domingo, 11 de septiembre de 2011

El orador masón

Un cargo fundamental en toda logia es el orador, pues además de poseer una excelente oratoria, debe mostrar un conocimiento exacto y preciso de las leyes masónicas.

El cargo es uno de los más importantes, es el único elemento con poder amplio para suspender una reunión cuando lo que se esta analizando no se ajusta a las leyes y reglamentos.

Aceptar el cargo de orador implica un gran manejo de las leyes y reglamento pero con habilidad para juzgar, por lo que debe saber aplicar la prudencia en cada caso.

Debe dar fe de los documentos recibidos en la secretaría, de tal suerte que se convierte en un filtro natural de todo cuanto se recibe o se envía dentro y fuera de logia.

La importancia del cargo exige que sea cubierto por un maestro masón experimentado y de trayectoria impecable, con habilidad de tolerancia y prudencia necesarias.

Será también el encargado de calificar los trabajos, es decir, que estos se hayan conducido de acuerdo a los usos y costumbres y apegados a las leyes y reglamentos.

Puede emitir sus puntos de vista sobre el tema que se haya elegido para su análisis en la reunión, pero ese comentario no lo debe hacer apoyado con la investidura de orador.

Emitir su punto de vista dentro de los trabajos puede hacerlo con el protocolo que sigue cualquiera de los integrantes que solicite la palabra, hacerlo de otro modo, corre el riesgo de inclinar la balanza con ventaja.

El orador cuando emite un comentario a los temas tratados, es uno más entre sus iguales, como lo es el jefe del taller masónico, todos tienen derecho a emitir su punto de vista con absoluta libertad.

Es por eso que sin importar la investidura de los dignatarios, los trabajos son libres, pero dentro de los límites de las leyes y los usos y costumbres.

Al final de la reunión el orador revisará lo acontecido en cada momento y calificará los trabajos como lo considere de acurdo a los protocolos y entregará dichos trabajos al jefe de la logia para que los clausure cuando lo crea prudente.

El orador es quien hará uso de los tres elementos fundamentales que componen toda oratoria como lo son la gramática, la retórica y la lógica, pues solo con el buen manejo de esos elementos el mensaje llegará a su destino.

Es claro que para manejar a la perfección esos tres elementos va a ser muy importante que exista un excelente dominio de la aritmética, la geometría, la música y la astronomía.

Cuatro conocimientos fundamentales que encierran toda la sabiduría universal que nuestros antepasados han dejado como herencia para la evolución del ser humano.

Junto con la gramática, retórica y lógica cierran el círculo perfecto para conseguir una buena oratoria y habilitar a un excelente dignatario por el bien de la masonería y de la humanidad en general.

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