jueves, 30 de agosto de 2012

Masonería del siglo XXI

filosofía,arte,ciencia,cultura

Por Julio Torres.
La masonería del siglo XXI parece que se encuentra un tanto desconcertada y puntualizaría mejor que son los masones quienes se encuentran desconcertados, el hecho no es para menos, quienes así lo manifiestan, piensan que los secretos masónicos están en peligro, lo cual no puede estar más alejado de la realidad.
En primer lugar, el secreto masónico es algo que solo se adquiere en logia convencional, se coloca en lugar de privilegio la vivencia que cada masón experimenta y de ninguna manera es algo que se pueda contar o describir pues, esa vivencia es como pedir a un niño que apenas puede comunicarse, que nos diga si recuerda el momento de su nacimiento.
Supongo que desde hace miles de años, cuando nació la masonería, estaban muy lejos de imaginar la evolución de la sociedad como se presenta el día de hoy, mucho menos los avances tecnológicos que ahora disfrutamos y mientras se cuidaba en extremo los secretos, me temo que los masones de siglos anteriores se fueron apartando de lo importante que la masonería nos quiere decir.
Más bien supongo que es necesario que el masón se integre al siglo XXI, ya que la secrecía por si sola se puede adecuar a la vida moderna, justo cuando apenas estamos incursionando en el mundo de la computación, es cuando debemos conocer a fondo este medio y descubrir la manera de hacer llegar a nuevos masones aprovechando la tecnología.
En la práctica está resultando muy complejo el acudir a una logia porque nos vemos obligados a realizar un desplazamiento de dos tres o más horas, de tal suerte que resulta poco práctico acudir a trabajos regulares, esa interferencia es lo que provoca una deserción preocupante, a la larga las logias se debilitan y algunas hasta mueren en el intento.
Luego entonces, lo que se hace necesario que nos preocupemos menos del secreto y busquemos la manera de transmitir los conocimientos de manera diferente, pues a fin de cuentas, lo importante es que la sabiduría se siga enseñando bajo el principio del bien general de la humanidad que es la divisa que debemos exaltar.
Habremos de diseñar una mecánica que permita al candidato a ingresar, que perciba la esencia de la masonería y trabajar en lo que cada liturgia nos quiere enseñar, que comprenda que cuenta con diversas herramientas necesarias para su vida cotidiana.
El reto desde luego que no es sencillo, son retos susceptibles de abandono, dando vueltas y vueltas hasta que después de uno, dos o tres años o más, ya se pueda implementar por medio de las redes sociales, con candados suficientes y necesarios, que permita salvaguardar el secreto.
Invito a todos mis hermanos masones a comunicarse, y aportar ideas sobre este asunto que no se puede postergar más tiempo dado que el mundo actual nos obliga a apretar el paso o definitivamente nos quedaremos en el abandono con logias muertas, que lejos de aportar algo en bien general de la humanidad, dormirán el sueño de la noche de los tiempos.
Mucho es lo que la masonería nos regala, solo se necesita que hagamos los ajustes necesarios y que el conocimiento se difunda por medio del léxico utilizado en nuestras logias en tanto podamos diseñar lo que será la masonería del siglo XXI y entonces poder con firmeza cuestionar a nuestros gobernantes sobre su ignorancia masónica que es lo que impide el avance que la sociedad reclama.
Como ven, no es casual que la estructura de los países que mejor funcionan, se hayan cimentado en los principios masónicos, principios que han permitido el florecimiento económico y social, al que todo ser humano tiene derecho, fincado en el principio del deber y del derecho, solo falta adecuarlo al siglo XXI.

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