Mostrando entradas con la etiqueta Masonería. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Masonería. Mostrar todas las entradas

miércoles, 6 de abril de 2016

Aportación a "La esposa de un nuevo masón"

filosofía,arte,ciencia,cultura
Por: Enrique Roberto Hernández Oñate

Un sábado 2 de abril del 2016 por la tarde me encontré un texto que se subió el 31 de marzo del mismo año en la página de internet oficial de diario masónico, en ella, presentan un texto traducido y adaptado de “To the new Mason’s Lady – Grand Lodge of  New York“, que en español se titula “A la esposa de un nuevo masón”.
Aquí dejo el link de este artículo:
Este escrito es para expresar mi opinión acerca de dos respuestas a dos preguntas que hacen en el artículo.
Primero:
 ¿Qué son los grados?    
Las lecciones en Masonería son enseñadas en diferentes etapas en nuestras logias. Los grados, en orden son Aprendiz (Primer Grado), Compañero (Segundo Grado), y Maestro (Tercer Grado). Cada uno de ellos se fundamenta en la moral filosófica de la Masonería que aspira a alcanzar impacto e influencia en el hombre que recibe el grado.

En todas partes a donde he ido he tratado de llamar a la curiosidad de aquellos con los que he tenido la oportunidad de platicar no necesariamente de asuntos de la orden, es muy frecuente entablar conversaciones que vayan dirigidas al porqué del comportamiento humano.
Mi propósito es precisamente llamar a su curiosidad querido lector; la masonería no son tres grados son 33 grados que tienen una cantidad de enseñanzas impresionante, que con el paso del tiempo y  al avanzar va a desarrollar en el humano capacidades distintas a la vez que muestra herramientas que nos permitirán alcanzar los objetivos que deseemos.
Un día mi maestro me hizo una comparación interesante: los tres primeros grados son el kínder, los siguientes 11 la primaria, los tres siguientes la secundaria, los doce siguientes el bachiller, y los restantes como una licenciatura.
Poco a poco lo fui comprobando y comparando hasta caer en lo cierto que son esas palabras. Y es por eso que, haciendo hincapié en que no son solo tres grados, es mi intención invitar a los recién iniciados, a los de segundo grado y sobre todo a los de tercer grado a seguir adelante en esta carrera maravillosa.
A veces noto miedo, displicencia y confort en nuestros maestros; miedo a ser cuestionados, displicencia al decir o pensar “si ya tengo el tercero para que le muevo” y confort porque muchos maestros se sienten dioses en sus tronos. Es esta actitud la que no permite salir de los talleres las enseñanzas que, dicho sea de paso, es nuestra obligación llevarlas al exterior. Nos hemos internado en esos mismos talleres solo para lucir joyas y vestimentas dejado desplazada la enseñanza incrustada en nuestros libros, solo salimos para rendir tributo a seres humanos que ya no están en este plano cometiendo así las mismas acciones que cualquier religión.
La segunda pregunta es muy buena aunque la respuesta dejó mucho que desear.


¿Cuál puede ser la participación de la esposa de un Masón?

Existen numerosas oportunidades de activa participación de las esposas de los masones en actividades afines a la Logia. Podrás participar en actividades sociales, cívicas, de apoyo a la comunidad, entre otras. Existen también muchas actividades similares para toda la familia.

Esperamos que te sientas orgullosa de que tu esposo sea Masón y forme parte de la Fraternidad Universal más antigua y más grande del mundo.

