domingo, 2 de octubre de 2011

Volver a empezar

Volver a empezar no solo es un juego de palabras, volver a empezar, es una actitud, es una idea, es una mecánica, es el camino para conseguir lo que se quiere, pero con una idea firme, como firme es la convicción de volver a empezar.

Infinidad de veces encontramos gente que comienza a evolucionar, o dicho de otra manera, que comienza a triunfar y algunas veces ese triunfo se le escurre de entre las manos, tal vez la causa sea que no ha aprendido a volver a empezar.

La masonería tiene muy presente el concepto de volver a empezar, cuando se lleva a cabo el ingreso a la masonería de un nuevo miembro, es tal el festejo que abiertamente decimos que vuelve a empezar.

Lo que pasa es que su vida ya no es la misma cuando ingresa a la orden, podemos calificar el hecho como un antes y un ahora, poco a poco se desarrolla algo nuevo en el que ingresa, de tal manera que va a ser distinto, aunque él no lo perciba.

Ingresar a la masonería siempre lo he comparado con la primera experiencia en cualquier asunto, es decir, cada vez que aprendemos algo, es que volvemos a comenzar, porque lo que hoy se aprende, es una nueva iniciación.

Desde el ingreso a una logia por primera vez, la mentalidad de quien ingresa, sufre una transformación, que solo se percibe luego de algunos días, si me permite, hare una comparación sencilla: ¿Recuera usted su primer beso?

La experiencia de su primer beso es excepcional, cada uno de nosotros lo va a explicar a su manera y de ninguna manera se darán dos descripciones iguales, esto es como el tratar de describir el aroma de una rosa, nadie lo percibe en la misma forma.

Cada reunión en una logia es como volver a empezar, simplemente porque el protocolo que se utiliza en los trabajos, aunque sea el mismo siempre, la manera de interpretarlo de cada miembro, hace que se vea y se escuche distinto.

Desde la iniciación parece un morir y renacer, en función de lo que se aprende, se antoja similar a lo conocido y a la vez tan distinto, es en ese momento cuando encaja perfectamente el volver a empezar.

Un mismo tema se va a tratar desde muchos puntos de vista, tantos como miembros tenga una logia, y curiosamente cada opinión o cada punto de vista va a ser distinto, de manera que son tantas muertes y resurrecciones como opiniones se manifiesten.

Cuando hablamos con un niño de unos tres años, le hacemos una pregunta sobre lo que piensa del frío, obtendremos una respuesta de acuerdo a su realidad, si mañana le volvemos a hacer la misma pregunta, estoy cierto que su respuesta será distinta.

Claro que una y otra respuesta no puede ser diametralmente opuesta, el contenido principal va a tener congruencia, la interpretación exhibirá variantes.

Si esa misma pregunta se les hace en el mismo momento a cinco personas, tenga por seguro que recogerá cinco respuestas, algunas radicalmente diferentes.

Ante esto, podemos escuchar durante 20 semanas consecutivas la pregunta: ¿Cómo es el aroma de la rosa? , le aseguro que adoptaremos tantas respuestas como participantes decidan opinar.

De tal suerte que, a la siguiente semana, volvemos a empezar, es cuanto.

No hay comentarios: