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domingo, 29 de marzo de 2015

Las leyes efectivas

filosofía,arte,ciencia,cultura
Las leyes efectivas
Por: Julio Torres
El tema que hoy pretendo desarrollar se refiere a una inquietud que uno de mis lectores envió a mi correo, se trata del trabajo legislativo que prevalece en este país, el texto dice lo siguiente: “El resultado de ese activismo pasivo, más la demagogia de un partido oportunista, aumentaría la ignorancia colectiva sobre lo que se mira de manera superficial, no basta decir en sus mensajes políticos y comentarios como: Pobres animales; los dueños de los circos son unos malditos porque tratan muy mal a dichos animales.
Esos políticos oportunistas, como los califica mi lector, no se dan cuenta que están aprobando una ley que manda a la basura, un espectáculo de algunos siglos de existencia y que la gente que trabaja en esa fuente de trabajo se quedará en la miseria porque ha sido el trabajo de toda su vida, difícil será que pueda encontrar un modo de subsistencia adecuado solo porque lo dicen unos políticos que en un mes de sueldo perciben lo que yo logro en tres o cuatro años de trabajo.
El no calcular el modo de vida de los trabajadores de un circo que manejan animales, pareciera que nunca fueron entrevistados por representantes, pareciera también que dichos legisladores solo pensaron en el aplauso de sus compañeros del congreso, pero ninguno pensó realmente en esos trabajadores, tampoco pensaron en el pueblo, es al que realmente deben proteger y arropar con leyes bien pensadas.
Yo esperaría que el presidente de la república hiciera usó del recurso de “veto” mediante el argumento de los beneficios que en teoría puede aportar dicha ley ya que las consecuencias puede
resultar totalmente contrarias al beneficio del pueblo, tal parece que a los legisladores se les olvida que ellos están trabajando en nuestro favor y lamentablemente hacen todo lo contrario.
Dice mi querido lector: Que los políticos no tienen la capacidad de calcular los resultados o consecuencias de ciertas acciones y que eso no solo es ignorancia populista, que es una irresponsabilidad, hace poco tiempo, a cada momento nos bombardearon con el mensaje de las cuotas en las escuelas que por ley ya no se debían cobrar.
Quienes aprobaron esa ley no se tomaron la molestia de investigar que esa cuota que cobran las escuelas es la que cubre “el sueldo” de una persona que se dedica a la limpieza de salones, sanitarios y patios, así como el cuidado de la puerta a la entrada y salida de los alumnos y finalmente realiza actividades de mensajería de dicha escuela.
Desconozco si en la secretaría de educación se tiene contemplada esa “partida en el presupuesto” que no llega a su destino, o si en verdad no existe, de manera que aprobar una ley que ya no exige la
“cuota” me vuelve a sospechar que nunca hicieron una encuesta y descubrir la utilidad de esa cuota y muy bien pudieron diseñar la manera de obtener fondos que cubrirían ese renglón de limpieza.

Me temo que ninguna de las leyes “aprobadas” en los últimos tiempos es operativa y me atrevo a preguntar ¿No será más importante trabajar en una verdadera ley de transparencia en el gasto público, pudiera ser que con un poco de empeño alcanzaría el presupuesto a cubrir esos gastos que sí resultarían benéficos a
todos y no se cerrarían fuentes de trabajo, no olviden que la generación de riqueza es por el pueblo trabajador, el gobierno solo administra la riqueza generada por los particulares que arriesgan su capital y patrimonio.