Sutilmente lleno de misoginia a mi parecer. El género femenino ha ido poco a poco en sus propias logias integrándose como miembros activos de la orden. Es un lugar que les pertenece aún a pesar de que las leyes, códigos, constituciones y linderos, según algunos miembros de la orden, dictan en sus párrafos que solo hombres pueden integrarse en la masonería.
Y pudiera ser que sea cierta dicha afirmación, pero vamos, ya no estamos en aquellos años y no es el único argumento que yo presento.
La masonería no es una institución ajena al progreso y emancipación de la raza humana, es su fin, se dedica a ello en cuerpo y alma. Por lo tanto, creo que es momento de, en lugar de darle un lugar de ama de casa a la esposa de un masón, integrarla de lleno a nuestra doctrina.
¿Por qué integrarla?
Simple. Si la masonería como lo dicta el artículo es para hacer mejores hombres, imagínense a un padre mejor y una madre mejor educando hijos limpios. Sería el comienzo de una nueva generación de ciudadanos dispuestos a mejorar su entorno.
Tampoco se va a ser bueno a la masonería, la masonería prepara líderes que estén dispuestos a actuar y alzar la voz cuando algo está fuera de la razón. No es el interés de nuestras enseñanzas crear o sembrar en los humanos la ambición de poder, quiere hacernos mejores y en medida de que se vaya logrando este objetivo nosotros alcanzaremos estándares de calidad de vida más altos en cuanto a lo material. El poder y la riqueza es una consecuencia de ser mejores como individuos.

Hay que revisar el contenido de los libros que traen la forma de hacer nuestras reuniones pues es ahí donde están las respuestas, las herramientas y las formas de mejorar nuestro entorno. La orden esta arrumbada en sus talleres gracias a que nos perdemos con autores que hablan con tecnicismos de alto grado para explicar bobadas o tonterías y aun así parecer inteligentes o superiores cayendo así en el error de los políticos corrientes y comunes todos.
Así pues la masonería sigue ahí dormida, mientras muchos de los integrantes viven un letargo, haciéndose cada vez más evidentes dentro de los trabajos los traumas o dolores que traen de casa. Ahí en su hogar no son protagonistas, pero, en el taller buscan serlo sometiendo a sus aprendices o compañeros a órdenes irracionales y personales continuando así la serie de errores que se vienen observando desde hace muchos años.

Hay que despertar…Que salga la instrucción a todos los rincones del mundo y con ayuda de esas enseñanzas forjaremos un individuo consciente de sus derechos y obligaciones. 

sábado, 20 de diciembre de 2014

Arboricultor y árbol (Profano, Neófito y Aprendiz en tres tiempos)

filosofía,arte,ciencia,cultura
Por: Enrique Roberto Hernández Oñate

A los 22 años me invitaron a conocer los viveros de un lejano lugar en Puebla, ese lugar se llama Atlixco. Recuerdo que me emocionó mucho la forma en la que eran tratados los árboles y las plantas de aquel lugar, como si fueran seres humanos, unos en semilla y los otros ya listos para ser trasladados a donde será su hogar.




Pregunte con cierto temor el nombre de aquella persona que siembra árboles y la respuesta fue “arboricultor” al principio me costó mucho trabajo pronunciarlo porque parecía trabalenguas, pero con el tiempo mi boca y mi lengua fueron perfeccionando la palabra. Aquel arboricultor trataba con sumo cuidado las tablas que servían para resguardar las semillas llamadas tablas de germinar, ahí tenían que nacer los arbustos.



Una camioneta llegó con unos costales enormes repletos de las semillas de un árbol que dijeron se llama “ocote”, se colocaron entre las columnas del vivero hasta que el encargado de recibir mercancías verificara que efectivamente traían la cantidad y el tipo exacto que se había pedido. Una vez aceptado, la descarga de las semillas era el siguiente paso; un par de trabajadores colocaba en sus espaldas los recipientes que contenían las futuras sombras refrescantes y verdes.


Ese era el primer paso del ciclo, recibir la semilla, una semilla profana, se me ocurrió nombrarle PROFANO a la semilla porque viene del latín que significa “Frente al Templo” que en este caso era frente al vivero. Hoy día escucho esta palabra constantemente en el taller donde hago mis labores. En algún momento interpreté que decían profano de forma insultante o discriminatoria a aquella persona que no conviviera en nuestro lugar de trabajo, pero no es así; nuestra doctrina no intenta dividir ni segregar, intenta unir y concatenar esfuerzos para lograr un objetivo, la emancipación del Ser Humano.




