Conciencia
alma o ambas son necesarias en la manera de regir la vida de las personas, tal
vez esa sea la combinación necesaria o perfecta para dar certeza a las
decisiones que tomamos en determinados momentos.
Siempre
le damos el crédito a lo que conocemos como sexto sentido, cuando debemos tomar
una decisión importante, percibimos que aparece un fiel de balanza que va a
determinar el camino a seguir.
En un
extremo parecen estar colocados los principios y valores contenidos en ese
paquete que definimos como alma, que se nos entrega desde que llegamos a este
mundo.
En el
lado contrario se encuentra lo que entendemos como conciencia, que en este
momento me cuesta trabajo encontrar una definición adecuada o convincente, lo
que sí puedo afirmar es que este bagaje también es un paquete entregado al
llegar.
Es
posible que la mejor manera de definir ambos paquetes, es que al estar
colocados en los extremos de la balanza, lo que debemos descubrir es donde se
encuentra el fiel: ¿como es, o como se consigue para tomar buenas decisiones?
¿Será
acaso que la parte genética, es la responsable de fabricar ese fiel de la
balanza que va a regir nuestro comportamiento, en el deambular por este mundo?
Quiero
partir de esa idea para tratar de comprender algunas reacciones que presentamos
en situaciones concretas, por ejemplo: ¿Qué determina tomar una decisión para
bien o para mal?
Suponiendo
que tanto el alma como la conciencia ya están presentes desde el momento de
nacer, el tercer factor, o sea el genético es quien decidirá que hacer en un
momento de decisión, hacia donde inclinará la balanza, solo existe lo bueno y
lo malo.
Hacerlo
bien o hacerlo mal es el dilema, supongamos que el dilema es decidir que hacer
ante una enfermedad terminal de un pariente cercano.
¿Habrá
derecho a decidir dar por terminada la vida por el método que sea, para evitar
el sufrimiento inútil o debemos seguir hasta el final aunque el tiempo de vida
se alargue con las consecuencias conocidas?
Sabemos
que todo cuanto existe en el universo contiene tres aspectos, tres lados, o
tres conceptos, es decir, todo en el universo es triangular y en el asunto que
expongo, una vez más esa triangulación se hace presente, es posible que esa sea
la dificultad para tomar una decisión.
Este es
el punto donde las religiones han encontrado la manera de “sugerir” la toma de
decisión y con ella dirigir el comportamiento de las personas.
La
masonería tiene muchas herramientas para analizar asuntos como el descrito y
nunca deja en el tintero elementos de juicio necesarios para tomar esa decisión
tan importante.
Ese es
el principio de la masonería, de eso se trata el concepto “hombre libre y de
buenas costumbres” porque nada existe que obligue a tomar decisiones dirigidas,
toda decisión siempre será tomada con la libertad absoluta que el alma y la
conciencia determinen.
Para
comprender mejor este asunto, acudir a lo que la masonería sugiere, libertad de
pensamiento. Más adelante, en una próxima entrega hablaremos del concepto
justicia y del concepto lealtad que completarán esta idea.
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