sábado, 5 de octubre de 2013

Propiedad privada

En el baúl de hoy encuentro algunos documentos que me hacer imaginar cuando los seres humanos caminaban de un lado a otro en busca de alimento, tal vez raíces o frutos que les permitían sobrevivir y cuando se terminaban esos alimentos emprendían el viaje hacia otros lugares en busca de esos alimentos conocidos, imagino en este momento que el asunto debió ser muy complicado pues mantener imágenes y sabores no era cosa fácil.
Durante las tormentas debieron estacionarse en distintos lugares y el permaneces varios días pudo haberles mostrado “accidentalmente”
el proceso de formación de alguna semilla y la sorpresa debió ser muy importante al descubrir cuanto se parecía la forma y luego el fruto a lo que antes buscaban trabajosamente con el fin de mitigar el efecto hambriento, a partir de ese momento me temo que nace la agricultura, a partir de ese tiempo la mentalidad nómada comienza a perder terreno y da paso al sedentarismo que conformará lo que hoy conocemos como sociedad.
El nacimiento del concepto familia adquiere gran relevancia pues
ahora ya no habrá necesidad de recorrer grandes distancias en la búsqueda de alimento, ahora nace la agricultura, ahora nace el gran movimiento social que se convertirá en “el parte agua” de la evolución humana, nace entonces “la propiedad privada” y cada familia colocará “marcas especiales” que delimitarán dicha propiedad que junto con el respeto mutuo cada familia producirá determinados alimentos y nace también “el trueque”, es decir, el intercambio de productos entre familias.
Al parecer en ese momento se ha descubierto “la felicidad” ya que establecida la producción y el intercambio de productos es que nace “el comercio” y paralelamente surgen las “necesidades” es decir, cada habitante de eso que ahora conocemos como “la comunidad” va a encontrar la habilidad que le ajuste y producirá aquello que sea necesario y ejecutará el intercambio de productos por alimentos y podemos pensar que esas personas que tanto sufrieron en la persecución de los alimentos, ahora han logrado la felicidad porque todo lo tienen al alcance de la mano.
Pero el ser humano también ha sido dotado de lo que hoy conocemos como “envidia” y resulta que una comunidad cercana escogió terrenos que no resultaron tan productivos como el que nos ocupa de la primera comunidad, entonces, el mecanismo más sencillo va a ejercer una “invasión”, esto es, un despojo de los bienes óptimos del vecino y hasta de sus propiedades que con tanto trabajo lograron delimitar haciendo caminar a los animales cuadrúpedos que dejan su rastro por medio de “mojones” o rastros fecales con su caminar diario en un sentido y otro con una precisión casi perfecta sin necesidad de utilizar un método de medida desconocido hasta entonces.
Aparece entonces el otro personaje de la sociedad, “el salvador”, el que va a “vender” protección al más débil, aquel que ha sido despojado de sus bienes solo por envidia, aquel que por circunstancias no conocidas entonces, ostenta un físico superior y más fuerte que el que se dedica solo a cultivar alimentos y a proteger a su familia, ahora surge la figura no solo del protector, sino del que se convertirá en gobernante que ofrecerá sus servicios de “seguridad” primero, luego los de “salud” pues en su recorrido por otras comunidades ha aprendido conceptos que logran mantener la salud más o menos aceptable y por ende surge la “educación” pues conoce muchas más cosas que quienes se han mantenido de manera sedentaria.
Seguridad, salud y educación resultan ser los objetivos principales de los gobernantes, que con el paso del tiempos se optimizan o se degradan de acuerdo a quien se coloque al mando de la sociedad que “protegerá” y la polémica se traslada hasta nuestros días en el sentido de calificar mejor a los sistemas tradicionalistas o a los republicanos, los años transcurren y se sigue pensando lo mismo ya que se han implementado sistemas sociales diversos y a la fecha resulta difícil decidir qué sistema es el mejor, como manifestando el complejo de Alicia, la duda en el camino a seguir.