Poco rato después de una explicación de las características propias del árbol, me condujeron a una siguiente fase, el germinado. Una diminuta semilla es colocada en la tabla de germinar para que ahí se abra y comience a sacar su raíz. Cinco minutos después gracias al recorrido, ya estaba colocado frente a la evolución de un ser vivo, desde la semilla amorfa hasta un arbusto verde y oloroso.





¿Qué es lo que harán si crecen más? Muy fácil, esa serie de árboles estaban destinados al reforestado de un bosque cercano y obvio no me quedaría con las ganas de ver ese lugar. Como quería conocer más me subieron a una camioneta que se dirigiría con varios especímenes hacia el lugar en el que sería la última morada de los Ocotes. En el lugar se encontraban cerca de 10 personas con pico y pala haciendo hoyos, cosa que detuvieron al observar con alegría la llegada del primer cargamento de árboles, con la esperanza de que sobrevivan a las inclemencias del tiempo y de los embates de aquellos que no respetan su hogar, su espacio.



Una mujer me pidió que le ayudara a sembrar dos árboles, una vez aceptada esta tarea tome uno que estaba alargado y ella tomo otro que estaba creciendo hacia los lados. Cuando llegamos al lugar ideal para estos nuevos seres, la mujer me comentó que yo había agarrado a un Ocote macho y ella a un Ocote hembra, que los ocotes masculinos eran altos y los femeninos eran anchos cosa que me sorprendió mucho y me alegró aún más.

Cuando se introduce el árbol hay que colocar la tierra que se extrajo para que quede recto y la gravedad no lo termine tirando, la instructora me dijo que había que darle palmadas a la tierra colocada para verificar si estaba en terreno firme, cosa que hice en la primer palmada porque el segundo golpe lo realice a manera de satisfacción.




Ahora el profano estaba convertido en un “recién plantado”, NEÓFITO. Lo neófito es un breve instante, es cuestión de minutos desde que se pone el árbol en el hoyo hasta que se le da la palmada en la tierra, no dura más. Como cuando nos empujan y nos hace ver la luz, solo en ese momento somos Neófitos porque una vez que nos quitan la venda ya somos aprendices.




Y así es como el árbol se convierte en árbol: fue tal mi gusto por la empresa lograda que decidí ponerle nombre a los dos, uno Gea y el otro Geos, como dos pilares, como esa ambigüedad que presenta el sol y la luna, la frontera que delimita al profano del aprendiz.






Ya terminado el viaje, puse tres tiempos:

El pasado con el nombre de Profano para dejar atrás esas amarguras, rencores, pasiones y vicios.
El presente bajo la sustancia de Neófito para comprender que el presente se vuelve pasado en un instante, y aun así hay que seguir y dejarlo atrás.
Un futuro como Aprendiz, porque aquí es donde comienza el verdadero viaje de la vida.

Así pues el que tenga oídos que oiga; presente, pasado, futuro…profano, neófito, aprendiz. Así comienza nuestro camino. 


"El árbol como el hombre necesitan estar bien sembrados, de otra forma, si las raíces no se aferran con fuerza a la tierra, aunque aparente volar estará cayendo." Enrique Roberto Hernández Oñate.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Generación de ideas.

filosofía,arte,ciencia,cultura
Por: Enrique Roberto Hernández Oñate


Es muy frecuente que al caminar de repente nos llegue la inspiración, la solución e incluso que escuchemos nuestro nombre de una voz familiar que nos haga voltear en busca de dicha persona sin encontrarla, sucede muy seguido o por lo menos a mí me pasa de manera frecuente.



