Esta es
una frase que se utilizó desde hace muchos años para decir o declarar que un
grupo familiar o de amigos estaban seguros de tratar asuntos que solo a ellos
interesaba y que nadie se encontraba cerca que pudiera escuchar lo que allí se
trataba.
Hoy es
común encontrar en grandes y pequeñas empresas la misma práctica solo que se
mantiene a cubierto por medio de canceles o paredes que impiden se escuche lo
que en ese recinto se esté discutiendo.
La
privacidad es muy necesaria no tanto por la posibilidad de que alguien esté
escuchando, simplemente que en una empresa o en la familia siempre existen
asuntos que deben permanecer en secreto o simplemente con determinada
discreción.
El ser
humano siempre ha buscado la práctica de la discreción hasta en los asuntos más
simples, pero lamentablemente los grandes acontecimientos siempre se han visto
en aprietos con las indiscreciones que practican personas sin escrúpulos.
Por
otro lado, quien nos garantiza que en verdad estamos a cubierto cuando así lo
creemos, hay quien dice que no es así, que entidades de otros planos tienen la
facilidad de escucharnos de cualquier manera.
La
ventaja es de que ellas no tienen el equipo necesario para difundir lo que han
escuchado y según dicen, logran divulgar esos mensajes por medio de personas
que poseen la capacidad de prestar su equipo, o sea su cuerpo y con él,
difundir lo que han escuchado.
Es
claro que esto que estoy contando resulta fantasioso, sin embargo, han llegado
hasta mí, las pruebas necesarias que me permiten afirmar que es un fenómeno que
mucha gente lo conoce, no se como, pero ocurre.
Muchos
enterados en estos asuntos lo afirma desde siempre, el mismo Sócrates por medio
de los diálogos de Platón, hacen mención de estas prácticas.
Por lo
pronto, quiero dar crédito a ese punto que afirma, “no siempre estamos a
cubierto en su totalidad”, cuando nos aislamos del resto de los presentes, al
tratar asuntos de importancia que solo a nosotros atañe.
Lo que
quiero también asentar es que estoy de acuerdo con quienes dicen que nunca
estamos solos, lo siento lógico, es posible que el efecto de la oración en
cualquier religión sea una prueba fehaciente del fenómeno.
De
cualquier forma, lo mejor es tratar los asuntos con la mayor transparencia
posible y solo cuando haya que manejar, comprender e incursionar en cosas
delicadas, o que de deba diseñar estrategias en favor de los demás, buscaremos
estar a cubierto.
Estar a
cubierto de toda indiscreción tal vez sea la mejor manera de explicar esta
necesidad, sobre todo cuando se trata de asuntos de defensoría legal, o de
legados que así lo determine en su tiempo quien los haya estructurado.
Inclusive
en todas las religiones existe ese recurso, porque no todo puede estar a la
vista o al alcance se los feligreses, no tanto por esconder algún conocimiento,
sino porque muchos conocimientos deben entregarse mediante un orden y que
surtan el efecto deseado.
Estamos
a cubierto usted y yo en este momento, espero que este tema le sirva, ese es mi
mejor deseo.
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