Considero saludable hacer una reflexión de acuerdo a los acontecimientos recientes en todo el mundo, desde luego que cada país manifiesta su propio problema, pero luego resulta que algunos gobernantes temen aplicar la ley por temor a poner en riesgo el poder adquirido protegiendo “al malo” en lugar de proteger al que genera el ingreso que percibe por su “trabajo” en la silla de mando, sirva como ejemplo el agricultor que reveló la propiedad privada o la manera de proteger a su familia al descubrir la agricultura y que lamentablemente resulta ser el eslabón más débil de la cadena social.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Pensamiento

El pensamiento es una facultad del ser humano que lo distingue del resto de las especies vivas, de lo cual se desprende el concepto de individualidad, presente en los seres humanos y aunque muchas otras especies manifiestan pensamiento, siempre se quedarán en el umbral, porque no examinan y nosotros lo hacemos de manera consuetudinaria, porque somos capaces de comparar, escoger y por lo tanto formar un juicio sobre las cosas conocidas.
Pareciera que una flor que curiosamente es conocida como pensamiento, comprendiera tal definición, si observamos, se muestra distinta a una buena parte del abanico floral que la naturaleza nos hace favor de regalar a diario y sin pedir nada a cambio, sabe que nosotros somos capaces de investigar y juzgar, muchas veces me parece observar que cuando le hablo a la flor, ella me obedece al impulso que le prodigo.
Hasta parece que posee determinada inteligencia, como si a ella se le hubiese entregado la facultad de recibir las impresiones de los sentidos, que le permiten comprender y combinar los actos que satisfacen sus necesidades, vamos, como si esa maravillosa flor mostrara una inteligencia similar a la nuestra y no actuara simplemente por instinto como si fuera un resorte conservador de su existencia.
Nosotros, los seres humanos, poseemos la razón junto con la inteligencia y el instinto, podemos elevarnos de lo concreto a lo abstracto pues comprendemos la naturaleza de las cosas y nos sometemos a la causa que produce eso que describimos como razón, inclusive logramos estudiarnos a nosotros mismos, por medio de la contemplación de lo creado, permitiendo encontrar la verdad que destruye los errores de la intuición y los sofismas de la inteligencia.
También creamos las ciencias y las artes arrancando a la naturaleza sus secretos, ese es el patrimonio de los seres humanos y gracias a ello podemos ver en todas las cosas lo real, lo ideal y la causa que los produce, de ese razonamiento surge un término que simplifica las cosas y lo definimos como facultad dual, es decir, que comenzamos a comprender lo que es el instinto y el afecto como una manera sencilla de diferenciarnos de los animales.
Sin embargo, parece que no comprendemos bien la lección, nos entregamos a gobiernos que se atribuyen todo y declarando que somos niños que requerimos ser tratados como rebaños, pero no son los gobiernos los culpables sino que encuentran seres humanos dóciles que se dejan gobernar porque encuentran ignorancia, apatía y egoísmo en los ciudadanos y forzosamente tienen que torturarlos y hacerlos marchar aun a su pesar, pues todo el que adquiere mando, casi siempre tiende a la tiranía.
La masonería quiere que las masas se eduquen particular y en grupo, los pueblos ilustrados no consienten tiranos y sí ayudan a sus buenos mandatarios en sus difíciles tareas, de nada sirven los buenos gobernantes con las más sanas disposiciones si sus gobernados se oponen a ellas, su ignorancia no les permite comprender o su apatía y egoísmo les encierra en un círculo de pereza e indiferencia.

La masonería impone a sus miembros el deber de ser hombres libres y virtuosos, sin que sea esa libertad el egoísmo y la resistencia a las leyes del país en que viven, ni a las disposiciones de los gobernantes en virtud de esas leyes, al contrario, ella exige de sus miembros el mejor respeto a la ley y a los magistrados, también establece como un deber sagrado el instruirse e instruir a los hombres hasta donde alcancen sus fuerzas, con el fin de que conozcan los derechos y deberes propios y los derechos y deberes de todos. El pensamiento adecuado entonces es que seamos instruidos, dignos y virtuosos y no solamente seremos libres nosotros, sino que podremos emancipar a todos los ciudadanos.