Hace muchos años tuve uno de tantos malos días que he tenido en mi vida, sin embargo, escuche también una frase tan sencilla que se me quedo grabada en la memoria: “las palabras se las lleva el viento”, si esto es cierto imaginen ustedes que incluso lo que estoy leyendo en este momento es arrebatado por el soplo llevándoselo a no sé qué lugar, ahí está guardado todo lo que yo estoy platicando convirtiéndose en parte de la “NUBE”, una nube parecida a la que utilizamos para guardar archivos que no caben en nuestra computadora.


¿Pero qué es la nube? Es muy sencillo, la nube es un disco duro, una memoria usb, un disquete en general es una mente enorme capaz de almacenar una cantidad infinita de información. En términos técnicos la nube no es tan intangible, es anfibia porque parte de los datos “físicos” se encuentra en servidores esparcidos por todo el mundo, pero esa información viaja constantemente. La información es energía y mientras se conduce de un lado a otro no la vemos, es como el aire, lo respiramos pero no se ve.



Regresemos en el tiempo y recordemos la siguiente ley: “la energía no se crea ni se destruye solo se transforma”. 
Primero, mi voz es energía que se mueve en ondas. Segundo, pongamos en nuestra mente un gran escenario donde el ozono es un candelabro parecido al de los teatros, la función de este objeto es evitar el fenómeno llamado eco, o lo que conocemos como rebote de sonido.

Los únicos testigos de la inspiración que a continuación explicaré son los volcanes, la malinche, fue la azotea y mi trasero mojado gracias a que un charco lo recibió con singular alegría burlándose de mí, dejando de lado todo este desastre, la conclusión de toda esta agitación mental es la siguiente:
Al ser mi voz energía mi voz nunca se destruye, por lo tanto viaja constantemente en frecuencias imperceptibles por otros oídos humanos, se vuelve infra-sonido, este a su vez rebota quizá con una fuerza mucho menor que en la que se está emitiendo en la atmósfera terrestre, cuando escuchamos una voz familiar y no encontramos a esta persona es porque seguramente ese llamado se hizo hace muchos años y apenas regreso al punto de origen o fue desviado a otro sector.

Nuestras voces en este momento están desplazándose en distintos puntos donde chocan y se esparcen o regresan, si nos llega una respuesta a la mente es porque indudablemente la voz de aquella persona tuvo ese mismo problema y lo resolvió dejando la respuesta en esa nube donde nosotros la captamos, la codificamos gracias a la concentración que ejercemos sobre el cerebro ocupado en buscar una solución.
Nuestro nombre, las ideas, las inspiraciones, el nombre de alguien es muy probable que sea el  producto de un principio Kybaliónico llamado “Generación no creación”. El humano es incapaz de crear algo nuevo, todo existe y de nosotros depende descubrirlo porque el G.’.A.’. lo puso ahí, en ningún momento debemos elevarnos a algo tan supremo como la creación, somos materialmente descubridores.
Al no crear pero si generar debo aceptar que el que escribió la frase: “las palabras se las lleva el viento” tenía tanta razón que esa frase se pudo haber escrito muchos años atrás por un antecesor de él mismo, y lo que estoy leyendo es de alguien que vivió hace siglos. Ahí en el aire, la tierra, el agua, el fuego esta todo lo que necesitamos, todas las ideas, conceptos, conocimientos, solo necesitamos escucharlo y poner mucha atención.
Concentrarse es la vía para capturar la mayor cantidad de ideas que están ahí, es el codificador, pensemos de esta forma; supongamos que una idea es un conjunto de átomos de Oxigeno, nuestra respiración la envía al cerebro donde la codificamos en letras, ideas o materia.



