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viernes, 10 de abril de 2015

Inmortalidad por la idea.

filosofía,arte,ciencia,cultura

Alcanzar la inmortalidad es elevar el pensamiento a su idealidad. Esto ¿qué significa? Todos y cada uno de los que están leyendo este texto, incluso el que lo escribe, ha tenido la penosa experiencia de perder a un ser querido.
En algún momento de mi vida académica escuché que las personas no morían hasta que fueran olvidadas, este hecho es una explicación que me pareció extraña, puesto que si una persona nos hizo daño y recordamos ese daño terminamos otorgándole la gracia de la inmortalidad. Ésta, no depende de lo bueno o malo que ha hecho en vida, si no de lo que hizo simplemente, de la huella que dejó. La razón por la que debemos comprender que la muerte es parte de la vida es muy sencilla, no temer, y como dice el dicho “si te toca aunque te quites y si no aunque te pongas”.
Hace algún tiempo un joven de no más allá de 20 años se subió a un transporte colectivo, casi lleno, con un paquete de papel aluminio en sus manos. Había niños, mujeres y hombres en dicho transporte, de repente el joven encendió su encendedor y comenzó a aspirar el humo que emanaba del aluminio. Al ver que nadie decía nada yo reclamé; reclamé porque era de muy mal gusto hacer eso frente a niños y una mujer embarazada, el reclamo fue tal que dicho personaje me increpó casi violento pero mi objetivo se logró, no volvió en todo el camino a sacar su droga.
Una señora que estaba junto de mi comenzó a hablar y a detallar lo mal que estaba el muchacho por su acto a lo cual mi contestación la hizo silenciar –señora, usted no hablo de esto en ningún momento, no tiene por qué hacerlo ahora porque yo ya le reclame, si usted no reacciona en el momento justo de nada valen sus palabras ahora- la señora calló no sin antes decirme –es que uno nunca sabe cómo van a reaccionar- ¿y que? Por eso debemos aguantar sus porquerías en el aire, porque debo ser honesto, no me gustaba su olor.
Morir por mi ideal, sé que hice lo correcto en el momento justo y obviamente debía haber una represalia, y esta fue que el joven se bajará tras de mi para enfrentarme y quizá golpearme, pero no me importó, decidí que si me golpeaba lo aceptaría y no buscaría el apoyo de nadie alrededor, pero aun así mi meta se logró.
Si yo me preocupara por la muerte, estaría encerrado en mi casa con colchones por todos lados y no disfrutaría de la belleza de los días. Charles Chaplin decía “La vida es una obra de teatro que no permite ensayos…Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida…Antes de que el telón baje y la obra termine sin aplausos.” Y sin querer él se inmortalizo con estas palabras.
Si nuestros actos son justos, fraternos y equitativos, la gente nos recordará como buenas personas, integras, honestas, valiosas y valerosas. Si nos conducimos como viciosos, malsanos, ambiciosos, hipócritas y fanáticos, quizá nuestro recuerdo se manche y la inmortalidad se nuble con el paso del tiempo. Ser congruentes es parte del morir por la idea, como en la leyenda de Hiram donde el prefirió morir antes que dar los secretos a los traidores en la construcción del templo de Salomón.