martes, 21 de mayo de 2013

Preboste

filosofía,arte,ciencia,cultura
Durante la edad media el cargo de preboste personificaba a una dignidad en las abadías y al mismo tiempo en el antiguo régimen francés, el preboste era un funcionario público elegido por el rey, con la función de administrar la economía y le confiaba además los asuntos judiciales, por lo que se le denominaba “preboste o juez” lo cual le confería el título de maestro irlandés que por ese tiempo, eran considerados los individuos o maestros mejor preparados.
Un preboste salvaguardaba la soberanía, esto es, el poder de dictar leyes e implantar prácticas efectivas, ya que no hay autoridad que pueda nacer de si misma, la soberanía de ninguna manera puede encontrarse fuera del hombre, porque es su derecho como facultad derivada de la naturaleza humana, es como la verdad que no es patrimonio de unos o de otros, la soberanía es propiedad de la asociación humana.
Ciertamente, la soberanía es la voluntad y el derecho de una persona, así lo describen los textos que de este tema hablan, pero se comprenderá mejor si todo lo anterior lo aplicamos en nosotros mismos, es decir, la estructura social es similar o modelo de nuestro cuerpo, de nuestras ideas, de nuestra inteligencia, empezamos por entender nuestra soberanía interna o personal, mientras no pronunciamos un sentimiento soberano, difícil va a resultar avanzar hacia la justicia, y ella solo será efectiva en la manera como la utilicemos en nosotros mismos, de allí que resulte muy difícil el trabajo de juzgador, pues si no aprendemos a juzgarnos a nosotros mismos, lo más seguro es que nunca conseguiremos emitir un juicio imparcial hacia los demás.
Se dice que un buen juzgador es aquel que aprende a defender al débil contra el fuerte, en aquel momento, un buen juez deberá descubrir sus debilidades en primera instancia, paralelo al dominio de sus pasiones, con el único objetivo de encontrar la verdad no solo a favor del inocente, sino a favor de la ley y la justicia, es prudente decir que una ley es buena cuando se aplica así, libre de vicios y pasiones, utilizando todas las facultades inherentes al ser humano, aplicadas con inteligencia y rectitud, además, con el valor necesario y suficiente en el momento de impartir justicia, manifestando la prudencia del sabio y la filantropía razonable como si estuviera con los ojos cubiertos que muestra la diosa justicia.
La asociación humana, es un taller de producción establecido hacia la prosperidad común, donde cada uno contribuye de acuerdo a sus medios, resulta sencillo entonces aceptar que nos rigen derechos naturales, civiles y políticos, advertimos que solo por la fuerza, nos pueden privar de los derechos naturales, ya que los civiles dependen de las leyes buenas, malas o aplicadas con vicios, y los derechos políticos son la facultad de elegir y ser elegido en cualquier cargo.
Analizar la vida y la muerte es tal vez la mejor manera de comprender o descubrir los mecanismos que nos enseñan nuestros antepasados, que han perdurado fanatizados de distintas formas, dentro y fuera del seno familiar y social por medio de personajes ambiciosos que desean acaparar todo, inclusive los alimentos fundamentales de la subsistencia humana, dramatizando los efectos de la ignorancia en todos sentidos, con gran filantropía disfrazada de buena voluntad.
Cada uno de nosotros posee un ingrediente que conocemos como “conciencia” y sabemos de alguna manera que esa conciencia pareciera ser el aparato que indica la forma de hacer las cosas, muchas veces buenas y otras no tanto, pero al final actuamos conforme a los dictados de esa facultad conocida como conciencia y lamento no saber en realidad como funciona, creo además que quienes se han encargado de ilustrarla encontraron formas múltiples de exponerla, sin embargo, al profundizar un poco más en el estudio del ser humano, los perseverantes encontraron un componente paralelo identificado como alma.
El dispositivo alma, así lo definen los filósofos: Se dice que cuando una misma cosa realizada por una persona cualquiera posee una personalidad y la misma cosa realizada por otra persona pareciera distinta, esto es, cada persona realiza la misma cosa con distinta personalidad, por lo tanto, me permito agrupar a la conciencia con el alma y agrego un elemento más, conocido como lealtad, si, lealtad a lo que pensamos, lealtad a lo que hacemos y lealtad a nuestros semejantes.
Entonces, conciencia, alma y lealtad, conforman una triada intangible, pero suficientemente fuerte como cimiento de un gran edificio, a través del tiempo se han realizado eventos de transformación importantes que hoy nos simplifican el trabajo, la transformación de la materia y la evolución de los alimentos, pero hay más, esta triada sirve de piedra fundamental en la aplicación de la justicia, que desde la edad media, bajo el título de preboste, una sola persona se encargó de impartirla, por fortuna hoy día las leyes han sido optimizadas, sin embargo, creo que necesitamos no solo buenos prebostes sino excelentes prebostes como grandes juzgadores, espero entonces que con los datos aportados resulte sencillo comprender la manera de impartir la justicia efectiva a que aspira todo ciudadano.



