domingo, 31 de julio de 2011

El número 3 y la masonería


Por: Julio Torres.

Una especie de magia posee el número tres, o nosotros somos quienes le adjudicamos esa magia, tal vez pudieran ser ambas, es por eso que la masonería le ha dado gran importancia a este asunto.

Parece que el hombre siempre se encuentra inmerso en asuntos paralelos y que al final de cuentas se ve precisado a tomar una decisión con lo que se completa el cuadro de sus dudas.

Hemos sido testigos de cómo se han etiquetado las políticas a través del tiempo y al final se encuentra controlado por sus instintos que justifica argumentando que es por una orden divina.

Ocurre entonces que un tercer factor es quien determina cual será la actitud que finalmente debe tomar el ser humano para resolver sus problemas económicos y sociales e inclusive sexuales.

Son tres los problemas fundamentales que debemos resolver desde que nacemos: Económicos, sociales y sexuales y que exigen solución cada momento.

El estar sostenidos sobre una base triangular que nos inculcaron sobre padre, hijo y espíritu santo, de ninguna manera debe extrañarnos.

Padre, madre y el hijo que es resultado de la unión de los primeros, sin esa unión el proceso de generación no se puede cumplir.

Esta filosofía se utiliza como herramienta para hacer entender al que ingresa a la orden que debe colocarse un traje a la medida, esto es, que represente la edad de un niño de tres años para que pueda comprender lo que en logia se le enseña.

Como si se tratara de volver a nacer y comenzar desde su primera edad, libre de vicios y pasiones que tanto daño provocan en los seres humanos.

La ignorancia que nos heredan desde el seno familiar en muchos casos, se acrecienta y multiplica por la fuerza externa de la sociedad en que nos desenvolvemos.

El tres se encuentra integrado en la definición que se hace de los tres estados del ser humano que principia en la niñez, avanza el la juventud y culmina en la vejez.

Es como si se le obligara a dar tres pasos fundamentales para demostrar que esta consciente del proceso de vida que va a representar en el escenario de su existencia.

Creo que alguna vez, usted estimado lector, recuerda algo como: Salud, fuerza, unión, uno para todos y todos para uno, que contiene una doble triada.

La literatura francesa se encargó de exaltar este concepto de una manera excelente por medio de los mosqueteros del rey que tantos mensajes positivos nos entregaron sobre la manera de entender el concepto de lealtad.

Son muchas las razones por las cuales la masonería hace suyo el concepto de la triada, no olvidemos la mitología del rey Arturo y la del rey Salomón, cada un en su tiempo.

Expone la masonería, que si somos capaces de comprender la magia de ese número, resulta mucho más sencillo ubicarse en una edad de tres años para descifrar los mensajes que nos tiene preparados para los 33 grados que la componen.

Existen muchos documentos que de esto hablan y las coincidencias o no de lo ocurrido con los mineros que estuvieron atrapados durante 33 días y el resto de las coincidencias que resultan bastante interesantes.

Quiero cerrar esto con una reflexión: para comprender mejor lo que la masonería nos quiere mostrar, es fundamental que comencemos por ponernos un traje a la medida, es decir, que por un momento aceptemos que somos niños con solo tres años de edad.


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