miércoles, 27 de abril de 2011

Masonería y la tolerancia y amor

Por: Julio Torres

El recinto que se utiliza para las reuniones masónicas, desde luego que se compara a un recinto consagrado a la amistad y a la virtud, sin olvidar los deberes de tolerancia y amor.

Se recomienda a los masones ser prudentes, diligentes, moderados y discretos en función de que deben recordar como promesa solemne ayudar con cordialidad solo en proporción a sus haberes.

A quien necesite ayuda, el masón debe proporcionarla con la prudencia necesaria, con la diligencia que el caso lo reclame, pero siempre con moderación y discreción.

Cuando alguien requiera corregir alguna falta, el masón puede influir para hacerlo, pero con suavidad, para ayudarle en su reforma, vindicar su opinión cuando sea calumniado.

El masón debe surgir en defensa de quien ha sido calumniado, aún en circunstancias favorables o no, y lo debe hacer aunque su conducta sea reprensible.

Los principios expuestos por generosos, se extienden a lo largo y ancho del universo, pues, todo hombre tiene derecho a los buenos oficios de los masones, la consigna es hacer el bien a todos.

Desde luego que la encomienda privilegia a los masones principalmente, porque la diligencia en el cumplimiento de los deberes obliga a una actitud benevolente, liberal y filantrópica.

Benevolente, es decir, que pondrá por delante en cada una de sus acciones, una gran dosis de buena voluntad y afecto, que en su relación con otras personas actúa con muy buena voluntad y afecto, con tolerancia.

Liberal como adjetivo de tolerante e indulgente, generoso y dadivoso, como gran conocedor de las artes liberales, que son fundamentalmente disciplinas intelectuales que se dividen en dos ciclos.

Esos dos ciclos se refieren al trívium y el cuadrivio, para manejar en estricto apego a las reglas de la gramática, la retorica y la lógica por el trívium, y la aritmética, la geometría, música y astronomía por el cuadrivio.

La filantropía, que es el sentimiento de humanidad, de tal manera que el filántropo, es la persona que se destaca por su amor hacia sus semejantes, emplea actividad en beneficio de los demás.

La masonería es una antigua y honrosa institución, de constancia y fidelidad por medio de un porte amable, justo y virtuoso para descubrir los efectos útiles.

Muchas veces ocurre que, algunos miembros de la orden piensan que se trabaja inútilmente, porque las cosas no cambian, o las personas no quieren cambiar, que se han gastado fuerzas inútilmente.

La obra se completa finalmente porque está con el gran arquitecto del universo y la recompensa en la estimación y el cariño de todos.

El mensaje es que debemos vivir en estrecha unión, para que la paz more entre nosotros y que la fraternidad nos una eternamente, para el bien general de la humanidad y de cada uno de los masones en lo particular.

Pero, todo trabajo y todo proyecto masónico habrán de realizarse con tolerancia y amor a los semejantes.

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