sábado, 24 de septiembre de 2011

El respeto a la ley

Toda comunidad humana debe sujetarse a las leyes que la misma decrete, y con ello garantizar el respeto entre unos y otros, de tal manera que ese respeto se traduzca en el bien general.

Los países que están colocados a la vanguardia social poseen un común denominador, es nada menos que el respeto a las leyes y reglamentos que emanan de los propios ciudadanos.

Ese respeto del que hablamos se inicia dentro del seno familiar, es en la familia donde primero se establecen normas y reglamentos que aunque no están escritos, poseen la fuerza de leyes divinas para proteger la preservación de la especie humana integra y sana.

En la masonería como agrupadora de muchas logias, cada una de ellas es una familia, pequeña o grande, pero independiente, porque es libre y cada uno de sus miembros son libres pero unido a un organismo conocido como gran logia.

Lo mismo ocurre en sistemas políticos como el nuestro, donde cada estado es libre y soberano pero unido a una federación de estados o estados confederados como se le conoce.

Es claro que en un estado confederado existe una figura social conocida como municipio y tiene tantos municipios como habitantes tenga cada entidad.

La figura del municipio entendido como municipio libre, tiene su propia configuración de gobierno y entre todos los municipios forman la estructura de estado libre y soberano.

En México suman 31 los estados confederados y un distrito federal y es aquí donde se gestan todo tipo de conflictos, principalmente porque los estados se han mantenido por años esperando el presupuesto que les otorga el poder federal.

Existen muchos países en el mundo que poseen un magnífico orden legal que es aplicado a los ciudadanos de manera equitativa, dando a cada quien lo que le corresponde conforme a su actividad cotidiana.

Cuando esos principios se cumplen, decimos que un gobierno está haciendo bien su trabajo, pero en los lugares en los que se comienza por eludir una obligación, ese es el inicio de una debacle.

Lo anterior acarrea un sinfín de conflictos, vigilantes que no vigilan, trabajadores que no trabajan, políticos que no dialogan y lamentable es, que todo ello repercute en nuestros hijos que aprenden a no respetar a nadie ni a nada.

En muchas ocasiones me he inclinado por recomendar el estudio de la masonería, donde se aprende a escuchar, luego a dialogar y al final a construir acuerdos que van a beneficiar al resto de los hijos de esa logia.
El principio no es otro que el respeto a la ley, si en casa no hemos aprendido a respetar la ley impuesta por los progenitores, ya sea suave o dura, ese mal va creciendo y se convierte en una bola de nieve.

En las familias que guardan costumbres de respeto no solo a la gente mayor, sino a los iguales, no resulta extraño que se convierta en una familia respetable y respetada.

De igual manera, un país que respeta y hace respetar las leyes, por duras que sean, siempre será un gran país, que será respetado por otros países.

La tarea es entonces: comenzar por lograr que las leyes sean respetadas por todos, sin distinción alguna, el respeto se gana haciendo cada quien lo que tiene encomendado y no existe castigo para inocentes, porque el culpable sabe perfectamente cuando ha mentido.

Es por eso que afirmo: para soñar con un país poderoso, primero debemos respetar las leyes sin distinción, y cuando nos equivocamos, simplemente aceptarlo.

Por eso la trascendencia de la masonería, que no escatima esfuerzo para dar a otros lo que no tienen, porque si nosotros lo tenemos, es de sabios repartir.