Masonería y la unidad

Masonería y la unidad. Parecen palabras ambiguas cuando solo se pronuncian de manera accidental, pero ese es el objetivo inicial y fundamental cuando se pronuncia la frase: Silencio estamos en logia, y el efecto que produce es un tipo de magia fraterna.

La unidad es el objetivo inicial en los trabajos, pues como todo grupo, si no logra unir a todos sus agremiados mediante un interés básico, el resultado es desastroso.

Pero, ¿Qué significa un interés básico? No es otra cosa que la búsqueda de un objetivo común, la búsqueda del interés general que funcione para todos para presente y futuro.

La semejanza del trabajo dentro de la logia se parece mucho al trabajo que toda organización política debe realizar, buscar la unidad, pero la unidad desde el primero hasta el último de los ciudadanos.

Por lo menos eso es lo que filosofía de la democracia establece desde hace muchos años, pero la realidad nos entrega una situación totalmente distinta, muchas veces el político declara: Todos somos iguales, pero nunca se demuestra eso.

Dentro de la masonería se establece el principio de que el jefe obtiene el titulo de: El primero entre sus iguales,  y reconozco que muchas veces ese titulo se cumple en algunas logias, pero en la política no lo veo.

Algo que perjudica mucho en la política es la tendencia a buscar que no le salgan bien las cosas a quien ocupa el lugar “del primero entre sus iguales” con las consecuencias conocidas.

La pobreza de principios es tal vez lo que inclina la balanza a impedir que el primero entre sus iguales tenga éxito en su mandato, creo que el esfuerzo de cooperar para que las cosas sean exitosas es menor a ocupar ese tiempo en denigrar.

Mucha gente parece haber recibido titulo de “licenciado en obstáculos” y todo cuanto promueve esta encaminado a colocar trampas quizás ingeniosas pero muy destructivas.

Es triste que la mayor parte de los países del mundo este sufriendo este problema de la descalificación social posiblemente causada por el desgaste social que a nivel mundial estamos padeciendo.

Es posible que sea momento de retomar los principios de la masonería para definir primero lo que ha estado ocurriendo a nivel mundial, creo firmemente que la solución se encuentra entre líneas de las liturgias.

En algún sitio de los trabajos regulares de logia puede estar la respuesta, pudiera ser que los trabajos se han enfocado a la licenciatura de los obstáculos y estamos bajo el dominio de ese virus.

Puede también ocurrir que como los niños de tres años, le tenemos miedo a la escuela y lo que pasa es que no aceptamos el desprendernos de mamá, le tenemos miedo al avance que nos amenaza inexorable.

Cierro este comentario con la siguiente reflexión: Crecer es parte de la vida, nada permanece igual, es mejor la unidad deficiente que la descalificación permanente, por el bien de la humanidad.