Este texto quizá no sea mío, mi cerebro lo codificó y probablemente lo trajo del pasado porque respire la cantidad correcta y necesaria para llegar a esta conjetura. Con el trasero mojado y un mejor ánimo emprendí mi viaje a la realidad esperando que otra de esas ideas venga hacia mí y me permita continuar escribiendo. 
Yo los invito a ustedes a que se concentren o pongan más atención a su entorno, muy probablemente tengan el codificador correcto para ser los próximos grandes poetas o científicos, pero solo escuchando a la naturaleza y todo lo que en ella contiene, vendrá la inspiración a todos ustedes.

domingo, 24 de agosto de 2014

Hacer lo que predicamos.

filosofía,arte,ciencia,cultura

Por: Enrique Roberto Hernández Oñate

Un día mi papá me dio una lección muy importante: “para todo hay un lugar y un momento”, imagínense llegando a la entrega de un premio Nobel; con una playera de mi equipo favorito, un short y tenis, eso no sería lo ideal como tampoco lo sería ir al estadio de cualquier deporte con un esmoquin, esa es la enseñanza más importante de mi padre.




Dicho esto, imagínense a un maestro en la escuela llegando con aliento alcohólico, o comiendo y hablando con la boca llena en plena clase, o fumando como me sucedió alguna vez en tercero o cuarto de primaria donde la maestra llamada Margarita nos dejó castigados sin recreo (seguramente por una buena razón), la catedrática debía comer al no ser sujeta de castigo, por lo tanto, envío a la “consentida” por sus tacos a la tienda escolar. Cuando se terminó su alimento, obvio frente a nuestras caras hambrientas, levantando la voz y colocando sus pies encima del escritorio como cualquier mafioso lanzó una sublime frase “después de un buen taco un buen tabaco”, prendió su cigarro con las ventanas y puerta cerradas dejándonos aspirando su, debo aceptar, delicioso vicio.
¿Cómo puede la maestra inculcarme orden si comete este tipo de faltas? Es inaceptable, cuando le reclame fui castigado aún peor, ¿Por qué me reprendió status quo y eso es aún más deprimente.
si ella hizo algo incorrecto? Muy sencilla la respuesta, porque se creen tan cercanos a dios o sienten que son dios para no ser cuestionados y así mantener su
En toda mi vida he fumado cosas que ni se podrían imaginar, he tomado lo que no es mío en algún momento y no he devuelto libros (lo cual debería ser muy castigado), me excedí en el alcohol en innumerables ocasiones, pero no debe ser eterno ese comportamiento: la vida de una flor comienza con un retoño o botón y pasarán dos cosas, muere siendo un botón o vive siendo una rosa, no permanecerá como botón por toda la eternidad y tampoco como rosa.

Todos inevitablemente debemos cambiar en algún momento. Hoy no soy el mismo, y no quiero ser de los que llegan con aliento alcohólico a predicar orden, tampoco quiero ser de los que teniendo doce litros de vino en tres brindis se acaben esa cantidad de alcohol, de los que fumen donde no se debe fumar. Sería muy hipócrita de mi parte criticarlo y hacerlo.
¿No puedo quedarme callado ante estas situaciones porque? Porque si no lo cuestionara caería en la displicencia, definitivamente quiero ser virtuoso y ningún displicente lo puede ser, ni el benevolente. Por ser displicentes dejo pasar injusticias, por ser benevolente perdono injusticias, por practicar la beneficencia hago injusticia.


No puedo callarme frente a lo que es incorrecto, debo ser prudente al decirlo, pero no está en mi dejar pasar esas acciones. Ojo, no confundamos la habilidad que tienen las personas de hacer su oficio o profesión con el ser virtuoso, el virtuoso mediante el trabajo y la lucha vence sus pasiones y sus vicios, el otro es el que llega tarde con aliento alcohólico y fuma en la oficina.
Al cometer todos los errores antes expuestos nos convertimos en “cualquier persona”, y lo que hacemos lo degradamos a religión o política, donde algunos sacerdotes o pastores aprovechan la palabra divina para satisfacer sus deseos y ambiciones.

Yo invito a que examinemos todo lo que hacemos y como lo hacemos para responder si en verdad estamos practicando lo que hablamos, logrando evolucionar como personas podremos quizá aspirar a cambiar a nuestra familia, nuestro municipio, estado y nación solo así. Exhorto a los que habitan México y que lean este pensamiento a dejarse de preocupar por si un diputado o político es mala persona, hay que ocuparnos de nosotros mismos, eduquemos mejor a los niños y solo así en un periodo largo de tiempo eliminaremos a esas lacras. Predicar con el ejemplo es mejor que hablar al aire, eso es lo que hace un líder y una persona diferente.