jueves, 20 de noviembre de 2014

La importancia de llamarse viejo

filosofía,arte,ciencia,cultura
La importancia de llamarse viejo
Por: Julio Torres
Ser viejo es una experiencia maravillosa, qué lejos se ve en este momento, cuando a mis 20 años, por circunstancias especiales ingresé al mundo del espectáculo televisivo con bastante suerte o casualidad, o mejor dicho, por causalidad, ya que la experiencia marcó mi vida de manera contundente, eran los años sesenta, los Beatles lograban su máxima expresión, fue la época romántica de la televisión en México, surgieron a la fama muchos jóvenes que hasta la fecha siguen siendo famosos, cada uno en su especialidad.
A mis 20 años es posible que me haya referido a los mayores en la misma
forma que lo hacen de mí los jóvenes del momento, pero, más que molestarme considero que cada día me hacen más grande, es decir, pareciera que me elevo a niveles nunca antes alcanzados, hoy, los problemas más grandes en realidad me parecen cosa de juego de niños, la experiencia acumulada me permite resolver satisfactoriamente cada problema que se aparece en mi camino, esa es la importancia de llamarse viejo, en realidad, la vida que me ha tocado vivir ha sido magnífica, por sistema he estado frente a una serie de retos que por fortuna he podido enfrentar con resultados efectivos.
Llegan a mi mente una serie de nombres de personas que al mismo tiempo que yo, tratábamos de triunfar en ese medio complicado y con diferentes grados de dificultad y luchamos desde nuestras “trincheras” con esa pasión tan necesaria en la búsqueda del triunfo, muchos lo lograron otros desistieron y algunos como yo, preferimos mantenernos detrás de cámaras porque eso era lo que en realidad nos proporcionaba placer y nuestro trabajo recibió la justa remuneración, quizás no a la altura de nuestras expectativas, pero desde mi punto de vista puedo afirmar que la vida fue bastante benévola conmigo, lo cual me permite
afirmar que la vida nada me debe, soy yo quien le debe a la vida.
Una observación muy personal, me permito describir, la televisión sigue siendo la hija legítima del siglo XX y continúa en este siglo XXI, a la fecha el aumento en el tamaño de las pantallas me temo que no ha resuelto la restrictiva que se presentaba cuando la pantalla más grande de los televisores convencionales era de 20 o 25 pulgadas, toda vez que el contenido de lo que allí se presenta carece de importancia o atractivo, con tristeza observo que en sitios públicos, las pantallas se han convertido en una parte de la decoración y solo se utilizan o voltean a verlas cuando se transmite un evento de masas como es el fútbol particularmente.
En nuestra empresa: “Alcalá producciones” hemos trabajado el último año tratando de implementar un sistema atractivo por medio de la técnica de hace muchos años, acudiendo a la definición que nos presentaba nuestro maestro de producción de televisión cuando solicitaba en clase una definición de “televisión” y aunque nos aplicábamos bastante tratando de emitir una buena definición, el maestro simplemente declaraba: “Televisión es televisión” y esta definición me parece que sigue vigente, el reto es lograr que las personas que se encuentren en sitios públicos dirijan la mirada hacia las pantallas, en Alcalá Producciones” creo que el próximo año estaremos en posibilidad de probar que “televisión es televisión” .
Hoy no podemos utilizar la técnica antigua, las circunstancias son
diferentes, no debemos olvidar que los teléfonos pequeños han reducido el tamaño de las pantallas, de manera que el reto es grande, sin embargo, considero que lo ideal sería que las cátedras sobre producción evolucionaran bajo una temática adecuada a los tiempos que estamos viviendo, desde luego que la programación parece que no debe ser de información pedagógica, pues la infinidad de páginas de todo tipo de temas ofrecen más información que la que por la pantalla podamos proporcionar.
Aun así, pienso que no todo está perdido, lucharemos día a día hasta encontrar la manera de dar a cada pantalla el mejor uso en bien general de la humanidad y de este país y de Puebla en particular, es posible que regresemos a la utilización de alguna manera sobre la enseñanza, la educación y la información sobre los asuntos de interés social, es posible que estemos en el umbral del gran cambio
social adecuado del siglo XXI, donde los sistemas conocidos terminen por sucumbir ante las propuestas de esta nueva era, la era de Acuario, pero con la sabiduría además del valor e importancia de llamarse viejo.

lunes, 28 de abril de 2014

Relaciones armoniosas

filosofía,arte,ciencia,cultura
Las relaciones armoniosas
La compatibilidad con otras personas comienza en nosotros mismos, las relaciones armoniosas nacen de la armonía interna, la cual es creada por nuestro deseo de abordar las demandas de esta área como oportunidades en favor del desarrollo personal, siempre se nos exige “cambiar” tanto nuestra comprensión como la que tenemos de los demás, a fin de resolver las dificultades en nuestras relaciones, este es un proceso gradual que involucra las actitudes fundamentales y las normas de vida, la misión no es fácil, pero el esfuerzo vale la pena.
Podemos comenzar con un período de meditación, sobre una relación particularmente inarmónica en la que se encuentra involucrado en este momento. Primero, es importante buscar sus propios móviles en la situación. ¿Quiere en verdad crear una relación pacífica y armoniosa,
o está buscando la forma de desquitarse? ¿Está esquivando a la otra persona, enojado, resentido o belicoso? ¿Se siente impotente, defensivo, inferior y desamparado?
La relación se mantendrá en un callejón sin salida, hasta que usted deje su manera anterior de ver y sentir, debe estar dispuesto a escuchar la suave voz interna y aceptará la verdad que usted conoce en su corazón, esto requiere un examen interno y honesto, después aplicará la habilidad de perdonar al otro y a usted mismo, la indulgencia nos permite aprender de nuestros errores, lo cual nos pide
actuar con sentido de responsabilidad e integridad moral renovado y hacer lo que podamos a fin de resolver la situación.
Es importante evaluar la relación basándonos en las necesidades y esperanzas, todos tenemos ciertas necesidades que se satisfacen con las relaciones armoniosas, como la necesidad de compañía, de dar y recibir cariño, compasión, reconocimiento y aceptación, sabemos que cuando vivimos y trabajamos en armonía liberamos energías creativas y alcanzamos metas que nosotros solos nunca obtendríamos, ponemos en peligro las relaciones cuando transformamos las necesidades en esperanzas ficticias.
Son dos las distorsiones más comunes: El resultado de esperar que otros nos cuiden, que otra persona sea ambas cosas, la confianza, el respeto y la
aprobación se fomentan cuando estamos dispuestos a responsabilizarnos por nuestras propias necesidades, cuando estamos dispuestos a ser sensitivos a las necesidades de la otra persona.
Con frecuencia desechamos toda posibilidad de relaciones cariñosas verdaderas, porque permitimos que el temor domine nuestros pensamientos, sentimientos y comportamiento. Por ejemplo, imagine a otra persona en su ojo de la mente y comience a hablarle, ¿Cómo toma usted su respuesta? ¿Está uno u otro dolido, enojado, defensivo, temeroso? ¿Existe alguna manera de que usted pueda hablarle y que
le responda efectivamente o que usted pueda enfrentarle con ternura?
¿Tiene alguna de las dos esperanzas irreales con respecto a la otra persona? ¿Qué sería de su vida sin esa persona? ¿Cuán diferente sería su vida sin usted? ¿De qué manera están relacionadas sus vidas? ¿Cuál es el contexto de su relación? ¿Existe algún tema en particular que causa tensión entre ustedes? ¿Puede visualizar una solución que aminore esa tensión? ¿Está usted dispuesto a la solución?
Explore la relación con el ojo de su mente desde tantos puntos de vista como sea posible, esté consciente de que las relaciones crecen y cambian como lo hace usted, cuanto más objetivo se vuelva, cuanto más se libere del temor, más creativo y perspicaz se volverá en sus pensamientos y gradualmente usted podrá reemplazar el temor con sentimientos de amor y compasión.
Finalmente, es importante que usted enfrente su soledad, cuando estamos dispuestos a estar solos y nos comprometemos a una relación con nuestro maestro interno, es que descubrimos la capacidad de amar de todo corazón, nuestro sentido de pertenecer a algo más grande que nosotros mismos, atraemos la verdadera estabilidad emocional y nuestras relaciones son llevadas al contexto de nuestros más altos ideales y
dediquemos nuestra vida al servicio de esos ideales, de ese modo seremos efectivos al crear relaciones armoniosas y amorosas con otras personas.

