Consciente mente representamos un
simulacro de equivocaciones en la vida diaria, a veces con resultados no muy
buenos y nuestro público suele aplaudir o emitir sonidos insociables y poco
agradables, pero en realidad la vida es así, nos exponemos involuntariamente a
todo tipo de sarcasmos, sin embargo, todo es experiencia.
Complemento de consciencia sin duda
alguna es la personalidad, eso que nos permite la individualidad, es decir, la
manera de hacer una misma cosa pero con el sello personal que cada uno de
nosotros tenemos, de manera que esa misma cosa que todos hacemos resulte
distinta, como el degustar una bebida, la calificaré de alguna manera y usted
de otra, siendo la misma bebida.
Tanto la consciencia como la personalidad
solo se pueden manifestar por medio de un factor fundamental que describiremos
como curiosidad, si, curiosidad, pues sin ella tal vez nunca podamos distinguir
si es bueno o es malo, dicho de otra manera, lo bueno comienza donde termina lo
malo, de lo que resulta que los elementos: Consciencia, personalidad y
curiosidad, caminarán juntos en todas las actividades de nuestra vida, como si
la facultad de pensamiento que poseemos fuese el motor de manifestación.
Describir el aroma de una rosa es quizás
un ejemplo de gran fortaleza, en primer lugar habremos de acudir
consciente mente a la información que tenemos del aroma de una rosa como tal y
evitar se confunda con el aroma de otra flor, luego, por medio de nuestra
personalidad hacer la calificación adecuada conforme a nuestro sentir que de
ninguna manera es igual al de usted y concluir que es nuestra curiosidad la que
nos movió hasta encontrar un veredicto adecuado y firme sobre el aroma de la
rosa.
Si combinamos: Consciencia, personalidad
y curiosidad en cada uno de nuestros actos cotidianos, es posible que el error
en la toma de decisiones se reduzca a su mínima expresión, me atrevo a definir
que cuando aplicamos una decisión consciente mente, con personalidad propia y
porcentaje de curiosidad suficiente, el epílogo de nuestros actos recibirá
indudablemente el aplauso nutrido y cariñoso de nuestro público en este
escenario de la vida diaria.
Lograr lo anterior solo es posible en los
seres humanos ya que hemos sido dotados de un mecanismo maravilloso que
conocemos como pensamiento, ese fenómeno natural que permite construir,
transformar e imaginar sin límite alguno, nosotros hemos logrado construir
máquinas que simplifican nuestra vida y que lamentablemente también las hemos
utilizado en la destrucción de nuestros semejantes.
Quiero mostrar a usted una reflexión:
¿Será acaso que el concepto de “consciencia” tenga relación con el concepto
“espíritu”? ¿Será acaso que la “personalidad” en realidad sea “el alma”? ¿Esa
dualidad de que tanto se habla en todas las tendencias filosóficas? De
cualquier manera, creo que lo importante es que se comprenda la forma como la
consciencia nos guía en las cosas que hacemos y la personalidad en el cómo las
hacemos y todo ello movido por la curiosidad una vez que hemos imaginado lo que
deseamos hacer.
Cuando los factores apuntados se manejan
de manera adecuada, los seres humanos obtienen felicidad y por ende, la
familia, pero si estos factores se manejaran adecuadamente en el municipio, el
estado, el país y el mundo, se diría que hemos alcanzado la felicidad, cuando
todos poseemos lo necesario, no debemos olvidar que los conflictos sociales en
la historia de la humanidad surgen cuando nos alcanza la miseria de los
pueblos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario