
preocupado limita tremendamente el placer de vivir, esta vida está llena de
situaciones satisfactorias.
Abramos los ojos y
agradezcamos todas las bendiciones que la vida misma nos ofrece, agradecer el
canto de los pájaros, escuchar la música preferida, percibir que nuestro
corazón vibra con una cadencia rítmica y exacta que permite gritar: Estoy vivo,
sí, estoy vivo, hoy he vuelto a nacer, estoy viviendo.
Soy libre de pensar,
de imaginar, de amar, de disfrutar, pero entiendo que la vida no es perfecta,
no tiene porque ser perfecta, mi trabajo es hacerla perfecta, para eso me han
sido entregadas las herramientas necesarias que me permiten enfrentarla, herramientas
para manejar las derrotas y los éxitos, la libertad de elegir y reaccionar ante
lo que sucede.
Entiendo que no soy
perfecto, creo que nadie lo es, y sin embargo, millones de circunstancias se
reunieron para lograr mi existencia, fui formado a partir de un diseño
maravilloso y comparto con toda la humanidad sus virtudes y defectos, así está
escrito en mis genes y en los genes de todos los seres humanos que han existido
y en los que existirán.
Mis pasiones,
miedos, heridas, debilidades y secretos los comparto con todos, claro que yo no
soy nadie superior a cualquiera, solo soy otro ser humano más entre miles de
millones, pero uno que ha decidido ser libre para recuperar todo el poder de mi
vida, con la esperanza de que tú también decidas ser libre, aunque solo sea por
hoy.
Espero y es mi deseo
que hoy sea usted feliz, mañana será otro día y será mejor que hoy.
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