La paz comienza dentro de nosotros y se extiende más allá de una cadena de lazos, que siempre se están expandiendo y depende de la fuerza de nuestro compromiso con las realidades espirituales, de manera que con paz y armonía las relaciones siempre serán efectivas.

jueves, 3 de mayo de 2012

El tema de la vida

filosofía,arte,ciencia,cultura

Por: Julio Torres.
No existe un campo común sobre el cual la religión y la ciencia puedan encontrarse con algún entendimiento, ambas dan evidencia de escudriñar la verdad, pero sin encontrarla, sin embargo, una u otra, generalmente declara haber resuelto cualquier misterio bajo su investigación.
En el campo del tema de la vida ninguna de las dos ofrece una comprensión de su naturaleza ni son capaces de demostrar su comprensión, por lo tanto, pretendo agregar otra conclusión a las observaciones hechas en artículos anteriores donde hablamos del hombre “vivo” y el hombre “muerto”.
Recordarán que encontramos que cuando la vida abandona al cuerpo, en la llamada muerte, todos los elementos “inmateriales” desaparecen al mismo tiempo, con la desaparición de la consciencia, se van todo el poder y la energía que apreciamos en el cuerpo “vivo”.
Lo anterior nos conduce a pensar que con la desaparición de la consciencia, se van todo el poder y la energía que hemos visto en el cuerpo vivo, por lo tanto decimos, que la consciencia y la fuerza vital o la energía vital están relacionadas, la consciencia debe tener mente, y si la consciencia y la fuerza vital están relacionadas, entonces, la mente y la fuerza vital están relacionadas y entran y salen del cuerpo.
Científicos han examinado cuidadosamente cada célula de la composición material del hombre, existen muchos libros que de esto hablan, se han desarrollado equipos técnicos muy sofisticados que permiten examinar cada parte del hombre y cada punto ha sido estudiado con responsabilidad.
Pero la parte “inmaterial” del hombre, no ha sido examinada como la parte “material”, es más, en muchos tratados no se menciona la parte inmaterial, ésta, se ha dejado en manos de los clérigos para que ellos la expliquen de manera religiosa o a los filósofos que profundizan de manera abstracta.
Creo que recordarán aquello de que: “Dios creó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida y el hombre se transformó en una alma viviente”.
Desde luego que la anterior declaración escrita en el Génesis, el hombre fue formado del polvo de la tierra, esto se refiere a la creación química y material del cuerpo humano, el sistema para mantener la vida en nuestro cuerpo está basado en la exactitud de esta declaración.
La filosofía declara que todo esfuerzo de la mente o del cuerpo, desgasta continuamente algo de la composición material del organismo humano, dice que debemos mantener determinada condición corporal con el objetivo de conservar la vida, por eso es que comemos, digerimos y asimilamos alimentos y líquidos que se encargan de conservar la existencia y el crecimiento del cuerpo.
Experimentamos placer en el comer, muchos de los actos necesarios de la vida son placenteros, generalmente disfrutamos aquellos que son necesarias en la preservación de la especie, sin embargo, todo indica que debemos evitar la perversión o la obsesión de los apetitos y deseos naturales.
El dominio de los apetitos no debe actuar en detrimento de las manifestaciones físicas ni espirituales, deben estar equilibradas de acuerdo a una ley natural de armonía, asimilamos del alimento muchas clases de substancias en variadas combinaciones, de esa forma cumplimos con el precepto: “Dios creó al hombre del polvo de la tierra”.
Quiero dejar el tema hasta este punto y continuar en el próximo reportaje en el que hablaremos del aliento de vida y de como el hombre se transformó en “alma viviente”, espero su visita y hasta entonces.