El que tenga oídos que oiga, el que no los tenga que se engañe a si mismo.  

jueves, 30 de agosto de 2012

Masonería del siglo XXI

filosofía,arte,ciencia,cultura

Por Julio Torres.
La masonería del siglo XXI parece que se encuentra un tanto desconcertada y puntualizaría mejor que son los masones quienes se encuentran desconcertados, el hecho no es para menos, quienes así lo manifiestan, piensan que los secretos masónicos están en peligro, lo cual no puede estar más alejado de la realidad.
En primer lugar, el secreto masónico es algo que solo se adquiere en logia convencional, se coloca en lugar de privilegio la vivencia que cada masón experimenta y de ninguna manera es algo que se pueda contar o describir pues, esa vivencia es como pedir a un niño que apenas puede comunicarse, que nos diga si recuerda el momento de su nacimiento.
Supongo que desde hace miles de años, cuando nació la masonería, estaban muy lejos de imaginar la evolución de la sociedad como se presenta el día de hoy, mucho menos los avances tecnológicos que ahora disfrutamos y mientras se cuidaba en extremo los secretos, me temo que los masones de siglos anteriores se fueron apartando de lo importante que la masonería nos quiere decir.
Más bien supongo que es necesario que el masón se integre al siglo XXI, ya que la secrecía por si sola se puede adecuar a la vida moderna, justo cuando apenas estamos incursionando en el mundo de la computación, es cuando debemos conocer a fondo este medio y descubrir la manera de hacer llegar a nuevos masones aprovechando la tecnología.
En la práctica está resultando muy complejo el acudir a una logia porque nos vemos obligados a realizar un desplazamiento de dos tres o más horas, de tal suerte que resulta poco práctico acudir a trabajos regulares, esa interferencia es lo que provoca una deserción preocupante, a la larga las logias se debilitan y algunas hasta mueren en el intento.
Luego entonces, lo que se hace necesario que nos preocupemos menos del secreto y busquemos la manera de transmitir los conocimientos de manera diferente, pues a fin de cuentas, lo importante es que la sabiduría se siga enseñando bajo el principio del bien general de la humanidad que es la divisa que debemos exaltar.
Habremos de diseñar una mecánica que permita al candidato a ingresar, que perciba la esencia de la masonería y trabajar en lo que cada liturgia nos quiere enseñar, que comprenda que cuenta con diversas herramientas necesarias para su vida cotidiana.
El reto desde luego que no es sencillo, son retos susceptibles de abandono, dando vueltas y vueltas hasta que después de uno, dos o tres años o más, ya se pueda implementar por medio de las redes sociales, con candados suficientes y necesarios, que permita salvaguardar el secreto.
Invito a todos mis hermanos masones a comunicarse, y aportar ideas sobre este asunto que no se puede postergar más tiempo dado que el mundo actual nos obliga a apretar el paso o definitivamente nos quedaremos en el abandono con logias muertas, que lejos de aportar algo en bien general de la humanidad, dormirán el sueño de la noche de los tiempos.
Mucho es lo que la masonería nos regala, solo se necesita que hagamos los ajustes necesarios y que el conocimiento se difunda por medio del léxico utilizado en nuestras logias en tanto podamos diseñar lo que será la masonería del siglo XXI y entonces poder con firmeza cuestionar a nuestros gobernantes sobre su ignorancia masónica que es lo que impide el avance que la sociedad reclama.
Como ven, no es casual que la estructura de los países que mejor funcionan, se hayan cimentado en los principios masónicos, principios que han permitido el florecimiento económico y social, al que todo ser humano tiene derecho, fincado en el principio del deber y del derecho, solo falta adecuarlo al siglo XXI.